para Muhammad Alí
Estoy empezando a entender
el misterio
del don del sufrimiento.
Es verdad como algunos
han dicho
que es un crisol
donde el oro de nuestro espíritu
se funde,
y resplandece.
Alí,
nos representas a todos
los que aguantamos la prueba del sacrificio
casi siempre solos
porque ¿quién puede comprender
qué persona o qué cosa
nos ha puesto en nuestros pies?
Con sus rodillas cansadas
nuestros antepasados nos alzaron
de la molesta posición
que tuvieron que aceptar
en el piso debajo
del piso.
He estado llorando
todo el día
al pensar en esto.
El halo del testimonio
la inacabable enseñanza
el largo camino a casa.