El limón es conocido por sus propiedades curativas, preventivas y por su gran cantidad de vitamina C. Es un excelente purificador de la sangre y del hígado. Es recomendable tomar esta bebida diariamente al levantarse y 10 minutos antes de desayunar. El agua tibia ayuda a la digestón.
Ingredientes:
235 ml (8 onzas) de agua tibia
El jugo de medio limón
Preparación:
Mezclar los ingredientes y beber.
Este té es excelente para el manejo de las náuseas en tratamientos de quimioterápia y para aliviar enfermedades gástricas.
Ingredientes:
1 trozo mediano de jengibre pelado y rayado
2 tazas de agua
El jugo de un limón
Preparación:
Poner el agua a hervir con el jengibre durante cinco minutos. Tomarlo lo más caliente que se pueda. No adicionar ningún tipo de azucar.
El consumo regular de este té ayuda a controlar problemas estomacales, especialmente la inflamación del vientre.
Ingredientes:
20 hojas de menta
2 tazas de agua
Preparación:
Hervir el agua y servirla en una taza. Agregar las hojas de menta. Dejarlo reposar tapado por 3 minutos para extraer las propiedades de la menta.
Por sus propiedades antiácidas, este té es ideal en el control del reflujo gastroesofágico y los problemas de gastritis.
Ingredientes:
6 hojas de diente de león
2 tazas de agua
Preparación:
Hervir el agua y poner las hojas de diente de león en pedazos pequeños. Dejar reposar por unos 5 minutos para extraer las propiedades.