ESTE LIBRO ESTÁ DEDICADO
A
la invicta, y ya retirada,
campeona del mundo de los pesos de embarazadas,
y a
Mitey Joe,
sin el cual este libro tal vez no habría visto la luz,
y a
mis viejos amigos
Shirley Stuart, Bill Seely,
y a
los amigos y colegas escritores
de mi época en California del Norte:
Cleo, Maria, Carole, Dorothy, Jim, Carolyn, Candy y Lee, entre otros,
y,
una vez más,
a
People of the Page,
quienes me dan mucho más de lo que yo jamás podré darles.