No tienen ojos, oídos, narices ni dientes. No tienen extremidades, corazón, hígado, pulmones ni cerebro. No respiran ni comen como nosotros. Es más, ni siquiera es posible verlas a simple vista. Pero no por eso debemos subestimarlas. Por un lado, las bacterias son organismos sumamente simples, pues consisten sólo de una célula. Por otro lado, son muy complejas y hasta sofisticadas en ciertos sentidos, y en su conjunto representan un grupo fascinante de criaturas. No te dejes engañar por su tamaño infinitesimalmente diminuto. Algunas bacterias pueden sobrevivir a temperaturas que te harían hervir la sangre, mientras que otras prosperan en ambientes más que gélidos. Algunas especies incluso son capaces de soportar niveles de radiación miles de veces mayores que los que tú tolerarías. Estas células microscópicas se alimentan de todo, desde azúcar y almidones, hasta luz solar y azufre. Las bacterias son la base de toda la vida en la Tierra. Fueron las formas de vida originarias, y es probable que sean las últimas en desaparecer. ¿Por qué? Porque ningún ser vivo puede existir sin ellas, ni siquiera tú.
Aunque quizá ya estás familiarizado con el hecho de que ciertas bacterias pueden causar enfermedades y hasta matar, quizá no estés tan enterado de la otra cara de la moneda: que incluso nuestros latidos, exhalaciones y conexiones neuronales ayudan a las bacterias a mantener la vida humana. Esas bacterias no sólo coexisten con nosotros —revistiendo nuestro interior y exterior—, sino que ayudan a nuestro cuerpo a realizar una cantidad inimaginable de funciones necesarias para la supervivencia.
En la primera parte del libro exploraremos el microbioma humano: qué es, cómo funciona y cuál es la increíble conexión entre la comunidad microbiana de tu intestino y tu cerebro. Aprenderás que padecimientos tan distintos como el autismo, la depresión, la demencia y hasta el cáncer comparten muchas cosas gracias a las bacterias intestinales. También analizaremos los factores clave para desarrollar un microbioma saludable, así como aquellos que pueden ponerlo en riesgo. Pronto entenderás que es probable que las epidemias modernas, desde la obesidad hasta el Alzheimer, se deban a nuestro microbioma enfermo y disfuncional. Al terminar esta primera parte verás con nuevos ojos los microorganismos intestinales y descubrirás que el futuro de tu salud está en tus manos.