Muy lejos, en la morada celeste del gran dios Indra, hay una red maravillosa que ha sido colgada por algún ingenioso artífice, de un modo tal que se extiende indefinidamente en todas las direcciones. De acuerdo con los extravagantes gustos de las deidades, el artífice ha colgado una joya brillante en cada nudo de la red, y como esta es infinita, las joyas lo son también. De noche brillan como estrellas luminosas, y son algo asombroso de contemplar, porque podemos mirar de cerca cualquiera de estas joyas y ver reflejarse en su pulida superficie todas las otras joyas de la red, infinitas en número. No sólo eso, sino que cada una de las joyas reflejadas, refleja a su vez a todas las demás joyas. Toda la red está representada dentro de cada joya, del mismo modo que cada objeto del mundo no es sólo él mismo, sino que incluye a todos los demás objetos y de hecho es todos ellos.
Sutra Avatamsaka