SEMANA 16
Sólo para placer

Como regla general el sexo produce mejores resultados cuando tanto el esposo como la esposa disfrutan el uno del cuerpo del otro. Sin embargo, como variación, el sexo unilateral puede ser un verdadero deleite.

Esta semana la esposa será pasiva y el esposo será activo. La semana siguiente, se invertirán los roles y ella será activa mientras él sea pasivo. El enfoque de estas experiencias será aprender a dar y a recibir placer por el placer en sí... sin otra meta que esa. En otras palabras, no se supone que el orgasmo o el coito se produzcan como resultado de este acto de placer. Si sucede que ambos deseen proceder al orgasmo y/o al coito, eso está bien, pero no inicien la experiencia con la intención de alcanzar ninguno de los dos. De hecho, sería mejor que planifiquen no hacerlo porque podrán mantener las sensaciones de placer más efectivamente.

Para la primera experiencia, la mujer escoge y prepara el sitio y programa el tiempo para estar con su esposo. Elija música, iluminación y una ubicación que más facilite su habilidad de disfrutar del tacto de su esposo.

Cuando tenga todo preparado y haya llegado el tiempo programado para estar juntos, invite a su esposo a bañarse o ducharse con usted si eso le es agradable o relajante. Puede establecer los límites para ese proceso de limpieza. Ambos cepillen sus dientes, usen hilo dental, luego hagan gárgaras. Tal vez quiera depilarse las piernas y su esposo desee afeitarse la barba. Elija alguna loción, aceite o talco que le agradaría que usase para producirle placer corporal. Condúzcalo hasta su cama de placeres o al nido de amor que haya escogido. Ahora ha llegado el tiempo de recostarse con su espalda hacia arriba y permitirle que se haga cargo. La única tarea que le corresponde a usted es absorber las sensaciones de su toque y guiarlo en otra dirección de manera positiva si alguna caricia no le produce una sensación agradable o le resulta negativa.

Esposo, en su función de productor de placer, debe centrar su atención en relajarse y disfrutar del cuerpo de su esposa para su placer, incorporando cualquier cosa que sepa que a ella le agrada en particular y evitando lo que sepa usted que a ella no le gusta. Piense en irradiar amor y calor a través de las puntas de sus dedos y en absorber la sensación de calidez y la pulsación del cuerpo de su esposa. Permita que ella lo guíe en otra dirección si la manera en que la está tocando es negativa para ella. Acaricie lentamente. Tómese el tiempo necesario para descubrir su cuerpo y el toque que mejor sensación produzca a ambos.

Cuando haya gozado plenamente de esa parte de su cuerpo, hágala girar, y disfrute de la parte delantera. Tal vez quiera empezar con una caricia facial y luego ir descendiendo por el frente de su cuerpo, sin centrar la atención en la estimulación de sus pechos y genitales sino más bien en acariciarla toda. Si ella desea un toque más genital, ponga en práctica lo que le enseñó la semana pasada.

Cuando acabe de complacerla, simplemente descansen juntos. Abrácense y abandónense el uno al otro.