BOTELLA

 

 

Le dije a Caneca que dejara abierta la puerta del frente pa no tener que gritarle desde fuera a esa hora cuando llegara yo, tarde en la noche, borracho para poder bregar con el viejo, que paga bien pero apesta a ron por más que se bañe. Como siempre, se le olvidó y no me quedó otra que gritarle, Paco, Paco, que es su nombre pero yo le digo Caneca, aunque él no sabe na. Le grito Paco, Paco, y me oye y entro y me da comida y una línea y me lo mama y le pido que hoy quiero que me la saque con la boca, que él me la saca como nadie, para no tener que darle, pues la verdad que no podía clavármelo esa noche pero tampoco me venía y entonces me dijo que me lo clavara y me lo clavé y le dije que me venía pero no era así y grité y le dije que él era mío y el viejo se vino y yo me reí porque me daba gracia que fuera tan maricón.

Me fui a casa pero la puerta estaba trancada y había una nota en la puerta diciéndome que esta vez sí, que yo era un abusador y que me fuera de una vez por todas. Toqué la puerta y me abrió la mai y me dio una bolsa con mis cosas y me dijo que no podía pasar, que la nena, su hija, o sea, mi mujer, no me quería ver. Me fui con la bolsa para la casa de Caneca y lo llamé pero no me abrió. Lo llamé dos veces más y no me abrió. Chequié la puerta del frente y estaba abierta. Llamé pero del viejo, nada.

Fui directo a la nevera y tomé agua porque la coca me daba sed y el camino era largo y ahí fue que sentí la peste a mierda y dije el viejo está cagando y fui al baño a decirle cualquiera viene y te mata tú dejando esa puerta abierta y cuando voy Caneca está en el inodoro con la lengua salía y un cable en el cuello.

Me cagué del susto y dije pal carajo, me voy de aquí y me fui. Pero ya casi llegando a la playa, adonde iba a ver si encontraba otro viejo o un gringo, me acuerdo de las huellas digitales y vuelvo donde Caneca. La puerta estaba igual y me quito una media para borrar las huellas de la cerradura y limpio las de la nevera y las del vaso y las de todo el lugar, por poco paso la media por toda la casa y me pregunto si las huellas se quedan en el pelo porque agarré por el pelo a Caneca cuando me lo mamaba, pero no creo y me olvido de eso y me pongo la media y me voy pa la playa. La peste a mierda se me queda en la nariz y por todo el camino me da por ver debajo del zapato a ver si pisé una pues el olor no se aleja.

Me voy a la playa y no hay un alma y encuentro un periódico y me pongo a leer y me acuerdo del ADN en el cuerpo del viejo y regreso para su casa, pero antes compro cloro para pasárselo a Caneca y borrar el ADN, que se borra con cloro.

Compro el cloro y la vieja que me lo vende me mira como diciendo para qué quiere éste cloro a esta hora. Llego a casa del viejo y entro. Primero le echo el cloro por los labios, me quito la media, me la pongo como guante y le abro la boca para echarle adentro. Después lo empujo con la pierna para que caiga en la bañera y ahí le echo más cloro por detrás que está to sucio. Lo abro bien y le echo hasta que se acaba la botella y prendo la ducha y lo dejo ahí.

Cuando iba a salir me acuerdo de la botella vacía y regreso a buscarla. Salgo de nuevo y no hay un alma en la calle. Vuelvo a casa y le pido perdón a ésta y me perdona. Quiere que lo hagamos pero no se me para por la coca y por el susto y me dice que yo huelo a cloro, que huelo a motel y me bota de nuevo y la mai me da la bolsa con mis cosas y me voy a dar una vuelta pensando dónde puedo dejar la bolsa porque a la playa no puedo volver con la bolsa y decido ir a casa de un profesor que antes yo me cogía pero ya no quiere y lo llamo.

Me abre y me dice que huelo a cloro y yo me invento que estaba en una piscina. Pido que me deje bañar y me deja. Se mete al baño conmigo porque dice que yo le robo si me deja solo, y es verdad porque yo le robé unos CD que nadie me quiso comprar porque eran raros. Me baño y él me mira pero no hace gesto y yo me lavo el guebo para que me lo vea a ver si se pone en algo pero nada. Me da café y deja que me acueste un rato pero después tiene que ir pa la misa y me despierta y me dice que me vaya. Hago como que me olvido de la bolsa y la dejo.

Paso por casa de Caneca y todo se ve tranquilo desde fuera. No hay patrullas ni nada y decido irme a la playa a ver qué pasa. En la playa me encuentro a un tipo con quien nadie se va porque nunca tiene chavos y sólo paga con cosas. Bejuco, un chamaco flaco y grande que lo tiene de once pulgadas, una vez le sacó un televisor pero le dio trabajo venderlo en la playa y se lo tuvo que llevar para su casa pero lo dejó a medio camino porque pesaba mucho. El tipo me miró y me ofreció un cigarrillo y me fui con él para que pasaran las horas.

Me pagó con unas chancletas y una camisa y me las puse y me fui para la casa de Caneca. Nada, no había policías.

Dije mejor llamo yo y digo que se murió alguien en tal y tal sitio. Y llamo y hablo rápido y la mujer policía me dice que tengo que llamar a otro cuartel que no tienen patrulla y yo cuelgo pero antes le doy de nuevo la dirección de la casa de Caneca.

Me meto al cine Metro y me quedo dormido porque no me gustan las películas y el frío me da sueño pero se acaba la película y compro otra taquilla y me duermo otra vez pero se acaba y me tengo que salir del cine pero ya está de noche y vuelvo a la playa y ya hay más gente.

Mataron a Paco, me dice Niebla, otro tipo que se las buscaba y conocía al viejo. Yo le pregunté cómo fue pero me dijo que no sabía, que lo ahorcaron y le echaron cloro y me acordé que había dejado la botella vacía en la bolsa y viro para la casa del profesor, que ya había llegado.

La bolsa estaba encima de la mesa y la había abierto y me preguntó por el cloro y yo le dije que era para lavarme después, que eso mataba el sida y me dice que mataron a Paco y que le echaron cloro, y me pregunta que si yo sabía algo de eso y le digo que no, que no sabía, que era casualidad.

Me miró raro y entonces con un cable lo ahorqué para que no hablara.

Cogí su cartera y tenía como seiscientos pesos y dije compro un pasaje y me voy a México pero en el aeropuerto me preguntan que si tengo pasaporte y le digo que no, y mejor me compro uno para Boston, que allá vive una hermana mía. Pero me acuerdo que no tengo la tarjeta de votar y me voy a casa y ésta me la da pero me perdona y no me voy y pierdo el vuelo. Por la madrugada me levanta y me pregunta que de dónde yo saqué esas chancletas y la camisa y me dice que ella no es pendeja y me bota y me voy al aeropuerto y digo que me atrasé pero no hay vuelo hasta el otro día, entonces me voy pa la playa y sólo hay policías y no hay ambiente. De ahí me voy a Río Piedras y los guardias por tos los sitios. Me encuentro a Conejo y me dice que mataron a dos y que la policía está buscando al que fue, que fue un bugarrón de seguro. Le pregunto si no conoce a nadie que me reciba y me dice que me vaya a donde el del beauty que estaba dando vueltas y que se fue cuando vio tanto policía.

Arranco para la casa del del beauty y me deja entrar y me lo clavo. Me quedo dormido y el del beauty me deja dormir porque ese se enamora de los tipos y se los lleva a vivir con él. Al otro día me preparó un baño y me hizo desayuno y me había sacado algo de ropa para que estuviera cómodo. Yo me quedé en calzoncillo y lo puse a mamar en la mesa después de comer. Me quedé tres días pero al tercero me tenía cansado con el olor a esprey de pelo y me fui pa la playa y me encontré con Botella.

No se llama Botella pero yo le puse así porque siempre andaba con una botellita llena de cloro para lavarse después de un polvo y matarse cualquier pendejá. Me acuerdo de Caneca, que me decía estas marcas son cicatrices de guerrero. Botella me dice que lo están buscando o sospechan de él por lo del cloro y yo le digo que le regalo un pasaje para que se vaya a casa de mi hermana que estaba sola. Y me dijo que mejor que sí y nos fuimos a su casa y de ahí al aeropuerto y nos dicen que no se puede cambiar de nombre el pasaje pero ahí es que reconozco un tipo del ambiente y le hago seña y viene nervioso pero viene y yo le explico y Botella le explica que se va a casar con mi hermana. El tipo me dice que hablemos aparte.

Nos comemos algo. Después de un ratito le digo a Botella que me siga y llegamos al cuarto, el tipo está allí y nosotros de lo agradecidos ya lo teníamos parao pero el tipo dice que él lo que quiere es vernos bregar y bregamos y yo me lo clavo porque el tipo dijo que quería verlo así pero me vine rápido y como que quería más pero Botella se vino en mi boca y el tipo cambió mi pasaje y Botella se fue. Lloró el cabrón. Yo no fui, me dijo, y se fue.

Arranqué pa la playa pujilateao y por estar mirando pal carajo piso una mierda y es de algún cabrón tecato y me voy a la orilla y lavo la chancleta pero la peste no se va y me siento y dejo la chancleta pa que coja sol y me acuerdo de Caneca, que tenía las chancletas puestas cuando lo tiré a la bañera, y me acuerdo de Botella, de que es prófugo, de mi hermana sola y de ésta, que siempre me bota pero yo sé que me recoge de nuevo.

Cojo la chancleta y la huelo y todavía huele a mierda y no sé por qué me pongo a llorar como el cabrón de Botella.