¿Qué hace una mexicana en Hollywood? Triunfar, por supuesto. Suspiro al recordar cómo empezó la época dorada del cine. Todos querían ser grandes estrellas de la pantalla, pero sólo algunos lo lograban.
No te vayas a creer que siempre fui la gran Lupita Tovar. Cuando llegué a Estados Unidos, no me recibieron con aplausos ni me dieron ningún papel importante en una película. Siéntate, ponte cómoda. Quiero hablarte de aquellos años…
Yo nací en Oaxaca en 1910. Para que te des una idea, todavía gobernaba don Porfirio y faltaban unos meses para que los revolucionarios hicieran su aparición. Fui la mayor de nueve hermanos. Me acuerdo muy bien de que cuando tenía 8 años de edad nos fuimos a vivir a la Ciudad de México porque mi papá trabajaba en el Ferrocarril Nacional.
Yo tomaba clases de ballet cuando me enteré de que había venido un señor de Estados Unidos a hacer un concurso. Mi mamá me peinó, me puso mi mejor vestido y me llevó para que bailara. Ahorita lo puedo contar y me río a carcajadas, pero en aquel entonces…, ¡n’ombre! Salir al escenario me daba miedo.
Lo bueno fue que gané el concurso. ¿Sabes cuál era el premio? Me iban a llevar a Estados Unidos por seis meses para ver si podía ser actriz. Así que me fui y pronto estuve frente a las cámaras actuando, pero en silencio, porque las películas todavía eran mudas en aquel entonces, y me dijeron: “Lupita, vas a ser actriz de verdad”.
En aquellos tiempos, para ser actriz de verdad se requería mucho trabajo, pero valía la pena. Me dije: “Si piensan que por ser mexicana voy a rendirme, no saben que las mujeres de mi país son más fuertes de lo que ellos creen”. Acepté el trato. Estudié guitarra, baile y actuación por horas y horas. El estudio Fox me contrató por siete años con un pago de 150 dólares a la semana. ¡Claro! Me costaba mucho trabajo vivir en otro país, pero me acostumbré y por supuesto mejoré mi inglés.
A finales de los años 20 llegó el sonido al cine. Tú sabes que cuando una película no está en español, en la parte de abajo de la pantalla puedes leer lo que dicen los personajes, o bien se cambian las voces de los actores. En 1929 no se podía hacer eso. No sabíamos cómo.
Lo que hacían los estudios de cine era filmar dos versiones de la misma película. En el día grababan los actores que hablaban inglés y en la noche, los que hablábamos español. Los escenarios y el vestuario se usaban en los dos casos. Entonces, por ejemplo, en el cine podías encontrar dos versiones de Drácula, una en inglés y otra en español, que yo hice.
Como en aquella época se hacían muchas películas de terror, empecé a volverme famosa en todo el mundo. Yo creo que por eso en 1932 me hablaron de México para hacer un papel protagónico. Sería la primera vez que filmarían una película que no fuera muda. La historia era nada más y nada menos que la novela Santa, de Federico Gamboa. La música era de Agustín Lara, un compositor que luego estuvo casado con María Félix. ¿Qué te puedo decir? La película fue un éxito. Las personas iban al cine varias veces para verme representar el papel de Santa y aplaudían en cuanto terminaba la función.
Después de eso pasé años haciendo películas en México y Estados Unidos; reuní suficiente dinero para retirarme y vivir en Los Ángeles, California. Mis hijos y nietos se han dejado inspirar por mí y también se dedican a contar sus historias en el cine.
Es raro ser un pedacito de la historia del cine en México, pero lo hice yo solita. Sin duda, cuando trabajas muy duro, tienes disciplina y sigues tus sueños, puedes triunfar.
LUPITA TOVAR FUE LA PRIMERA ACTRIZ EN PARTICIPAR EN UNA PELÍCULA SONORA EN MÉXICO Y LATINOAMÉRICA. TAMBIÉN SE LE RECUERDA POR HABER FILMADO LA VERSIÓN EN ESPAÑOL DE DRÁCULA EN 1931. FUE LA PRIMERA MEXICANA QUE TRIUNFÓ EN HOLLYWOOD. EN 2006 SE LE RINDIÓ UN HOMENAJE EN LA ACADEMIA DE ARTES Y CIENCIAS CINEMATOGRÁFICAS DE LOS ESTADOS UNIDOS. TAMBIÉN HA RECIBIDO VARIOS RECONOCIMIENTOS DEL GOBIERNO MEXICANO.
MURIÓ EL 12 DE NOVIEMBRE DE 2016 A LOS 106 AÑOS, DEJANDO UN IMPRESIONANTE LEGADO CINEMATOGRÁFICO.