036 Telescopio refractor

ANTES DE ESCOGER EL TELESCOPIO que más nos conviene vale la pena saber un poco cómo funcionan, qué tipos hay y en qué podemos utilizarlos de manera óptima. Empezaremos hablando de los telescopios refractores; que se sepa, el primer tipo de telescopio que se inventó.

  1. Es el típico telescopio que todos tenemos en mente: un tubo más o menos largo, con una óptica de un diámetro moderado que va entre los 6 cm para los muy pequeños y los 15 (excepcionalmente 18-20 cm) para los muy grandes. En el extremo opuesto a la óptica colocaremos un ocular que sirve para formar y enfocar la imagen que observaremos.
  2. Es el clásico telescopio que han empleado los grandes observatorios profesionales, salvo honrosas excepciones, hasta principios del siglo XX. El telescopio refractor profesional de mayor diámetro construido en el mundo no pasa del metro de abertura. A partir de aquí es imposible fabricar lentes adecuadas para la astronomía.
  3. Este tipo de telescopio utiliza una combinación de lentes (objetivo) para concentrar la luz. Dependiendo de la calidad y composición de estas lentes tendremos más o menos calidad de imagen. Pero tiene un grave defecto óptico, la aberración cromática, que se puede corregir de diversas maneras.

    La distancia focal es la longitud del telescopio, desde la óptica de entrada hasta el punto donde se forma la imagen.

  4. La aberración cromática es una especie de halo que rodea los objetos brillantes. El halo es de dos colores: azul y rojo, y se debe a la refracción de la luz dentro de la óptica. Las ópticas sencillas, de telescopios baratos, adolecen de este defecto. Acostumbran a ser ópticas convexas simples.
  5. Si usamos dobletes ópticos (refractores acromáticos) o triple-tes (refractores apocromáticos) mejoramos muchísimo la observación pero elevamos el precio de compra. Si alargamos la distancia focal del telescopio, también mejoramos el problema de cromatismo y conseguiremos más calidad de imagen con una óptica más sencilla. Las ventajas son muchas: fácil de transportar, contraste y nitidez de imagen, pocos problemas de mantenimiento, no se tiene que colimar (alinear las ópticas), imágenes planas, campo sin coma en los bordes, tratamiento antireflectante. Los inconvenientes: aberración cromática, el precio, aberturas limitadas, limitación en focales muy cortas …
  6. Los telescopios refractores, debido a su relativa pequeña abertura, son indicados para la observación de objetos brillantes: El Sol (con filtros), la Luna, Planetas del sistema solar, estrellas dobles … Aunque tampoco están reñidos con los objetos de cielo profundo, si éstos son brillantes y al alcance de los aficionados, como el catálogo Messier y el Caldwell. Es un excelente instrumento para comenzar a observar.