SONETO TRISTE PARA MI ÚLTIMA CHAQUETA

 

 

 

Esta tibia chaqueta rumorosa

que mi cuerpo recoge entre su lana,

se quedará colgada una mañana,

se quedará vacía y silenciosa.

Su delicada tela perezosa

cobijará una sombra fría y vana,

cobijará una ausencia, una lejana

memoria de la vida presurosa.

Conmigo no vendrá, que habré partido,

y entre su mansa lana entretejida

tan sólo dejaré mi propio olvido.

Donde alentara la gozosa vida,

no alentará ni el más pequeño ruido,

sólo una helada sombra dolorida.

 

Rafael Morales