¿Qué hace falta para ser feliz?

para Stephane Hessel, quien parecía saberlo

Incluso en esos días

la noticia es absolutamente mala.

Y todo lo que puedes hacer es salir de la cama

y si falla esto

agradecer que tienes una cama de donde no salir.

¿Qué hace falta para hacernos sonreír

cuando sentimos el filo de la espada

de la cólera y el odio

sobre el dorso

de nuestros pacíficos cuellos?

¿Qué hace falta

para alzarnos juntos

como si hubiéramos crecido así?

¿Qué hace falta para saber

que el día de la paz y la justicia

alguna vez llegará

sin importar quién

está dirigiendo

tan mal el tráfico?

¿Qué hace falta

para sentir una alegría tan fuerte

que casi puedes levitar?

Lo único que hace falta, realmente,

es presencia,

saber que tú y los que sienten

como tú,

ignorando obstáculos

llegarán.

Harán frente a las fugas, los desaires,

las noches de preguntarse

si y por qué:

los años del dolor a veces requerido

para saber

dónde es más esencial

aparecer.