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RUTINA ESTACIONAL:
PARA EQUILIBRAR TODO EL AÑO

Una de las lecciones del cuerpo mecánico cuántico consiste en que una persona no se interrumpe en los límites de su piel. Su existencia continúa hacia afuera en toda la naturaleza. Vata, Pitta y Kapha están en juego por doquier a nuestro alrededor, vinculando nuestra fisiología con el mundo en general. Por eso nuestro cuerpo cambia con el clima, presintiendo la lluvia en los huesos o tornándose perezoso en el despertar de los primeros días primaverales. Los doshas mantienen un observatorio meteorológico que detecta el calor, el frío, el viento, la humedad y todas las demás variaciones que acarrean las estaciones.

Cuando empieza a soplar un viento frío y seco, responde el Vata que tenemos dentro, porque él también es frío, seco y móvil. Percibe que algo similar a sí mismo ha comenzado a dominar el panorama. Cada dosha reconoce un tipo especial de clima que lo manifiesta, según el principio de que “cada cosa se entiende con sus pares”.

El clima frío y seco, así como el viento acumula Vata.

El clima caluroso acumula Pitta, más aún si es húmedo.

El clima frío y húmedo o de nieve acumula Kapha.

La palabra acumular significa que el dosha aumenta en respuesta a las influencias circundantes; si aumenta demasiado, la acumulación lleva al agravamiento, una etapa de desequilibrio grave. Si un dosha puede afectarnos fuera de estación, como cuando contraemos un resfriado en verano, es porque existe una demora o efecto de desborde. Se requiere tiempo para que un dosha se acumule hasta el punto en que empieza a alterar el funcionamiento del cuerpo. Las primeras semanas del otoño pueden parecer perfectamente cómodas, hasta que súbitamente nos sentimos nerviosos sin motivo alguno o experimentamos una punzada en las articulaciones.

El principio en funcionamiento aquí es el mismo que rige la resaca matinal: el cuerpo tarda algo en procesar un error y expulsarlo en forma de síntoma. Vata es el más rápido para moverse, seguido por Pitta, que puede tardar un mes antes de causar problemas visibles; por fin, Kapha, que se mantiene característicamente “pegado” como melaza fría durante todo el invierno, sólo para “fundirse” y fluir en la primavera: encontrarse con la nariz mojada y trastornos sinusoidales en las primeras semanas de primavera indica que debimos cuidar mejor a Kapha en pleno invierno.

LOS DOSHAS Y SUS ESTACIONES

Como en el caso de los ritmos del día, existen ciclos magistrales ajustados a los doshas que rigen durante todo el año. El cuerpo fluye automáticamente con estos cambios, siempre que no interfiramos. El Ayurveda divide el año en tres estaciones en vez de las cuatro habituales.

La estación Kapha coincide con la primavera.

La estación Pitta abarca los dos últimos meses del verano y el comienzo del otoño.

La estación Vata comprende los dos últimos meses del otoño y el invierno.

Un ciclo anual completo nos lleva a través de Kapha, Pitta y Vata, en ese orden, reflejando el ciclo diario. La estación del calendario que resulta absorbida es el otoño, pues queda dividida entre dos doshas. Se considera Pitta mientras prevalece el clima caluroso, y Vata en cuanto se torna frío, seco y ventoso. La gente que tiene un predominio de Vata sale al aire libre en uno de esos días secos y fríos que caracterizan el segundo mes de otoño, y sienten que el clima armoniza mucho con ellos… quizá demasiado. El carácter vivificante y animoso del otoño está sólo a un paso de la fatiga y la depresión que muchos sienten en esta época del año. El viento Vata parece atizarles la chispa interior y luego la apaga. Por eso hay que estar atento a fin de equilibrar todo el año, sobre todo cuando nuestro tipo físico se acerca a su período vulnerable.

Las tres estaciones ayurvédicas son sólo aproximadas y deben ser adaptadas a las condiciones de cada zona. En la India, por ejemplo, existen seis estaciones, de acuerdo con la llegada del monzón y otros cambios climáticos que no se conocen en la franja central del continente americano. En cambio, muchas zonas del Caribe tienen condiciones Pitta prácticamente durante todo el año, dando paso a un breve invierno Vata o Kapha.

En realidad no es el calendario sino la propia naturaleza la que nos indica cuándo habrá influencia sobre los doshas. Todo día húmedo, frío y borrascoso provoca un incremento de Kapha, ya sea en otoño, invierno o primavera. Los doshas tienen muchísima sensibilidad con respecto al clima. Aun en el Caribe se adaptan a los pequeños cambios que prevalecen en el clima, permitiéndonos experimentar un ciclo completo de Kapha, Pitta y Vata a lo largo del año.

LA RUTINA ESTACIONAL

Tradicionalmente el Ayurveda aconseja que todos sigamos una rutina estacional (ritucharya), para conservar el equilibrio a medida que cambian las estaciones. Esta rutina no requiere grandes alteraciones del estilo de vida: sólo un cambio de énfasis. Es preciso mantener siempre la rutina diaria ayurvédica, que sigue siendo de primordial importancia, y ajustarse a la dieta que apacigua el dosha principal (o el que haya especificado un médico del Ayurveda), con ciertas variantes acordes con la estación.

Estación Kapha
(primavera y principios de verano)

Prefiera una dieta más ligera, más seca y menos grasa que en las otras estaciones. Los productos lácteos más pesados (queso, yogur y helado) deben ser reducidos, puesto que tienden especialmente a agravar a Kapha. Son preferibles los alimentos y las bebidas calientes. Consuma más platos compuestos por sabores picante, amargo y astringente, y menos de sabores dulce, agrio o salado.

Estación Pitta
(pleno verano y principios de otoño)

Agni está naturalmente bajo durante el clima caluroso; por eso el apetito suele decrecer en el verano. Respete esta alteración y no coma demasiado. Prefiera los alimentos y las bebidas frescos, pero no helados. Durante el tiempo cálido el cuerpo requiere más líquidos, pero es importante no apagar el fuego digestivo tomando bebidas frías después de comer. Prefiera los sabores dulce, amargo y astringente; reduzca lo agrio, lo salado y lo picante.

Estación Vata
(pleno otoño e invierno)

Prefiera los alimentos y las bebidas calientes, platos más pesados y una dieta más grasa que durante el resto del año. Asegúrese de que la comida esté bien cocida y sea fácil de digerir; acompáñela con abundantes líquidos calientes, ya sea agua o alguna infusión para Vata. Aumente los sabores dulce, agrio y salado, reduciendo lo amargo, lo astringente y lo picante. Evite los alimentos secos o sin cocer (sobre todo las ensaladas, las frutas y las hortalizas crudas). No se preocupe si aumenta su apetito: es una tendencia natural en el invierno y ayuda a moderar al dosha Vata; sin embargo, debemos cuidar de no comer más de lo que podamos digerir cómodamente.

Podemos añadir otros dos consejos generales:

• Coma productos frescos durante todo el año, sobre todo los que se cosechan en su zona.

• Evite los alimentos que no sean de estación, por ejemplo: reduzca el consumo de tomates y lechuga en el invierno y el de cereales en verano; no coma frutas que se importen a medio madurar de otras zonas, etcétera.

Como se verá, la ritucharya abarca principalmente los ajustes alimenticios que todos hacemos por sentido común. Pero, si observamos a los parroquianos de un restaurante en un glacial día de invierno, veremos que muchos de los comensales piden ensaladas frías y helados. Casi todos beben agua helada, cerveza o vino blanco frío, todo lo cual es malo para Vata durante esta valiosísima estación.

En general, la temporada en que debemos estar más alerta es la que corresponde a nuestro tipo físico: el verano para los Pitta, el invierno para los Vata y la primavera para los Kapha. Son épocas en las que debemos ser especialmente fieles al régimen que se ajusta a nosotros. Además, en el cambio de todas las estaciones el dosha Vata tiende a hacerse más vulnerable; por eso es conveniente tener cuidado con Vata cuando el invierno se convierte en primavera, la primavera en verano, etcétera, pues es entonces, típicamente, cuando atacan los resfriados y las gripes estacionales.

Si en su prakriti predominan dos doshas, como en la gran mayoría de las personas, puede equilibrar a cada uno de ellos al llegar la estación que le corresponde. Veamos un ejemplo práctico. Si usted es Vata-Pitta, seguirá una dieta apaciguadora de Vata en pleno otoño y principios de invierno —estación Vata— y una dieta apaciguadora de Pitta en el verano —estación Pitta—. La única estación restante es Kapha, que coincide con la primavera. Entonces mezclará la dieta Vata, que se ajusta a su dosha principal, con una dieta Kapha, que es la adecuada a la estación. Mezclar dos dietas significa componer la mitad de nuestra comida con lo indicado en la columna “Prefiera” de la dieta Vata y la otra mitad con alimentos de la columna “Prefiera” de la dieta Kapha.

Si nos obsesionamos con alterar la dieta para adecuarnos al clima, la vida se vuelve demasiado complicada. La rutina estacional ayurvédica debe ser sólo un modo más de fomentar el surgimiento de nuestros propios instintos naturales.