para Rebecca
Diez años es mucho tiempo
y te he extrañado.
Pensé en esto
esta mañana cuando empecé a hacer
una espléndida (así salió) frittata.
Me enseñaste a hacerla. Tras diez años
en que asumí que no cocinabas —el tiempo se detiene
cuando estamos ausentes—
viniste a mi cocina y sin aspavientos,
mientras hablabas de cosas triviales,
hiciste la más deliciosa
frittata. No se pegó, no se quemó,
no quedó grasosa.
¡Era excelente!
En esos mismos diez años
traté de hacer frittatas pero temí que no se cocinaran
por completo; hasta arriba.
Pero no, mirándote de cerca, vi
que si la tuya amenazaba con quedar algo blanda
con toda calma la metías en el horno
lo cual me hacía pensar que de seguro la quemaría.
¡Pero no!
De allí salía con perfecta consistencia.
¡Deliciosa!
Quedaba sobrecogida.
Y por eso, hoy, pienso: son todas las simples veces
de compartir simples cosas
lo que hemos extrañado. El mutuo enseñar y aprender
que es, o debe ser, el derecho de una hija y una madre.
* N. del T.: Tipo de tortilla italiana consistente y gruesa que puede llevar carne o vegetales