Cuando mi amigo Felipe Botaya me pidió que escribiera el prólogo de su tercer libro, cometí al instante la grosería de rechazar su ofrecimiento. Ni siquiera le agradecí que pensara en mi persona para compartir su libro en las primeras páginas. Al contrario, incluso le propuse que buscara alguien de mayor calado y prescripción sobre sus posibles futuros lectores, lo que supuse, a la postre, le ayudaría a vender más ejemplares.
No obstante y prueba de que usted, lector, está leyendo estas líneas, más tarde accedí ante su insistencia. Pero esto me supuso un problema: ¿qué podría decir? Aún cuando conozco el libro desde sus inicios, desde los esbozos de la historia, desde mucho antes de que se escribiese una sola página, ¿cómo podría opinar objetivamente y dejar de lado la admiración que me causa la entrega de Felipe Botaya cuando se sumerge en la investigación y desarrollo de estos temas históricos que tan bien domina?
Su anterior libro, Operación Hagen, gustó a lectores apasionados por la intriga y a los eruditos de la historia, independientemente del bando en que el se situasen para leerla. Debo confesar que incluso yo mismo soy reacio a encontrar bondad alguna en la épica militar en general, y alemana en particular. Sin embargo, he de admitir que hago una excepción con las obras de Felipe Botaya, quien además, con rigor, busca y provee datos históricos para los coleccionistas más exigentes.
Antártida 1947. La batalla que nunca existió es un claro ejemplo de esta mezcla de erudición histórica y entretenimiento. Confieso que además de divertirme leyéndola, he vuelto a consultar los Atlas para reconocer en los mapas aquellos puntos y coordenadas donde se desarrolla la historia que nos cuenta.
La Antártida siempre se me ha antojado como un continente misterioso, alejado, de intachable novedad y más allá de todo convencionalismo. Pero es que, además, ¿hay mayor convencionalismo que una guerra?
Y es justamente de esto último de lo que habla la novela: la guerra. Mejor dicho, nos narra las incidencias misteriosas de una operación militar una vez acabada la II Guerra Mundial. Una operación militar que por cierto, como tantas, nunca existieron “oficialmente” y sobre las cuales nada saben los libros de historia.
De todo aquello que los militares y los gobiernos ocultan a la opinión pública y a sus propios aliados —máxime si el resultado de sus aventuras ocultas no es el esperado— nos habla la novela.
Para lograrlo, Felipe Botaya ha entrevistado durante dos años a muchas personas, ha “buceado” en libros fuera de circulación, también en librerías de tomos de ocasión que sus colaboraciones docentes con escuelas de negocios y universidades le han permitido al visitar Berlín, Londres, Roma, París… En todos estos y más lugares es donde ha encontrado bibliografía casi oculta entre los miles de libros “políticamente correctos” que descansan a la vista del público interesado en la historia oficial de vencedores y vencidos, de esas guerras, todas las guerras, en las que nunca gana nadie y acaso perdemos todos.
Antártida 1947. La batalla que nunca existió, es un ejercicio de investigación y descubrimiento. Es una novela que desvela aquello que quienes mueven los hilos de los desastres y las guerras, creen tener a cubierto de las miradas curiosas de la propia historia. Y es que a veces, para destapar todas estas tramas es necesario un escritor valiente, perseverante, riguroso, con la voluntad lo suficientemente firme de demostrar que nada, ni tan siquiera el secreto mejor guardado, puede permanecer bajo los hielos durante mucho tiempo.
Desde los blancos y gélidos territorios de la Antártida, desde los despachos de las capitales vencedoras del penúltimo desastre habido entre los pueblos civilizados va emergiendo hacia nosotros una historia que, poco a poco, sumerge al lector en una lectura amena y esclarecedora de uno de los desastres mejor guardados hasta ahora por el ejército más abrumadoramente potente de todos los tiempos.
¡Ah! y no debe olvidarse que la guerra ha continuado desde entonces en más de doscientos conflictos armados en los cinco continentes, con más víctimas entre muertos y desplazados que en las dos guerras mundiales juntas. ¿Conoceremos libros y escritores que descubran los entresijos de estas guerras y que ayuden a entender la locura de nuestros tiempos?
Alfonso Viñuela
Director General de FORMACTIVA
Profesor en Escuelas de Negocio y Universidades