Carta de Rosenberg a Bormann, Betr.: Frankfurter Tagung. Eröffnung des Instituts zur Erforschung der Judenfrage («Asunto: asamblea de Frankfurt. Inauguración del Instituto para la Investigación de la Cuestión Judía»), del 6 de marzo de 1941 (dos páginas, copia a máquina, sin firma), USHMMA, 1998.A.0104 (CDJC CXLII L3), reel 2.
Estimado compañero de partido Bormann:
Los preparativos de la asamblea de Frankfurt están ya tan avanzados que podemos dar por sentado que se obtendrá un resultado positivo.1 Además, vendrán del extranjero los invitados que hemos previsto. Hemos abordado esta cuestión en su integridad con el Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha dirigido ya las correspondientes solicitudes a los demás estados a través de nuestras representaciones diplomáticas.
Ruego al Führer me brinde la posibilidad de pronunciar una conferencia en torno a estas cuestiones. Dado que hablaré del problema judío ante un público muy numeroso, necesito saber en qué medida autoriza el Führer que se aborde este problema. Independientemente de la exposición general —desde el punto de vista histórico— de la evolución de nuestra lucha y de la necesidad fundamental de resolver la cuestión judía, tanto para Alemania como para toda Europa, existen dos puntos prioritarios:
1. Cuando hable de un traslado territorial, ¿puedo mencionar la isla de Madagascar de la misma forma que hice en el artículo2 que usted ya conoce? En principio, el Führer autorizó aquel texto, pero retrasó su publicación unos meses.
2. ¿Es posible abordar la situación de los judíos y su poder en Estados Unidos tanto bajo la presidencia de Wilson como en la evolución más reciente? Disponemos de tal cantidad de material auténtico que un discurso de este tipo ante un nutrido foro sería muy instructivo. Aun cuando no sea adecuado plantear una polémica directa con el presidente Roosevelt, resultará inevitable hablar, de un modo bastante general, de ciertas personalidades de primer orden.
En este sentido, quisiera dar cuenta al Führer de los resultados en Occidente y de las conversaciones con el OKW.
Una parte de los objetos artísticos ha llegado a Múnich, como seguramente habrá hecho saber al Führer el mariscal del Reich. Los otros 26 vagones se transportarán a principios de la semana que viene desde París hasta el lugar indicado. En ese momento estaré en condiciones de informar al Führer acerca del cumplimiento de la misión. Le ruego me brinde la oportunidad de exponerle personalmente los aspectos más importantes de la misma.
¡Heil Hitler!