088 Observatorio remoto

SI TENEMOS PENSADO CONSTRUIR UN OBSERVATORIO, ¿por qué no uno remoto? En este capítulo explicaremos los pros y los contras de un observatorio de este tipo. Un observatorio remoto es aquel en el cual no es necesaria tu presencia cerca, o al lado, del telescopio para observar. Cuando decimos cerca queremos decir en un radio de dos metros o menos del instrumento. Así puede considerarse observatorio remoto uno que esté a cinco, diez, veinte metros del centro de control del mismo. Podemos tener, por ejemplo, el telescopio en la terraza y estar trabajando en la sala, calentito y a pesar de lo poco remoto que parezca estar lo consideraríamos como tal.

  1. Nosotros, sin ir más lejos, tenemos el observatorio sobre nuestra cabeza, a menos de diez metros de distancia y lo considero remoto. Lo puedo poner en marcha y apagarlo desde esa distancia … Y desde mucho más lejos. Si tengo el PC en marcha, el ADSL operativo y el observatorio con suministro eléctrico podemos entrar desde cualquier lugar del mundo y hacerlo funcionar a distancia. O sea, que nosotros lo utilicemos normalmente desde diez metros de distancia no le quita la categoría de remoto.
  2. Lo ideal es que el sistema de abertura y cierre de un observatorio remoto pueda ser controlado a distancia. Si tenemos que subir a la terraza para abrir y cerrar el observatorio, éste continúa siendo remoto, pero también incómodo. Lo decimos por experiencia, nos hemos pasado varios años haciéndolo.

    Observatorio Altamira en Tenerife. Propiedad de José Francisco Hernández Cabrera.

  3. El telescopio, la CCD, el enfocador, la cúpula (si la tuviéramos) … Todo tiene que estar conectado a un PC que nos permita controlarlo todo a distancia. También es indispensable tener un programa de cartas celestes que controle los movimientos del telescopio, y un sistema de guiado que nos permita realizar un seguimiento preciso durante horas. Sólo cuando podamos configurar y manipular todos estos elementos desde la distancia podremos decir que tenemos un observatorio remoto.

    Centro de control Observatorio Altamira.

  4. Pero … Siempre hay un pero. Cuando creamos que lo tenemos todo controlado empezarán los problemas. ¿Qué problemas podemos tener con un observatorio de este tipo? Explicaremos los más comunes.
  5. Si tenemos una cúpula nos puede pasar que de vez en cuando ésta se resista a realizar su trabajo correctamente. Puede pasar que no se abra o que no siga el movimiento del telescopio, y nos estropee una noche de observación; o aún peor, que no se cierre cuando empieza a llover. Si tenemos el observatorio cerca, nos tocará subir y cerrarlo de manera manual, pero si lo tenemos a muchos kilómetros y no hay nadie dispuesto a ayudar nos podemos cargar el equipo. Cuando pasan estas cosas, el problema puede ser informático, eléctrico, de malos contactos o avería de alguno de los motores. Lo primero que nosotros hacemos es un reset del PC y lo reiniciamos todo, en la mayoría de ocasiones todo vuelve a funcionar.

    Equipo y telescopios del Observatorio Altamira. Observatorio Remoto.

  6. Otro problema que puede surgir es que después de horas de trabajo y seguimiento el telescopio toque o se enganche en algún lugar de la montura. A veces sucede cuando hemos dado muchas vueltas por el cielo, buscando cosas dispares y alejadas. Los cables se lían, o la CCD toca la horquilla (en los S/C de horquilla), en el caso de las monturas ecuatoriales de horquilla tendremos el problemático paso por el meridiano … Cuando esto sucede los motores de seguimiento se pueden quemar; así que es recomendable no clavar en exceso los embragues. O también puede pasar que los cables de conexión de la CCD o la montura se desconecten por un giro demasiado pronunciado y se pare parte del equipo. Si estamos cerca lo arreglaremos en un momento; si estamos lejos … lo desconectaremos todo en remoto y rezaremos para que no sea grave. Programaremos los limitadores de movimiento del telescopio para curarnos en salud.

    Observatorio Nazaret. Observe el cableado; todo está estudiado para que no se enrede. Observatorio de Gustavo Muler.

  7. La CCD también puede ocasionar algunos inconvenientes, el más común es que se cuele humedad dentro y se congele el chip de la CCD. Eso significa no poder trabajar. La cura es simple, meter el dispositivo secante en el horno y desecarlo para que absorba el exceso de humedad. Perderemos un día entero en el proceso. Adelantémonos al problema deshumidificando el dispositivo secante cada pocos meses aprovechando que está nublado.
  8. Nos surgirán más problemas, alguno de software, pero aprenderemos a solucionarlos sobre la marcha y con paciencia.

    Utilizar un observatorio remoto es cosa de niños. En la foto Giovanni Hernández.