para Nurit Peled que me envió la fotografía Palestinos camino al trabajo; Rutina matinal
Confieso
no entender la mente
que necesita causar esto: trabajadores palestinos
amontonados como ganado
en una larga fila
para ir a sus lugares de mal pagados
empleos.
¿Cuán feliz puede hacerte
causar este sufrimiento?
¿Cuánto puedes dormir
cuando se acerca la mañana
y pretendes no saber
que ellos emprenden penosamente
su camino?
Soportando insultos
cuantiosos por milla.
Con frío,
hambrientos
increíblemente pobres.
Con náuseas
por el dolor
y el miedo
pero andando fatigosa, desesperadamente
hacia delante.
Por la gente
por los niños
por el orgullo de ser
quienes son ahora y quienes fueron antes.
Sin detenerse nunca.
Caminando penosamente adelante:
hacia la gélida
bienvenida
de tu puerta trasera.