Nota sobre las fuentes

Este libro se basa casi exclusivamente en documentos públicos: notas de entrevistas con más de mil personas que desempeñaron un papel directo en la guerra que libró Estados Unidos en Afganistán, así como cientos de memorandos del Departamento de Defensa, cables del Departamento de Estado y otros informes públicos.

Después de presentar numerosas solicitudes a partir de 2016 y de interponer dos demandas amparándose en la Ley de Libertad de Información, The Washington Post consiguió que la Oficina del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) desclasificara los documentos de las entrevistas de Lessons Learned.

Las demandas del Post acabaron obligando a la SIGAR a publicar más de 2.000 páginas de notas y transcripciones inéditas de 428 entrevistas, además de varios audios. Los miembros de la SIGAR realizaron las entrevistas en el marco del programa Lessons Learned entre los años 2014 y 2018. Casi todas ellas pusieron el acento en sucesos ocurridos durante las administraciones Bush y Obama. Unas treinta entrevistas están transcritas, por lo que son relatos textuales. El resto son resúmenes mecanografiados con notas y citas. La SIGAR ha estipulado ante un tribunal que todo el material publicado fue verificado de forma independiente por la agencia.

La mayoría de los entrevistados eran americanos. Los analistas de la SIGAR también viajaron a Europa y Canadá para entrevistar a docenas de representantes de Exteriores de países de la OTAN. Además, visitaron Kabul para entrevistar a miembros actuales y pasados del gobierno afgano, así como trabajadores humanitarios y consultores de desarrollo.

La SIGAR tachó los nombres de la mayoría de los entrevistados, cerca del 85 %, amparándose en una serie de exenciones previstas por la Ley de Libertad de Información. En sus alegatos ante el tribunal, la agencia calificó a esos individuos de delatores e informadores, señalando que podrían sufrir acoso o vergüenza en caso de que se publicaran sus nombres.

El Post pidió a un juez federal que obligara a la SIGAR a revelar los nombres de todas las personas a las que entrevistó la agencia para el Proyecto de Lessons Learned. El periódico alegó que la gente tiene derecho a conocer la identidad de los representantes que criticaron la guerra y admitieron que las políticas del gobierno habían sido equivocadas. El Post también adujo que esas personas no eran delatores ni informadores, porque la SIGAR las entrevistó a fin de publicar una serie de informes, no en el marco de una investigación legal. Por ahora, el largo litigio sigue sin resolverse.

Por otra parte, comparando fechas y otros detalles, el Post identificó por su cuenta a treinta y cuatro de las personas entrevistadas, entre las cuales hay ex embajadores, oficiales del Ejército y empleados de la Casa Blanca.

El Post trató de obtener declaraciones de las personas que logró identificar. En las notas al final figuran las respuestas de aquellas personas que el libro cita por su nombre.

En cuanto a los cargos de las personas entrevistadas para el Proyecto Lessons Learned y no identificadas (por ejemplo, cuando se cita a «un alto cargo del Departamento de Estado» o a «antiguo empleado de la Casa Blanca»), este libro los describe en función de la información aportada por la SIGAR como respuesta a las solicitudes del Post, así como del contexto de las entrevistas.

Además de no revelar nombres, la SIGAR reescribió fragmentos de las entrevistas, incluyendo información posteriormente clasificada por el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y la DEA.

Los memorandos de Rumsfeld, los copos de nieve, llegaron al Post vía el Archivo de Seguridad Nacional, una organización de investigación sin ánimo de lucro afiliada a la Universidad George Washington.

La mayoría de las entrevistas de historia oral con el Ejército fueron realizadas por el Proyecto Operational Leadership Experience (Experiencia de Liderazgo Operativo), parte del Instituto de Estudios de Combate en Fort Leavenworth (Kansas). El Instituto entrevistó a más de seiscientos miembros de las fuerzas armadas entre 2005 y 2015 al volver de Afganistán. La mayoría eran oficiales en activo del Ejército con al menos cinco años de experiencia y matriculados en cursos de formación militar profesional en Fort Leavenworth, pero también había algunos soldados alistados y personal de otras secciones de las fuerzas armadas. Las entrevistas de historia oral con el Ejército son transcripciones desclasificadas, públicas y literales basadas en grabaciones de audio. En este libro se identifica al personal militar según el rango que ostentaban cuando se les entrevistó. Muchos cumplieron diversos períodos de servicio en Afganistán.

En este libro también aparecen un puñado de entrevistas de historia oral del Centro de Historia Militar del Ejército de EE. UU. en Washington D. C. Dichas entrevistas, hechas a altos mandos en 2006 y 2007, abordan los sucesos de la guerra de 2003 a 2005.

Las entrevistas de historia oral de la Universidad de Virginia con altos cargos de la administración Bush fueron realizadas por el Centro Miller, un instituto imparcial e independiente de la universidad especializado en el estudio de presidencias. El Centro Miller publicó una parte de su colección de historia oral sobre George W. Bush en noviembre de 2019. Sus profusas transcripciones se basan en grabaciones de audio.

Y, por último, este libro extrae información de varias entrevistas diplomáticas de historia oral realizadas por la organización sin ánimo de lucro Asociación para los Estudios y la Formación Diplomáticos. Entre su extensa y pública colección, hay entrevistas con diplomáticos estadounidenses que versan sobre sus experiencias sobre el terreno durante las últimas ocho décadas.