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“En todo momento, mantén un firme conocimiento de lo obvio.”
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Habiendo comprendido mejor a Bezos y los logros que ha hecho en el transcurso del último cuarto de siglo (y durante su vida), podemos mirar hacia atrás para comprender que él es, después de todo, humano. Nunca podemos olvidar eso. Bezos no es superhumano ni está dotado y, de ninguna manera, es un prodigio.
Bezos es alguien determinado. Su intelecto proviene de empujarse a sí mismo y del deseo de llenar los vacíos. Simplemente parece que no puede dejar nada sin entenderlo, y resolver el rompecabezas antes de pasar a lo siguiente. Él también quiere entrar en el juego y arreglar lo que sea necesario y, si no necesita reparación, quiere entrar y ser el catalizador para que evolucione.
Simplemente no puede dejar las cosas sin terminar, y en este caso, esto ha demostrado ser algo bueno.
Cualquiera que estudie a Bezos sabrá que está inextricablemente vinculado a Amazon, y no me refiero a una manera natural de causa y efecto. Su enlace es más que eso. Amazon es un reflejo casi perfecto de él: concentrado, justo, motivado, pero completamente acertado. Verás, Bezos realmente puede ser una persona agradable, y aun así, con solo pulsar un botón, puede ser más duro que una uña.
Después de dejar Houston en el automóvil de su padre, Mackenzie condujo mientras él seguía haciendo un plan de negocios y registrando los números en su computadora portátil. Se detuvieron en California para encontrarse con Shel, y luego condujeron hasta Seattle.
Cuando comenzaron, solo eran los tres: Mackenzie, Bezos y Shel. Para reducir los gastos generales, estuvieron trabajando en la cochera de la casa de Bezos mientras estaban en constante movimiento: reuniones con proveedores de libros, reuniones con agentes de envío y transporte, y posibles nuevos empleados. También había una gran cantidad de programación, ya que necesitaban configurar la base de datos para almacenar los millones de libros que Bezos había fijado para el negocio.
También necesitaban configurar el sitio web, por lo que Shel siguió uniendo eso. Poco tiempo después, contrataron al segundo empleado y luego, tanto Shel como el nuevo empleado, Paul, siguieron trabajando en la interfaz del usuario, para finalmente convertir la página principal de Amazon en lo que puedes ver hoy. Pero recuerda, en aquel entonces, solo estaban vendiendo libros.
Como uno podría pensar, no fue tan fácil comenzar, pero tampoco habría sido tan difícil mejorarlo y ponerlo en marcha. Se mostró un tremendo nivel de ética de trabajo, además de disciplina y creencia en la idea.
Como habrás visto, los recursos eran escasos, y los estiraron todo lo que podían; las cafeterías se convirtieron en lugares de reunión, las puertas se convirtieron en mesas, y las casas se convirtieron en oficinas. Tú entiendes. No es diferente a lo que la mayoría de la gente hubiera hecho al iniciar un negocio desde la cochera de su casa.
Cada acción era deliberada. No puedo evitar ver todas las huellas dactilares de Bezos en la configuración y estructuración de las cosas. Había algo de ironía en sentarse en el Starbucks de Barnes and Noble en Bellevue y tramar el surgimiento de un negocio que algún día dejaría sin sentido a Barnes and Noble. Me pregunto, si los gerentes hubieran sabido esto, ¿habrían permitido que Bezos, Mackenzie y Shel los usaran como una segunda base de operaciones?
Cuando llegó el momento de infundir efectivo en el negocio, era casi táctil y listo en ese momento. Bezos, que estaba a cargo del negocio, comenzó a obtener capital de riesgo en Seattle. Tenía una sensación de tratar de mantener todo cerca de casa. Compró a algunos de los patrocinadores y consiguió un bocado. Una firma de capital de riesgo del centro de Seattle fue la que finalmente aceptó asumir el total de 1 millón de dólares en acciones, pero las conversaciones se incendiaron cuando redujeron a la mitad la valuación de Bezos y querían tomar a cambio el 50% del capital de Amazon.
Bezos lo rechazó sin dudar. Como ya sabrás, finalmente convenció a sus amigos, familiares (entre ellos sus padres), excolegas y a todos los que él conocía para unir y financiar ese primer millón. Todos ellos solo recibieron un 20% a cambio.
Bezos no minimiza ese evento y reconoce que, si no hubiera llegado a ese millón de dólares, Amazon nunca hubiera podido lanzarse.
Aquí hay otra razón por la que Bezos es la encarnación absoluta de Amazon. A raíz del éxito de Amazon, los principios de la firma de capital de riesgo exigieron que se les hiciera una valoración más baja sobre esa decisión. Lo que más llama la atención es que deberían haber visto a Amazon como una extensión de Bezos y no como una cesta de riesgos. Estaban seguros de que Barnes y Noble lo derrotaría en cuanto Amazon apareciera. No contaban con la resiliencia y tenacidad de Bezos, por no mencionar su capacidad para pensar en una salida.
El servidor fue finalmente terminado y el sitio web ya estaba listo; la base de datos era simple, pero funcional. Paul y Shel habían logrado hacer un trabajo decente y, finalmente, encendieron las luces el 5 de julio de 1994. No hubo publicidad previa a la apertura; recuerda que esto ocurrió a principios de los 90 y aún no existía Google PPC. Sólo existían los navegadores Netscape y otras cosas más. Sin duda, el Internet estaba llamando rápidamente la atención de los usuarios. El Internet estaba teniendo un crecimiento de más del 300% anual, pero su infraestructura todavía era bastante delgada. Todavía existía un puente entre las tiendas tradicionales y electrónicas. Por cierto, en ese momento, no existía Facebook ni las redes sociales. Las compañías transversales necesitaban tener la capacidad de atraer sus clientes existentes a su sitio web, o utilizar medios convencionales para publicitar su presencia, y hacer que los visitaran desde allí. En su mayor parte, la obra en línea no se había escuchado lo suficiente y, de hecho, Amazon se dirigió a las espesas junglas para lograr que la gente ingresara la URL del negocio y realizara una compra.
Bezos y Shel manipularon las computadoras para que sonaran cada vez que se realizaba una venta, y lo hicieron poco después de su lanzamiento. Cada vez que llegaba una venta, sonaba fielmente. Durante el primer mes, este sonido fue una distracción, ya que el volumen de ‘dings’ aumentaba rápidamente, tanto es así que tuvieron que apagarlo.
Para cuando llegó el otoño, estaban haciendo alrededor de 20,000 dólares en ventas semanales. Nada de eso fue aprovechado. Todo se invertía para hacer crecer el negocio. Este era el sello de Bezos. Incluso como un alter ego, representó a Amazon de la misma manera que representaba su propia vida. Usó el dinero para hacer la reinversión y se mantuvo austero. Era casi inaudito que una startup de tecnología fuera generadora de ingresos en los años 90. El estallido de la revolución del Internet de los años 90 está plagado de historias de compañías fallidas, altas valoraciones a costa de ingresos nulos y rentabilidad negativa. Las compañías de ese entonces siempre se dirigían al callejón del capital riesgo para acumular hallazgos basados en promesas y sonrisas.
Por otro lado, Amazon estaba ganando dinero real para invertirlo en el negocio. El discurso de Bezos para los existentes y futuros inversionistas involucraba reinvertir antes de dividir. Todos estaban de acuerdo. Uno tiene que entender que la ronda inicial de inversionistas angelicales que recaudó un millón de dólares se basó puramente en la relación. Vamos a aclarar eso. No fue dinero regalado; era dinero invertido en un negocio que alguien de confianza estaba promoviendo. Sus padres invirtieron unos cientos de miles de dólares, aunque la primera pregunta de Mike a Bezos fue: “¿Qué es el Internet?” Aparentemente, esa pregunta fue compartida por todos los amigos y familiares que invirtieron en Bezos. Tenemos que tenerlo claro, sin Bezos, la inversión no se hubiera realizado. Bezos podría haber respaldado la venta de fundas para asientos de inodoro y ese primer grupo habría respaldado el esfuerzo. Esta es otra razón por la cual Amazon es Bezos.
En 1999, Bezos fue a Kleiner Perkins y recaudó exitosamente 8 millones de dólares en una serie A (la primera ronda significativa de financiación de capital riesgo de una compañía). Dos años más tarde, Amazon se hizo pública, y pedía 18 dólares por acción. Dos años después, Bezos fue nombrado el Hombre del Año por Time. Lo tuvo bien merecido porque Time reconoció la contribución de Bezos al Internet, además de haber popularizado el aspecto del comercio electrónico.
Lo que la mayoría de la gente no entiende sobre el Internet es que es un mundo donde el conocimiento y el comercio coexisten, y no es accidental que Amazon se alimente de esa relación. La versión moderna de Amazon, que ascendió rápidamente para poder venderle cualquier cosa a cualquier persona, se basa en la capacidad de obtener información sobre los productos y el problema subyacente que resuelve. Bezos fue directamente responsable de la estructura y forma que adoptó el Internet cuando diseñó Amazon y su forma actual.
Bezos se adapta a ambos roles de manera fácil y cómoda: el papel para liderar y abrir caminos hacia lo desconocido, y para seguir y aprender de otros líderes. Realmente, esa es la característica de un verdadero líder.
Sus habilidades de liderazgo no eran las de los típicos gerentes. Hay un aire de intensidad en lo que exige de un empleado, que, de ninguna manera, tiene un solo sentido. Él se exige lo mismo y, probablemente, lo hace con mayor intensidad.
La marca de liderazgo que está arraigada en la fibra de su ser es aquella que comprende que la perfección no es inalcanzable y que el orden establecido solo es temporal. Puedes cambiarlos para adaptarlo a tu visión, o alguien más lo va a cambiar para que se ajuste a la suya. En este caso, te convertirías en el seguidor y ellos se volverían los líderes.
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