SI TENEMOS PENSADO CONSTRUIR UN OBSERVATORIO, ¿por qué no uno remoto? En este capítulo explicaremos los pros y los contras de un observatorio de este tipo. Un observatorio remoto es aquel en el cual no es necesaria tu presencia cerca, o al lado, del telescopio para observar. Cuando decimos cerca queremos decir en un radio de dos metros o menos del instrumento. Así puede considerarse observatorio remoto uno que esté a cinco, diez, veinte metros del centro de control del mismo. Podemos tener, por ejemplo, el telescopio en la terraza y estar trabajando en la sala, calentito y a pesar de lo poco remoto que parezca estar lo consideraríamos como tal.
- Nosotros, sin ir más lejos, tenemos el observatorio sobre nuestra cabeza, a menos de diez metros de distancia y lo considero remoto. Lo puedo poner en marcha y apagarlo desde esa distancia … Y desde mucho más lejos. Si tengo el PC en marcha, el ADSL operativo y el observatorio con suministro eléctrico podemos entrar desde cualquier lugar del mundo y hacerlo funcionar a distancia. O sea, que nosotros lo utilicemos normalmente desde diez metros de distancia no le quita la categoría de remoto.
- Lo ideal es que el sistema de abertura y cierre de un observatorio remoto pueda ser controlado a distancia. Si tenemos que subir a la terraza para abrir y cerrar el observatorio, éste continúa siendo remoto, pero también incómodo. Lo decimos por experiencia, nos hemos pasado varios años haciéndolo.
Observatorio Altamira en Tenerife. Propiedad de José Francisco Hernández Cabrera.
- El telescopio, la CCD, el enfocador, la cúpula (si la tuviéramos) … Todo tiene que estar conectado a un PC que nos permita controlarlo todo a distancia. También es indispensable tener un programa de cartas celestes que controle los movimientos del telescopio, y un sistema de guiado que nos permita realizar un seguimiento preciso durante horas. Sólo cuando podamos configurar y manipular todos estos elementos desde la distancia podremos decir que tenemos un observatorio remoto.
Centro de control Observatorio Altamira.
- Pero … Siempre hay un pero. Cuando creamos que lo tenemos todo controlado empezarán los problemas. ¿Qué problemas podemos tener con un observatorio de este tipo? Explicaremos los más comunes.
- Si tenemos una cúpula nos puede pasar que de vez en cuando ésta se resista a realizar su trabajo correctamente. Puede pasar que no se abra o que no siga el movimiento del telescopio, y nos estropee una noche de observación; o aún peor, que no se cierre cuando empieza a llover. Si tenemos el observatorio cerca, nos tocará subir y cerrarlo de manera manual, pero si lo tenemos a muchos kilómetros y no hay nadie dispuesto a ayudar nos podemos cargar el equipo. Cuando pasan estas cosas, el problema puede ser informático, eléctrico, de malos contactos o avería de alguno de los motores. Lo primero que nosotros hacemos es un reset del PC y lo reiniciamos todo, en la mayoría de ocasiones todo vuelve a funcionar.
Equipo y telescopios del Observatorio Altamira. Observatorio Remoto.
- Otro problema que puede surgir es que después de horas de trabajo y seguimiento el telescopio toque o se enganche en algún lugar de la montura. A veces sucede cuando hemos dado muchas vueltas por el cielo, buscando cosas dispares y alejadas. Los cables se lían, o la CCD toca la horquilla (en los S/C de horquilla), en el caso de las monturas ecuatoriales de horquilla tendremos el problemático paso por el meridiano … Cuando esto sucede los motores de seguimiento se pueden quemar; así que es recomendable no clavar en exceso los embragues. O también puede pasar que los cables de conexión de la CCD o la montura se desconecten por un giro demasiado pronunciado y se pare parte del equipo. Si estamos cerca lo arreglaremos en un momento; si estamos lejos … lo desconectaremos todo en remoto y rezaremos para que no sea grave. Programaremos los limitadores de movimiento del telescopio para curarnos en salud.
Observatorio Nazaret. Observe el cableado; todo está estudiado para que no se enrede. Observatorio de Gustavo Muler.
- La CCD también puede ocasionar algunos inconvenientes, el más común es que se cuele humedad dentro y se congele el chip de la CCD. Eso significa no poder trabajar. La cura es simple, meter el dispositivo secante en el horno y desecarlo para que absorba el exceso de humedad. Perderemos un día entero en el proceso. Adelantémonos al problema deshumidificando el dispositivo secante cada pocos meses aprovechando que está nublado.
- Nos surgirán más problemas, alguno de software, pero aprenderemos a solucionarlos sobre la marcha y con paciencia.
Utilizar un observatorio remoto es cosa de niños. En la foto Giovanni Hernández.