Objeto 2: Oscuridad

La noche es una cavidad que conduce a la gran trampa. Me atoro en la entrada. Leo hasta que el sol desaparece en el edificio de enfrente. Hay libros en todas partes. Mamá regaló los míos cuando me internaron. Ahora han vuelto a mí. Aprendo el sustantivo del arte. La cosa en el espacio. Me abismo pensando en el mundo como un cubo desproporcionado y sin límites. Estudio teorías del arte y repito en el silencio de su cabeza: Ven la cáscara, no el nudo. Los objetos poseen misterio. Yo tengo la capacidad de no saber y de arrastrarme solo en la belleza de la forma.

Me veo como una fisura en el espejo. La puerta por la que desaparecerán las cosas. Pienso en liberarlas de su destino mercantil y miserable. Quiero ser su Alí Babá.

Reflejado en las esferas del comedor tengo orgasmos formidables. Si me ubico en un punto exacto del espacio, mi reflejo multiplicado excita la conciencia. Tengo pensamientos perversos, simultáneos. Le paso el paño mil veces a cada hemisferio como en trance.

He creído ver el futuro. Un sable deforme: el sexo crece en direcciones opuestas, como una elipsis de furia.