Sed de cielo

Me quedo hipnotizada viendo gotear la canilla del baño. O las sombras que produce la ciudad en la pared del patio. La luna se estrella cada noche contra mi casa. La realidad no me interesa, pasa imperturbable como si fuera una película que ya vi. Siempre los mismos actores, y ella, acicalada para torturarme. Me siento sola, terriblemente sola.

Me digo que ya se está por acabar. A lo mejor debo alejarme de esta casa. La familia es un infierno.

Tal vez debería rumbear para el cementerio, pero allí no hay nada que me interese. La muerte debe estar en otro lado, entretenida. Se olvidó de pasarme a buscar. Parezco una quinceañera lista para salir, a la que el demonio dejó plantada.