El primero (o la primera) va y viene por detrás del segundo (o la segunda), sentado en una silla.
Uno - Acabarás por hablar, sabes. He doblegado a más resistentes que tú, te lo aseguro...
Dos (como si recitara una lección) - Soy inocente, se lo juro.
Uno - Claro, como siempre. Lo que dicen todos. Bueno, otra vez: nombre, apellido, fecha de nacimiento, profesión...
Dos (aburrido) - Pedro Sinsilla, 33, enfermero...
Uno - ¿Y dónde estabas, Sinsilla el miércoles por la noche, a eso de las doce?
Dos - En la cama. Durmiendo.
Uno - ¿ Solo ?
Dos - No, con mi novia.
Uno - Y, naturalmente, vas a decirme que ella también estaba durmiendo...
Dos - Pues sí. A las doce... Trabajamos los dos. Tenemos que madrugar mucho.
Uno - Por lo menos, podrías tener un poco más de imaginación.
Dos - No tengo nada más que decirle.
Uno - Ya... Pues de todas formas vas a decírmelo.
Dos - ¿Decirle qué? ¿Que no tengo nada que decir? Si acabo de decirle...
Uno - No te pases conmigo. No estás seguro de ganar.
Dos (levantándose) - Eso está claro...
Uno - ¡Siéntate, Sinsilla!
El otro está muerto de risa.
Uno - ¿Quieres que te inculpe también por desacato a la policía?
El otro vuelve a sentarse suspirando.
Uno - Muy bien... Entonces... ¿Qué estaba diciendo...? Ah, sí... ¿Que dónde estabas el martes por la noche?
Dos - ¿No habías dicho el miércoles?
Uno - Bueno, martes, miércoles, qué más da... ¿Dónde estabas?
Dos - La verdad es que no recuerdo.
Uno - ¿Cómo que no recuerdas? Acabas de decirme que estabas en la cama, follando a tu novia.
Dos - No, eso era el miércoles...
Uno - ¡Cabrón! ¿Vas a hablar, o no?
Da un golpe violento con la mano en la mesa que se desploma. En seguida hace una mueca de dolor y se coger la mano con la otra.
Uno - ¡Hostia puta!
Dos - Pero ¿qué coño...?
Un - ¿A ti qué te importa...? ¡Joder...!
Dos - ¿Duele mucho...?
Uno - Me he destrozado la mano...
Dos - A ver... Soy enfermero, ¿ no te acuerdas?
El otro se deja examinar.
Dos - Está bien. No hay fractura.
Uno - ¿Por qué me duele tanto, entonces?
Dos - ¡Qué bestia eres ! Has roto la mesa. Hasta has llegado a darme miedo. Casi he llegado a creer que me ibas a dar una chuleta de verdad...
Uno - Perdón... No me di cuenta...
Dos (suspirando) - ¡Qué coñazo estos entretenamientos! Además, estoy harto de hacer de acusado.
Uno - Pues la próxima vez harás de policía. Ya verás si de verdad es más divertido...
Dos - Vale... ¿Descansamos un rato?
Uno - De acuerdo.
Saca un paquete de cigarrillos, y le ofrece uno a su colega.
Dos - Gracias, dejé el tabaco la semana pasada.
El otro se dispone a encender su cigarrillo.
Dos - Oye... no quiero parecer demasiado estricto respecto al reglamento, pero sabes que ahora está prohibido...
Uno - ¿Cómo?
Dos - Esto es un lugar público ¿o no?
Uno - Joder... ¿Por qué escogí este curro de mierda...? Así que ahora, un policía ni siquiera tiene el derecho de ofrecer un cigarrillo a un acusado durante un interrogatorio?
Dos - Podría demandarte...
El otro vuelve a meter el cigarrillo en el paquete.
Uno - Bueno, pues seguimos, entonces...
Dos - ¿Tú haces de acusado?
Uno - Vale.
Se sienta en la silla, y el otro empieza a ir y venir por detrás de él durante un rato. El primero se impacienta.
Uno - Bueno... ¿Y qué? Me estoy durmiendo...
Dos - ¡Espera un poco, joder! Me estoy concentrando...
Sigue concentrándose un rato, antes de atacar.
Dos - ¡Vamos, maricón! ¿Dónde estabas el miércoles por la noche a eso de las doce? Acabarás por decírmelo, así que más vale que me lo digas en seguida... y ganaremos tiempo...
Uno - Pues, el miércoles a las doce, estaba atracando el súper de mi barrio.
Se ríe.
Dos - Joder... Eso no vale... No tienes que decírmelo tan pronto...
Uno (mirando su reloj) - Mira, ya son las ocho... Se acabó, ¿no...?
Dos - Bueno... Además, tengo que volver temprano a casa... Mi novia me lleva al teatro esta noche.
Uno - No me digas...
Dos - A ver si no es tan aburrido como la última vez. Me tuvo que despertar en el descanso...
Se disponen a irse.
Uno - ¿Y el miércoles por la noche a eso de las doce, que hacías en realidad?
Dos - Estaba en la cama, fíjate. Como te he dicho.
Uno - ¿Con tu novia?
Dos - No, con la tuya, tonto.
Se van.
Uno - ¿De verdad...?
Oscuro.