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Motorización de telescopios |
SE PUEDE OBSERVAR EL CIELO CON TELESCOPIO, de manera visual, manualmente, sin necesidad de seguimiento. Esto es soportable hasta que nos encontramos con la necesidad de: mostrar el objeto que observamos a más gente; de centrar continuamente la posición de los objetos observados, sobre todo con muchos aumentos; de realizar un dibujo astronómico, con cierta tranquilidad; o cuando nos sobreviene la necesidad de hacer fotografías del cielo de larga exposición. Si nos pasa alguna de estas cosas, es que ha llegado la hora de motorizar nuestro telescopio.
- No todos los telescopios se pueden motorizar. Por eso es importante que nos aseguremos de que el telescopio que hemos comprado se pueda motorizar directamente, sin demasiados problemas. Nos informaremos bien antes de comprar uno. Las marcas sencillas y económicas no nos dan esa opción, así que deberemos gastar un poco más en la compra de nuestro primer telescopio para que después no tengamos sorpresas. Si el vendedor no nos asegura, incluso nos enseña el kit de montaje, que el telescopio que queremos comprar tiene motores disponibles, no lo compraremos.
- Es cierto que el bricolaje ha ayudado a más de uno a fabricarse unos motores para telescopio, pero si no dominamos la electrónica no nos meteremos en esos jardines. No todos los motores de telescopio son iguales. La potencia y velocidad de un motor de telescopio varía según la corona dentada y el bisinfín. Además existen diversas velocidades de seguimiento: la sidérea, la lunar y la planetaria. El telescopio debe permitir el ajuste y el cambio de velocidades, incluso la aceleración y el paro.
- Las primeras monturas ecuatoriales alemanas sólo utilizaban un motor, el de Ascensión Recta (A.R), que es el motor que contrarresta la rotación de la tierra; pero con el tiempo se ha ido imponiendo también el motor de declinación (DEC), que se utiliza para seguir un cometa, o para ajustar la posición de un astro cuando la montura no está perfectamente alineada a la polar.
- En un principio sólo se motorizaban los telescopios ecuatoriales, pero últimamente se han inventado unos sistemas que permiten la motorización de las monturas dobson. Son dos motores que se controlan por separado, porque dependiendo de la zona del cielo a la que apunte el telescopio las velocidades varían. Se ajustan de manera individual y manualmente. Cuando se le coge el truco es relativamente fácil, pero es muy laborioso cambiar las velocidades cada vez que movemos el telescopio.
Motorización de un Dobson.
- Las modernas monturas ecuatoriales alemanas, al menos la mayoría de ellas, disponen de kits de motores con instrucciones muy simples que permiten al aficionado montarlos. Suelen ser económicos y se alimentan con pilas y baterías. Ya tienen grabadas las velocidades Sidéreas y Solar, y permiten la aceleración o paro de los motores. Son básicos, pero eficientes.
Kit de motores de la casa Orion.
- Los Schmitd Cassegrain también vienen motorizados de origen. Pero hay que distinguir los modernos S/C, con motorización en azimutal y computerización y los de primera generación (alguno todavía operativo), que tenía motores en ambos ejes y la velocidad Sidérea. En este caso hablamos de los segundos. En estos últimos todo era manual y era indispensable, también, el ángulo ecuatorial.
Celestron C14 (de los de antes).
- Todos los ecuatoriales, sean del tipo que sean, hay que ponerlos en estación (apuntado a la polar) antes de empezar a observar. Cualquier alteración de la puesta en estación: mal centrado de la estrella polar, mala distribución de pesos, mal nivelado de la base … tiene como consecuencia un mal seguimiento del telescopio.
- Una vez que funcione el seguimiento ya podemos echar largas miradas a nuestros objetos preferidos, fotografiarlos o enseñarlos a otras personas. Con el motor de seguimiento notaremos una importante mejora en la calidad de nuestras observaciones.