Interbitácora

Del diario de Acacia

La verdad es que ser yo tiene sus ventajas.

Llegué a la Tierra FΔ986 a la hora prevista, naturalmente. Vale, lo admito: me gustan las entradas espectaculares. No hay nada de malo en lucirse un poco de vez en cuando, diga lo que diga mi hermano. Además, un rescate a tiempo de una muerte segura tiende a conseguir que la gente confíe en ti (casi siempre, al menos). Joseph Harker está demostrando ser un poquito más difícil que la mayoría de mis clientes.

A ver, entiendo que no lo ha tenido precisamente fácil. Le he investigado a fondo; sé que tuvo un comienzo algo complicado en la academia de InterMundo, con eso de que mataron a su adiestrador. En los archivos no daban muchos detalles sobre el asunto, pero sé leer entre líneas: la primera vez caminó sin proponérselo, como la mayoría de los Caminantes. Por desgracia para él, los Binarios y los Maldecimales estaban peleándose en uno de los mundos cercanos, así que ambos lo detectaron cuando empezó a caminar entre dimensiones. Es posible que los Caminantes no puedan hacer gran cosa por detener la guerra, pero todo ayuda, y sus poderes siguen siendo lo bastante útiles a los malos como para que sigan cazando a cualquier Caminante que se les ponga a tiro.

En su expediente hay una nota al pie que dice que es uno de los Caminantes más poderosos que hemos tenido en mucho tiempo; al parecer, alguien de aquí puso sobre aviso a InterMundo, que envió tras él a un oficial llamado Jay. Este lo guio por el Entremedias y, no sin algún que otro imprevisto, lo llevó un poco más cerca de la Base; a partir de ahí el relato se vuelve algo confuso. Imagino que los Maldecimales le echaron el guante y Jay tuvo que rescatarlo. Ese sí que era un buen oficial; su muerte contrarió mucho a algunos de los miembros de InterMundo. Retiro eso de que Joseph Harker no tuvo un comienzo fácil; creo que me quedo corta. No es que sienta una gran simpatía por él. Ni siquiera puedo revelarle que tenemos un expediente suyo, y mucho menos que lo he leído…

Sin embargo, progresó mucho durante su entrenamiento; quería ponerse a prueba, supongo. Tampoco puedo culparle; yo misma estaba impaciente por dominar mi equilibrio cuando tuve edad suficiente para emprender mi primer viaje. Aunque nunca fui capturada por un Binario, mientras que él y su equipo sí fueron apresados por los Maldecimales.

Esa parte estaba bastante bien documentada. No sé si nosotros teníamos algún Agente allí, o si solamente realizamos algunos interrogatorios; los Agentes son más fiables que los testimonios de primera mano, pero no se dice en ninguna parte si enviamos a alguien.

En cualquier caso. Hasta donde yo sé —y sé mucho, creedme— él es el único Caminante que ha sido despedido de InterMundo. Lo enviaron de vuelta a casa, solo porque fue el único que logró volver a la base para contar cómo había sido capturado su equipo. No hay segundas oportunidades en InterMundo, y si levantas sospechas una sola vez, lo mismo da que te llames Jonás. Si logras escapar de una trampa en la que ha caído todo tu equipo no es moco de pavo, al margen de cuál sea la verdad del asunto.

Sin embargo, no fue culpa suya. Su pequeño FVMD lo salvó, y menos mal, porque estoy casi segura de que esa fue la razón de que recuperara la memoria. No sé muy bien cómo realiza InterMundo esos borrados de memoria, pero he conocido más casos. Y sus efectos permanecen. En esta ocasión no sucedió así, y creo que fue porque su FVMD fue a buscarlo después de que borraran de su memoria todo lo referente a InterMundo. Después de eso, recordó que podía Caminar y él solito rescató a su equipo de las garras de los Maldecimales. Quedé realmente impresionada al leer esa parte, tengo que admitirlo.

Sin embargo, ese FVMD… Conociendo la historia, creo que me gustaría ser su amiga también; ¿quién sabe si podría serme útil? Apenas hay nada sobre él en los archivos, pero la verdad es que tampoco sabemos gran cosa sobre las formas de vida multidimensionales en general. Son peligrosas, pero tenemos cosas más importantes en qué pensar. Y ese es el principal motivo de mi presencia aquí.

Ya he leído todo el expediente de Joe Harker; al menos la parte no clasificada. Sí, me molesta un poco que fragmentos de su expediente sean información clasificada. Vale que yo sea demasiado joven para ser una Agente, pero tengo autorización para acceder a todo tipo de información clasificada, y el chaval no es lo que se dice un pez gordo. Además, me presenté voluntaria; no me vendría nada mal saber qué puedo esperar. Voy tan a ciegas como él, aunque tampoco pienso confesárselo. Tengo que fingir que no sé nada sobre su pasado, y lo hago, pero también tengo que hacerle creer que lo sé todo sobre su futuro, aunque no sé absolutamente nada. Yo diría que me estoy metiendo en un bonito lío.

Joseph Harker, la anomalía de InterMundo. Tengo que admitirlo: aunque sea un tipo gruñón con mucho que demostrar todavía, me cae bastante bien.