La jerga de la Sangre
Al escribir sus libros, el vampiro Lestat utilizó una cantidad de términos que había aprendido de otros bebedores de sangre a quienes había conocido a lo largo de su vida. Esos vampiros que contribuyeron a la obra de Lestat escribiendo sus recuerdos y experiencias añadieron palabras de su propia cosecha, algunas de ellas mucho más antiguas que las que habían sido reveladas a Lestat. He aquí una lista de esos términos que en la actualidad son de uso corriente entre los no-muertos de todo el mundo.
La Sangre. Cuando la palabra aparece en mayúsculas se refiere a la sangre vampírica, transferida del maestro al neófito mediante un intercambio profundo y con frecuencia peligroso. Estar «en la Sangre» significa que se es un bebedor de sangre. El vampiro Lestat llevaba más de doscientos años en la Sangre cuando comenzó a escribir sus libros. El gran vampiro Marius, por ejemplo, lleva más de dos mil años en la Sangre.
Bebedor de sangre. La expresión más antigua para referirse a un vampiro. Era el término que usaba Akasha y que ella más tarde intentó reemplazar por la expresión «dios de sangre» para quienes seguían su camino espiritual y su religión.
Esposa o esposo de Sangre. La pareja de un vampiro.
Hijos de los Milenios. Expresión que se refiere a los inmortales que han vivido más de mil años y, más precisamente, a quienes han sobrevivido más de dos milenios.
Hijos de la Noche. Expresión de uso corriente para referirse a todos los vampiros, a quienes están en la Sangre.
Hijos de Satán. Término que designa a los vampiros de la antigüedad tardía y épocas posteriores, quienes creían que realmente eran hijos del Demonio y que servían a Dios sirviendo al Diablo, alimentándose de la raza humana. Su concepción de la vida era penitencial y puritana. Se negaban a sí mismos todo placer, con excepción de beber sangre y de la celebración ocasional de algún sabbat (una gran reunión) en el que se entregaban al baile. Vivían bajo tierra, a menudo en catacumbas o sótanos mugrientos y lúgubres. Desde el siglo XVIII no ha habido noticias de los Hijos de Satán y lo más probable es que la secta haya desaparecido.
El Don del Fuego. Es la capacidad de los vampiros antiguos de usar sus poderes telequinésicos para hacer arder la materia. Con el solo poder de sus mentes son capaces de quemar madera, papel o cualquier otra sustancia inflamable. Además, pueden quemar a otros vampiros haciendo arder la Sangre de sus cuerpos, hasta reducirlos a cenizas. Solo los vampiros más antiguos poseen este poder, pero nadie sabe cuándo ni cómo un vampiro lo adquiere. Un bebedor de sangre muy joven creado por un vampiro antiguo podría poseer ese poder de inmediato. Para hacer arder un objeto, es necesario que el vampiro vea lo que desea quemar. En resumen, ningún vampiro puede hacer arder a otro si no puede verlo, si no está lo bastante cerca como para dirigir su poder hacia él.
El Don de la Mente. Término vago e impreciso para referirse a diferentes poderes sobrenaturales de la mente vampírica. Gracias al Don de la Mente, un vampiro puede saber cosas del mundo exterior aun cuando esté durmiendo bajo tierra. Mediante el uso consciente del Don de la Mente puede escuchar telepáticamente los pensamientos de mortales e inmortales. Además, un bebedor de sangre puede utilizar el Don de la Mente para proyectar imágenes en las mentes ajenas. Por último, también puede emplear el Don de la Mente para destrabar una cerradura, abrir una puerta o parar un motor de forma telequinésica. Como ocurre con otras capacidades, los vampiros desarrollan este don de forma lenta y gradual, y solo los más antiguos pueden violentar las mentes ajenas con el fin de sacarles información o enviar una onda expansiva telequinésica para reventar el cerebro y las células sanguíneas de otro bebedor de sangre o de un ser humano. Un vampiro es capaz de oír y ver a muchos otros vampiros de todo el mundo, pero para poder destruirlo mediante sus poderes telequinésicos necesita estar cerca de la supuesta víctima.
El Don de la Nube. Se trata de la capacidad, que poseen los vampiros más antiguos, de desafiar la gravedad, elevarse y moverse por las capas superiores de la atmósfera para recorrer con facilidad grandes distancias aprovechando los vientos, sin ser vistos por quienes están en tierra. No es posible decir cuándo un vampiro adquirirá esa habilidad; puede que el deseo de poseerla obre esa maravilla. Todos los vampiros realmente antiguos la poseen, lo sepan o no. Algunos de ellos desprecian ese poder y jamás lo utilizan, a menos que se vean obligados.
El Don de la Seducción. Nombre que se le da al poder que poseen los vampiros de confundir, fascinar, cautivar o seducir a los mortales y, en ocasiones, a otros vampiros. Todos los vampiros, incluso los neófitos, tienen este poder en alguna medida, aunque muchos de ellos no saben cómo utilizarlo. El Don de la Seducción supone el intento consciente del vampiro de «persuadir» a su víctima de la realidad de aquello que el vampiro desea que la víctima acepte. El Don de la Seducción no esclaviza a la víctima, sino que la confunde y la engaña. Este poder también depende del contacto visual. No es posible ejercerlo a distancia. En realidad, la mayoría de las veces exige un contacto mediante la palabra, además de la mirada, y con seguridad implica la utilización, en cierta medida, del Don de la Mente.
El Don Oscuro. Término para referirse al poder vampírico. Cuando un maestro confiere la Sangre a un neófito, le está otorgando el Don Oscuro.
El Germen Sagrado. Se refiere al núcleo cerebral o fuerza vital rectora del espíritu Amel, que se encuentra en el interior del vampiro Lestat. Antes de Lestat, el Germen Sagrado estuvo dentro de Mekare. Antes de pasar a Mekare, había estado en la vampira Akasha. Se cree que todos los vampiros del planeta están conectados al Germen Sagrado mediante una suerte de red o sistema de tentáculos invisibles. Si destruyeran al vampiro que contiene el Germen Sagrado, también morirían todos los demás vampiros del mundo.
El Jardín Salvaje. Expresión empleada por Lestat para referirse al mundo según su convicción de que las únicas leyes genuinas del universo son las leyes estéticas, aquellas que rigen la belleza natural que podemos ver a nuestro alrededor en todo el mundo.
El Pequeño Sorbo. Expresión que designa al acto de robarle sangre a una víctima mortal sin que esta lo sepa ni se percate de ello ni muera a consecuencia del hecho.
El Truco Oscuro. Se refiere al acto de crear un nuevo vampiro. Realizar el Truco Oscuro es extraerle la sangre al neófito y reemplazarla con la propia Sangre cargada de poder.
Hacedor. Término sencillo que designa al vampiro que inicia a otro en la Sangre. Se lo va reemplazando lentamente por el término «mentor». En ocasiones también se llama «maestro» al hacedor. Sin embargo, esa costumbre ha caído en desuso. En muchas partes del mundo se considera un gran pecado alzarse contra el propio maestro o intentar destruirle. Un hacedor no puede oír los pensamientos de su neófito, ni viceversa.
La Asamblea de los Eruditos. Expresión perteneciente a la jerga moderna popular entre los no-muertos para referirse a los vampiros que aparecen en las Crónicas Vampíricas, especialmente a Louis, Lestat, Pandora, Marius y Armand.
La Primera Generación. Son los vampiros que descienden de Khayman y que se rebelaron contra la reina Akasha.
La Reina de los Condenados. Expresión utilizada por Maharet para referirse a su hermana, la vampira Mekare, después de que esta tomara para sí el Germen Sagrado. La expresión era irónica, puesto que Akasha, la Reina derrocada que pretendía dominar el mundo, se refería a sí misma como Reina del Cielo.
La Sangre de la Reina. Se refiere a los vampiros creados por la reina Akasha para seguir su senda en la Sangre y combatir a los rebeldes de la Primera Generación.
La Senda del Diablo. Término medieval usado por los vampiros para referirse al camino que sigue cada uno de ellos en este mundo. Se trata de una expresión popular entre los Hijos de Satán, quienes consideraban que servían a Dios sirviendo al Diablo. Recorrer la Senda del Diablo era vivir como un ser inmortal.
Los no-muertos. Expresión corriente para referirse a los vampiros, sin importar su edad.
Neófito. Un vampiro nuevo, muy joven en la Sangre. También se refiere a la descendencia en la Sangre de un vampiro particular. Por ejemplo, Louis es neófito de Lestat. Armand es neófito de Marius. Maharet es neófita de su hermana gemela Mekare. Mekare es neófita de Khayman y este es neófito de Akasha.