M

 

 

 

 

 

machucho, cha

 

1. adj. Sosegado, juicioso.

2. adj. Entrado en años.

 

Para tener, doy poco y pido mucho;

si tengo pleito, arrímome al cohecho;

ni sorbo angosto ni me calzo estrecho:

y cátame que soy hombre machucho.

 

FRANCISCO DE QUEVEDO, Felicidad barata y artificiosa del pobre

 

 

mador

 

(Del lat. mador, -ōris).

 

1. m. Ligera humedad que cubre la superficie del cuerpo, sin llegar a ser verdadero sudor.

 

A pesar del contacto íntimo y delicioso de su prenda querida, a pesar del tibio y grato mador de aquella piel, cuya tersura, suavidad y fragancia envidiarían los pétalos de la magnolia y de la flor del loto, Morsamor sintió el frío de la calentura y se santiguó maquinalmente.

 

JUAN VALERA, Morsamor

 

 

madrigado, da

 

(Del lat. matrix, -īcis, madre, hembra de cría).

 

1. adj. Dicho del macho de ciertos animales, especialmente del toro: Que ha padreado.

2. adj. Dicho de una mujer: Casada en segundas nupcias.

3. adj. coloq. Dicho de una persona: Práctica y experimentada.

 

Mas no por esta mengua los valientes

del escuadrón católico temieron,

poetas madrigados y excelentes;

antes tanto coraje concibieron

contra los fugitivos corredores,

que risa en ellos y matanza hicieron.

 

MIGUEL DE CERVANTES, Viaje del Parnaso

 

 

maganto, ta

 

1. adj. p. us. Triste, pensativo, macilento.

 

Si me atrevo a hablar y hablo tanto,

es porque los poetísimos entiendan

que no es para aquí cisne tan maganto.

 

JUAN DE LA CUEVA, Ejemplar poético

 

 

magín

 

(De maginar).

 

1. m. coloq. imaginación.

 

A decir verdad, ninguna de estas teorías ocupaba largo tiempo el magín del tacaño, siempre atento a la baja realidad de sus negocios.

 

BENITO PÉREZ GALDÓS, Torquemada en la hoguera

 

 

majagranzas

 

(De majar y granzas).

 

1. m. coloq. Hombre pesado y necio.

 

Digo, así —dijo Sancho—, que, estando, como he dicho, los dos para sentarse a la mesa, el labrador porfiaba con el hidalgo que tomase la cabecera de la mesa, y el hidalgo porfiaba también que el labrador la tomase, porque en su casa se había de hacer lo que él mandase; pero el labrador, que presumía de cortés y bien criado, jamás quiso, hasta que el hidalgo, mohíno, poniéndole ambas manos sobre los hombros, le hizo sentar por fuerza, diciéndole: «Sentaos, majagranzas, que adondequiera que yo me siente será vuestra cabecera».

 

MIGUEL DE CERVANTES, Don Quijote de la Mancha

 

 

malquisto, ta

 

(Del part. irreg. de malquerer; de mal2 y quisto).

 

1. adj. Mirado con malos ojos por alguien.

 

No penséis que es como acá, que si un señor o prelado favorece a alguno por algunos fines, o porque quiere, luego hay las envidias y el ser malquisto aquel pobre sin hacerles nada.

 

SANTA TERESA DE JESÚS, Camino de perfección

 

 

máncer

 

(Del b. lat. manzer, -ĕris, y este del hebr.mamzēr, bastardo).

 

1. m. p. us. Hijo de mujer pública. U. t. c. adj.

 

Y hombres hay que dicen que máncer tanto quiere decir como mancillento, porque fue engendrado malamente y nace de vil lugar.

 

ALFONSO X EL SABIO, Las siete partidas

 

 

mandilandinga

 

1. f. germ. Picaresca, hampa.

 

No quiero, pluma mía, que vuestras manchas cubran las de mi vida, que (si es que mi historia ha de ser retrato verdadero, sin tener que retratar de lo mentido) siendo pícara, es forzoso pintarme con manchas y mechas, pico y picote, venta y monte, a uso de la mandilandinga.

 

FRANCISCO LÓPEZ DE ÚBEDA, La pícara Justina

 

 

mandria

 

(Quizá del it. mandria, rebaño).

 

1. adj. Apocado, inútil y de escaso o ningún valor.

U. t. c. s.

2. adj. Ar. Holgazán, vago. U. t. c. s.

 

Te engaña, que él no ha tenido

ni tiene bandera,

porque es un mandria,

que en toda su vida ha visto

al enemigo la cara;

y si quieres ver quién es,

mándale que te la traiga.

 

CALDERÓN DE LA BARCA, El segundo Escipión

 

 

manfla

 

(Quizá del ár. muḥālafah, alianza por mutuo juramento).

 

1. f. coloq. p. us. Mujer con quien se tiene trato ilícito.

2. f. germ. mancebía (|| casa de prostitución).

 

Todos iban deprisa. Chirriaban los faroles. Ni manflas, ni celestinas por la calle del Conde de Asalto; nadie bajo los arcos de entrada al distrito quinto. Soledad lejana.

 

MAX AUB, Campo cerrado

 

 

manflorita

 

(De hermafrodita).

 

1. adj. p. us. Dicho de un hombre: afeminado. U. m. c. s.

 

¿Qué son? —preguntó Fermín a un hombre—. ¿Son ladrones?

—No, son manfloritas.

 

PÍO BAROJA, La selva oscura

 

 

manflota

 

(De manfla).

 

1. f. germ. burdel (|| casa de prostitución).

 

La Católica Majestad, vestida con una bata de ringorrangos, flamencota, herpética, rubiales, encendidos los ojos del sueño, pintados los labios como las boqueras del chocolate, tenía esa expresión, un poco manflota, de las peponas de ocho cuartos.

 

VALLE-INCLÁN, La corte de los milagros

 

 

maniblaj

 

1. m. germ. Criado de una mancebía.

 

Me protegen la noche y el cambuj,

conozco igual la espada que la troj,

amo el aroma de almoraduj

si adereza el carnero el maniblaj.

Serenamente, oculto tras un boj,

espera desafíos mi carcaj.

 

EDUARDO LANGAGNE, Reposo del guerrero

 

 

mansarda

 

(Del fr. mansarde, y este de F. Mansart, 1598-1666, arquitecto francés que generalizó su uso y a quien se le atribuye erróneamente la invención).

 

1. f. buhardilla.

 

Pero, al bajar después por un plano inclinado del camino, hízolo con la velocidad del viento, devorando las dos leguas que aún faltaban para el término del viaje, cruzando praderas y sauzales, describiendo desvíos al través de alcantarillas y pequeñas calzadas; hasta que, de pronto, a la vuelta de una curva y en dirección hacia el nordeste, allá en medio del brumoso horizonte, surgieron, destacándose fantásticamente, las enhiestas mansardas del palacio de Levaresa, con sus flechas puntiagudas y sus crestas de labrado zinc.

 

ALBERTO DEL SOLAR, Contra la marea

 

 

marras

 

(Del ár. hisp. márra, y este del ár. clás. marrah, una vez).

 

1. adv. t. antaño (|| en tiempo pasado).

 

No obstante esta actitud, digna de consideración y de respeto, el coronel, que tenía ojos de lince, vio cómo algunos muchachos azorados se guardaban en los bolsillos precipitadamente las armas «mortíferas» de marras, y quitándose de ruidos, dando una formidable arremetida, cogió por el cuello al primer patriotero, y le gritó:

—¡Marche pa lante!

 

MIGUEL EDUARDO PARDO, Todo un pueblo

 

 

mefítico, ca

 

(Del lat. mephitĭcus).

 

1. adj. Dicho de una cosa: Que, respirada, puede causar daño, y especialmente cuando es fétida. Aire, gas mefítico. Emanación mefítica.

 

Forzoso es reconocer, no obstante, que en la época de la revolución, la exaltación política, la fe en las teorías llevada al fanatismo, lograba infiltrarse doquiera, saneando con ráfagas de huracán el mefítico ambiente de las intrigas cuotidianas en las aldeas.

 

EMILIA PARDO BAZÁN, Los pazos de Ulloa

 

 

melifluo, flua

 

(Del lat. melliflŭus, que destila miel).

 

1. adj. Que tiene miel o es parecido a ella en sus propiedades.

2. adj. Dulce, suave, delicado y tierno en el trato o en la manera de hablar. U. m. en sent. peyor.

 

Apenas había el rubicundo Apolo tendido por la faz de la ancha y espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos cabellos, y apenas los pequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la rosada aurora, que, dejando la blanda cama del celoso marido, por las puertas y balcones del manchego horizonte a los mortales se mostraba, cuando el famoso caballero don Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su famoso caballo Rocinante, y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel.

 

MIGUEL DE CERVANTES, Don Quijote de la Mancha

 

 

mengue

 

1. m. coloq. diablo (|| príncipe de los ángeles rebelados).

 

¡Las mujeres son peores que pateta! —dijo el vicario—. Echáis la zancadilla al mismísimo mengue.

 

JUAN VALERA, Pepita Jiménez

 

 

menegilda

 

(Acort. del n. p. Hermenegilda).

 

1. f. coloq. p. us. Criada de servicio.

 

Las pobres menegildas madrileñas no estaban hechas a sus gustos pantagruélicos y exóticos, forjados sobre las costumbres rusas, inglesas, alemanas.

 

FELIPE TRIGO, El papá de las bellezas

 

 

merdellón, na

 

(Del it. ant. merdellone, merdoso).

 

1. m. y f. coloq. Criado que sirve con desaseo.

 

Dios haga a vuestra merced muy venturoso caballero —hubiera dicho, circunspecto y solemne, doña Tolosa, por boca de la merdellona del mesón— y le de ventura en lides.

 

CAMILO JOSÉ CELA, Primer viaje andaluz

 

 

mesticia

 

(Del lat. maestitĭa).

 

1. f. p. us. Aflicción, pena, tristeza.

 

Cediendo a mi descrédito anhelante

la mesticia que tengo me defrauda,

y aunque el favor lacónico me aplauda

preces indico al celestial turbante.

 

LOPE DE VEGA, Mientes Fabio

 

 

mirífico, ca

 

(Del lat. mirifĭcus).

 

1. adj. poét. Admirable, maravilloso.

 

Cuanto pechos heroicos

te dan fama clarífica,

oh Lusitania, por la tierra cálida,

tanto versos estoicos

te dan gloria mirífica,

celebrando tu nombre y fuerza válida:

dígalo la Castálida,

que al soberano Tapia

hizo que (más que en árboles,

en bronces, piedras, mármoles)

en su verso eternice su prosapia,

dándole el odorífero

lauro, por premio del gran dios lucífero.

 

GÓNGORA, De Las Lusíadas de Luis de Camoes, que tradujo Luis de Tapia, natural de Sevilla

 

 

misoneísta

 

(Del gr. μισεῖν, odiar, neo- e -ista).

 

1. adj. Hostil a las novedades. U. t. c. s.

 

La respuesta desconcertó, sin duda, a los lectores. Lejos de alabar sus virtudes, trazaba un cuadro de caracteres negativos y estériles: «Buen apetito, trabajador, ordenado, egoísta, aferrado a sus costumbres, misoneísta, paciente, respetuoso de toda autoridad, animal doméstico».

 

JOSÉ INGENIEROS, El hombre mediocre

 

 

molondro

 

(Cf. molondra).

 

1. m. coloq. p. us. Hombre perezoso y torpe.

 

El pseudo que la echa por lo español, lo ha reemplazado con el marcial hijo mío, o hija mía: el que la da por lo extranjero, por el señor molondro.

 

FERNÁN CABALLERO, Lágrimas

 

 

monorquidia

 

(Del lat. mod. monorchis, pl. irreg. monorchĭdes,y este del gr. μόνορχις, que solo tiene un testículo, y -ia).

 

1. f. Med. Existencia de un solo testículo en el escroto.

 

En honor a la verdad, a Franco le faltaban huevos, en sentido literal, pues sufrió la pérdida del testículo derecho durante una batalla; sufría, por tanto, criptorquidia o monorquidia.

 

MIGUEL ÁNGEL ORDÓÑEZ, Dos siglos de bribones y algún malandrín

 

 

morigerado, da

 

(Del part. de morigerar).

 

1. adj. Bien criado, de buenas costumbres.

 

¿Cómo te haría yo comprender bien, oh sesudo y morigerado lector, lo que era la tal Feíta, en lo físico, en lo moral, en lo intelectual? Cien pliegos de papel no bastan para retratar a este curioso personaje.

 

EMILIA PARDO BAZÁN, Memorias de un solterón

 

 

morugo, ga

 

(De or. inc.).

 

1. adj. Dicho de una persona: Taciturna, huraña, esquiva. U. t. c. s.

 

Y Paco, el Bajo, desde el suelo, sintiéndose íntimamente culpable, sugirió para aplacarle, tal vez el Quirce, mi muchacho, él es habilidoso, señorito Iván, un poco morugo, pero puede servirle.

 

MIGUEL DELIBES, Los santos inocentes

 

 

mozcorra

 

(Del vasco mozcor, muchacha tetuda).

 

1. f. coloq. p. us. prostituta.

 

En los palcos los señoritos toman málaga y champaña Codorníu: o son muchos y «a cada uno lo suyo» les sale barato, o la mozcorra es dura de pelar.

 

MAX AUB, Campo cerrado

 

 

murria1

 

(De or. inc.).

 

1. f. coloq. Especie de tristeza y cargazón de cabeza que hace andar cabizbajo y melancólico a quien la padece.

 

No había costumbre de delatar al que padecía la murria, esa especie de sufrimiento era un mal general, una gripe del espíritu que se pillaba por temporadas.

 

LUIS MATEO DÍEZ, Fábulas del sentimiento