Leche de almendras:
1 taza de almendras
4 tazas de agua a temperatura ambiente
Leche de avellanas:
1 taza de avellanas
4 tazas de agua a temperatura ambiente
Leche de semillas de calabaza y girasol:
½ taza de semillas de calabaza
½ taza de semillas de girasol
2 ½ tazas de agua fresca
Preparación para todas las variedades:
En un recipiente de vidrio, remojar las nueces y semillas en abundante agua por 12 horas. Al día siguiente, enjuagarlas y ponerlas en una licuadora con las tazas de agua, licuar muy bien, hasta conseguir una mezcla homogénea. Pasar la mezcla por un lienzo o un colador muy fino. La leche resultante durará 4 días en el refrigerador.
Beneficios de los frutos secos (nueces)
Los frutos secos contienen magnesio y potasio, minerales que colaboran en la regularización de todas las funciones celulares y en la excreción del sodio sobrante de la dieta. Tienen un bajo índice glicémico, que es la capacidad de los alimentos para elevar el azúcar en la sangre después de consumirlos. Esto las hace seguras para las personas con diabetes. También es segura para los enfermos del corazón, porque tienen un alto índice de grasas monoinsaturadas, que son los ácidos grasos que recubren las arterias. Desde el punto de vista nutriciional, se consideran grasas saludables.
Reconocidos estudios de epidemiología humana como el Nurses´ Health Study, el Iowa Health Study, el Adventist Health Study y el Physician´s Health Study, concluyeron que el consumo de nueces está vinculado a la reducción del riesgo de enfermedades cardiacas.
La leche vegetal es ideal para reemplazar la leche de animales en las diferentes preparaciones que se utilice, inclusive se puede tomar pura o para acompañar cereales.