Domingo

Qué curioso. La falta de humanidad de Lana Carne altera a la familia. Más allá del vestido y los accesorios, lo más interesante es su falta de tacto, de nobleza, el endurecimiento de sus extremidades. Por lo demás, llega a trascender al original. No es una copia torpe. Frente a ella, ni los chicos son tan monstruosos.

Yedra la miraba desde un costado, con su incredulidad pagana. El espectáculo no la divierte. No entiende su sentido. Ha estado aguantando en silencio pero se siente insultada frente a los contoneos del aserrín inferior, así la llama.

Una criatura extraña puede revertir la perversidad de una familia. Ahí radica su valor. Me siento feliz con esta Lana caliente.

Mis juegos sin alma han perdido interés. Ahora entiendo el amor. Qué precioso regalo del destino.