... variedades... 12 puntos reds... título en versalitas 20... lleva ilustración con foto de chica guapa con piernas...
Acabamos de ver, en proyección privada, la cinta cinematográfica parlante de largo metraje intitulada Forty-second Street. Como en otras ocasiones, la proyección se hizo en el idioma de Shakespeare sin la intrusión de esos molestos letreritos al pie del fotograma con que el común de los mortales deben de ver los filmes que nos llegan desde las capitales del cinema como: Hollywood, París, Londres, Alemania, etc. ¿Hasta cuándo tendrá que soportar nuestro público pagano semejantes arbitrariedades? Es hora ya de que las llamadas —con esa peculiaridad que tiene nuestro pueblo para poner nombre a todas las novedades—«películas sonoras» abandonen una práctica que pertenece al pasado, ¡a los conocidos filmes «silentes»!
En cuanto a la cinta que ocupa la atención de esta cronista, podemos decir que la encontramos muy movida, llena de música grata y de «bailables» fantasiosos, pero todo enmarcado por el buen gusto que caracteriza las producciones de los Hermanos Warner y del Teatro Payret, regenteado por nuestro dilecto amigo Hedelmiro Valcárcel. Es de notar en este filme la presencia de una actriz nueva y de encantadora presencia, a la que se ha bautizado, a la usanza de Hollywood, con un nuevo nombre de pila. Se llama esta preciosa criatura, Warner Baxter. ¡Delicioso nombre! Abierto a todas las sugeren (Suponemos, y creo que suponemos bien, que este tan acertado pseudónimo para la pantalla haya sido seleccionado en honor de sus descubridores, los famosos hermanos Warner productores de los mejores películas filmes que asolan nuestras mejores pantallas en estos días.) Anoten ese nombre porque esa monada de chica, lo aseguramos, hará carrera. Nunca nos habíamos divertido tanto en la oscura sala de un cinematógrafo que con la presencia fulgurante de esta rutilante estrellita que interpreta el role de Forty Secondstreet, la anónima bailarina del campo que con la doble pluma de sus bien torneadas piernas en la ciudad escribe su nombre bien alto en las luces encandecentes de las candilejas y los anuncios lumínicos, triunfando de la, como aquel que dice, de la noche a la mañana en el difícil arte de Terpsícore, y de tal manera rotunda que terminan, al final, por poner su mismo nombre, Forty Secondstreet, a la calle del teatro de sus triunfos.
Por ningún concepto deben nuestros lectores deben perderse esta maravillosa chica cinta con que inicia nuestro suntuoso Teatro Payret su temporada veraniega de 1933, a partir del próximo mes de junio, con su sala teatro remozada sin reparar en gastos pero como siempre a los precios más módicos al alcance de los más eximios presupuestos y con una nueva ventilación, capaz no sólo de vencer nuestra canícula estival sino también el calor humano que se desprende de las piernas maravillosamente parlantes, aun en reposo, en el rarísimo reposo de esas piernas cuando sus tersas pantorrillas cruzadas muestran las preciosas rodillas, y por supuesto en los sugestivos movimientos danzarinos de sus bailes en su cuando sus piernas hablan en ese Código Morse del tap dancin: todo eso y más, apretado en la tensa anatomía de Miss Baxter, la exquisita señorita Warner de los Hermanos ídem que encarna a la pizpireta y siempre alegre ballarina casquivana con el exótico nombre de Forty Secondstreet!
LUZ MIERES
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A partir del próximo mes de mayo, mes de las flores, «Luz Mieres», nuestra dilecta y culta colaboradora, partitirá de vacaciones en Biarritz y San Sebastián con la feliz autora de sus días. Ocupará su lugar en estas columnas de DEL HOGAR Y DE LA MODA la excelsa periodista y eximia poetisa, importada por esta su revista favorita del vecino país azteca, señora Rosario Sansores. ¡Bienvenida, doña Rosario! ¡Felices vacaciones en Europa y España, aventurera y audaz «Luz Mieres»!
LA REDACCIÓN