Un día Padre cerró la puerta de casa
y se fue a un largo viaje.
Al fondo mi corazón
sabía que aquello era una expedición.
Las palabras se volvieron
una brújula,
un mapa,
se volvieron las palabras el tesoro
y también el pirata y el barco.
Un día Padre abrirá de nuevo la puerta,
o quizá antes
la abra yo.