Lana o timbre

Ha comenzado a deambular por la casa. Pero es prudente, espera a que todos se vayan. Parece obsesionada con mis cosas. La encontré con perlas y anillos, cantando sobre mi música preferida. Y aunque desafina, tiene buen caño. Dan ganas de llorar.

Si estuviera viva, haría un nudo en sus cuerdas vocales. Su timbrecito eléctrico me recuerda al canario aquel. Deseo abrirle la jaula, quebrarle las alitas. Hacer un puchero con ella. Cantar desde su boca y decir cosas horribles. Pero no puedo. La sigo como un perro. Que mi rabia la despeine.