UNA NUEVA AMISTAD PARA RENACER
Somos dos seres que el destino uniría por la adversidad, cada uno con un recorrido diferente, pero con una enfermedad en común: el cáncer. Esa es nuestra historia, una historia movida en principio por el deseo de vivir y luego por querer compartir nuestra experiencia y así beneficiar a muchas personas que estén pasando por la dura prueba de ser diagnosticadas con cáncer.
Conocí a Draco en una conferencia sobre salud y nutrición. Era domingo y estaba por irme a casa, cuando el médico con el que trabajaba me preguntó si podía atender a un paciente más, a lo que respondí que sí. Recuerdo que entró y se sentó muy rápido en la silla.
—¿Tú qué haces? ¿A qué te dedicas? ¿Por qué tienes tatuajes? ¿No sabes que eso es malo para la salud porque libera metales pesados que dañan la sangre? —le pregunté, mientras observaba sus manos.
—Soy cantante y me llamo Draco Rosa —me respondió, pero yo nunca lo había escuchado.
—No te hagas más tatuajes —le dije, y me dispuse a analizar su sangre en el microscopio.
Muy a mi pesar me di cuenta de que su sangre se parecía a la de muchos pacientes que tenían cáncer y con quienes yo había trabajado anteriormente. No soy médica y por eso no creí conveniente comunicarle mis sospechas, así que le recomendé que fuera a ver a un doctor inmediatamente y que le hicieran otros tipos de exámenes de sangre. Sin embargo, hablamos de cambiar sus hábitos alimenticios, como evitar los azúcares y los productos lácteos provenientes de animales. Su nuevo estilo de vida se basaría solamente en alimentos derivados de plantas. Al final de la sesión intercambiamos teléfonos y se fue muy triste al ver la condición de su sangre.
Al día siguiente me sentía inquieta y le hablé para saber si había programado una cita con el doctor. Me dijo que estaba saliendo del hospital City of Hope (la ciudad de la esperanza) y le habían confirmado que tenía cáncer. Para Draco, que ha dedicado su vida a la música y a componer canciones que en su mayoría hablan de amor, ese fue uno de los días más tristes que ha vivido. Sin necesidad de que lo expresara con muchas palabras y solo con escuchar su voz, me di cuenta de las fuertes emociones, inquietudes y miedos que rondaban su mente y su corazón. Yo sabía lo que sentía porque pasé por la misma experiencia.
A pesar de lo duro que es el proceso de asimilar la enfermedad, su espíritu estaba combativo y sabíamos que no había tiempo que perder. Quedamos en que nos encontraríamos el fin de semana en su casa con el objetivo de iniciar lo que sería la base, el andamiaje de su recuperación de tan penoso flagelo. Se trataba, en el fondo, de enseñarle cómo debería alimentarse, la especial atención que merece el tema de los azúcares ocultos, el impacto negativo de los diferentes aditivos y preservantes que se encuentran en los alimentos y, especialmente, la forma como promueven el avance del cáncer.
Ese domingo fue un gran comienzo y me llenó de satisfacción. Conocí a su esposa Ángela y ambos se encontraban muy contentos y ansiosos de poder adquirir los conocimientos para mejorar el sistema inmunológico de él, a partir de algo tan elemental como la alimentación. Creí conveniente iniciar contándoles sobre mi experiencia de cuando me diagnosticaron y me dijeron que solamente me quedaban dos meses de vida. De esto ya han pasado más de 27 años. Hoy en día continúo dándole gracias a Dios por mantenerme sana para poder ayudarles a otras personas que están en la misma situación que yo estuve. Para mí es importante compartir todo lo que aprendí de la doctora que me asesoró. Ella también tenía cáncer y solamente con la alimentación se había recuperado.
Draco, con su mirada intensa, ponía atención a todo lo que le decía y tomaba apuntes en un cuaderno negro. Mostraba gran interés por el tema y tenía expectativas de curarse. Más tarde comenzamos a cocinar y a probar los platillos. Su reacción era decir “¡Qué rico! ¡Qué sabroso!”, mientras comía con mucho agrado. No obstante, después de varias horas y de tanto comer me dijo: “¿Será posible hacerlo todo líquido? Ya no quiero masticar más”. Ese tipo de apuntes siempre lo acompañan y personalmente me hacen mucha gracia.
Ahí me di cuenta de que nunca había conocido a alguien con tantos deseos de aprender y poner en práctica todo lo que estaba descubriendo. De hecho, me sorprendió el entusiasmo y la dedicación al aceptar su nuevo estilo de vida y el plan de alimentación. Nunca renegó o me dijo “Esto no me gusta”. Solo decía: “Si es bueno para mí, entonces vamos para adelante hasta la victoria”.
Estoy totalmente convencida de que Draco sabía de la seriedad de su enfermedad y estaba consciente de que tal vez la comida no lo iba a curar, pero que definitivamente era la base que sostendría el proceso y al mismo tiempo le ayudaría a reforzar su sistema inmunológico. De esa manera estaría en condiciones para comenzar y resistir cualquier tratamiento que escogiera.
Durante los meses siguientes y simultáneamente con la alimentación especial, Draco encontró un norte, es decir, su deseo de vivir, y tal vez lo más importante: se refugió en Dios. Encontró paz dedicándole tiempo a la Biblia y visitando la iglesia. Esto le traía un nivel de alivio que solamente proviene de la relación con nuestro Señor Jesucristo.
A pesar del dolor, la tristeza y la soledad durante este capítulo de su vida, siempre mantuvo su espíritu guerrero y le hallaba sentido del humor a todas las situaciones. Siempre se mostró positivo y lleno de mucha esperanza. Siempre decía: “Para adelante con Dios”.
Simultáneamente, su mundo artístico no dejaba de girar y para sus seguidores él no estaba enfermo. Incluso el 10 de abril de 2011 viajó a México a dar un concierto, a pesar de saber que este viaje lo iba a debilitar y que podría ser perjudicial para su tratamiento. En efecto, una vez allí se sintió muy débil por el viaje y la altitud. Le era difícil respirar, lo que le preocupaba mucho ya que no tenía la energía necesaria para estar en el escenario.
Al día siguiente me envió un mensaje de texto que decía: “Estoy en el aeropuerto de México saliendo para Los Ángeles. Me tomé mis vitaminas y la clorofila. Perdí unas cuantas libras más y estoy muy preocupado. El show de anoche fue un éxito. La vitamina B12 fue excelente, ya que me dio la energía que necesitaba para terminar el concierto”.
Más tarde, alrededor de las ocho de la noche, me escribió: “Estoy contento de estar de regreso en casa, me tomé cuatro onzas de jugo de pasto de trigo (wheat grass), un súper jugo verde y dos porciones de sopa. Fue un día muy especial, porque Ángela hizo una pasta con tomate y también una ensalada con aderezo de albahaca… ¡¡Súper delicioso!! ¿Qué puedo decirles? Llegué a casa con mucho apetito. Más tarde me tomaré un té y más clorofila antes de acostarme”.
Otro de sus mensajes que me conmovió mucho fue el sábado 23 de abril, decía: “La hemoglobina está a 8, sé que esto es temporal y que necesito ser fuerte. ¡Haré todo lo que esté en mis manos para recuperarme pronto! Tendré que mantener mi espíritu alto. Puedo sentir el amor de Dios por todos lados. Me siento emocionado. Esto es muy diferente de todo lo que había experimentado en toda mi vida. Estoy listo para continuar en mi camino de recuperación. ¡Dios murió por nuestros pecados y sé que él está conmigo!”. Y qué decir de este otro: “Me pesé hoy y estoy decepcionado por mi peso, solo 143 libras de flacones. A pesar de todo, tuve una noche muy linda. ¡Alegría total!”.
Es increíble que a pesar de su situación siempre terminara las conversaciones con algo positivo. Además, su deseo de compartir con otros sus experiencias era admirable. Así pues, decía: “Tenemos que compartir todo este conocimiento que estoy adquiriendo con el resto de los latinos y enseñarles la importancia de una buena alimentación. Tenemos que documentar todo para que otros se puedan beneficiar también”.
De ese modo decidimos juntar nuestros esfuerzos para marcar una diferencia en nuestras vidas y también influir en la de los demás. Nos mantuvimos en contacto todo el tiempo y hablábamos de las emociones que surgen en medio de ese sendero de incertidumbre y de todo lo que se siente cuando uno es afectado por una enfermedad como esta.
El mundo de Draco consistía en estrechar su relación con Dios y en aprender más sobre la nutrición. Incluso amplió tanto su conocimiento que llegó el momento en que él me estaba enseñando a mí también. Siempre experimentaba nuevas formas de consumir los vegetales. Creo que era para hacer más agradable y menos repetitivo el menú. También lo hacía buscando potenciar las virtudes de las plantas. Estos arranques de creatividad terminaban en mensajes como este: “Estoy en casa, preparando una súper ensalada”. A través de mensajes de texto me contaba todo lo que le iba poniendo y decía: “Eso parece una bomba, pero bueno, hay que experimentar… Pienso que se me pasó la mano, comí mucho y ahora me duele la barriga”. Algunos de sus experimentos salían fabulosos y otros acababan en dolor de estómago. Sin embargo, siempre terminaba con una sonrisa... o una gran carcajada.
Con el paso del tiempo su imagen corporal evidenciaba que algo estaba sucediendo y fue imposible ocultarlo más. Se hizo público su estado de salud y la respuesta del mundo entero no tardó. Debido a las redes sociales, noticieros y segmentos de entretenimiento ocuparon sus espacios por mucho tiempo con este tema. No obstante, algunos especulaban y lo daban por enfermo terminal. Al mismo tiempo, el tratamiento continuaba y muchas veces se hacía insoportable, pero el deseo por sobrevivir, el amor de su familia, de amigos y el incondicional apoyo de todos sus fans le dieron las fuerzas para continuar.
Los días pasaban y Draco, ya cansado de tanto tratamiento y medicinas, sintió un gran deseo de regresar a Puerto Rico, su pueblo adorado. Entonces decidió pasar el verano en su finca. Semanas después, Ángela y sus hijos Redamo y Revel se reunieron con él, aprovechando que ya habían salido de la escuela. Posteriormente, aprovechando su estancia en la isla, visitó a un doctor que tenía un protocolo para el cáncer a base de vitamina C y del que ambos teníamos muy buenas referencias. Entonces decidimos que iniciara dicho tratamiento, todo puesto en manos de Dios y apoyado por una muy buena nutrición.
Meses después se sentía mejor. También comenzó a ganar peso y a ser el mismo de antes. Posteriormente, regresó a California y continuó la rutina de la vitamina C y la nutrición a base de plantas, hasta que los tumores mostraron una gran reducción de su tamaño. Siempre lleno de expectativas, proyectos y pensando en componer música, Draco comenzó a trabajar en el disco Vida, una obra que se grabaría con artistas muy famosos en el campo de la música latina.
Con los ánimos por las nubes, se hizo un nuevo escáner. De los tres tumores que tenía, dos habían desaparecido y del tercero solo quedaba un 25%. La recomendación del médico fue hacer una serie de quimioterapias para acabar con lo que quedaba del tumor. Esto, sin embargo, no resultó nada fácil: se requirió de muchas series de quimioterapia y de un trasplante de médula ósea, que se realizó en el hospital City of Hope, ubicado en Duarte, California. También se hizo un nuevo tratamiento, que fue todo un éxito.
Pero luego de un tiempo y casi un año de felicidad y buenas noticias en el plano profesional y personal, el cáncer regresó. Aún recuerdo ese día. No sabíamos por qué o cómo había ocurrido esto. La pregunta fue: ¿ahora qué hacemos? Y la respuesta fue solo una: CONTINUAR LA LUCHA. Recuerdo que le dije: “Tú pareces un resorte que se cae pero se levanta rápido”. Posteriormente con mucho sentido de responsabilidad cumplió sus compromisos artísticos en Colombia, México, Estados Unidos, Argentina y Puerto Rico. De regreso a Los Ángeles, se internó en un hospital e inició todo el protocolo para su nuevo tratamiento.
Recuerdo un día que lo visité y salimos de su habitación a caminar, muy cerca, no más de 50 metros, pero se cansó mucho y me decía: “¡Ves! Una semana atrás estaba en el escenario bailando como loco, moviendo las caderas; hoy me canso al dar unos cuantos pasos”. Entonces nos reímos.
Los días en el hospital pasaban lentamente. Sin embargo, su espíritu de luchador nunca cambió. Sabía que la comida era importante, pero tener el espíritu muy en alto y fe en que todo iba a salir bien era primordial. También hablábamos de compartir estos momentos y experiencias con todos y solía decirme: “¿Cómo vamos con el libro? ¿Te acuerdas de poner aquellas recetas que hicimos? También tenemos que escribir sobre la importancia de la limpieza del cuerpo. Todo lo nuevo que aprendimos tenemos que incluirlo en el libro… Apúntalo para que no se te olvide”.
Ciertamente estamos en un proceso en el que nunca se debe descuidar ningún ámbito, es decir, la nutrición, los tratamientos médicos y la excelente relación con Dios y los demás. Damos gracias a Dios y en este momento somos optimistas. Los resultados son muy buenos y las expectativas son grandes. Ahora bien, la meta es llegar a la recuperación definitiva y en el proceso continuamos con lo que nos ha servido para sobrevivir al flagelo del cáncer… en fin, recibir todo lo que la naturaleza nos da y apropiarnos de sus virtudes para nuestro beneficio.
Para Draco y para mí este libro significa el primer paso de una cruzada que queremos emprender contra el cáncer, teniendo como arma principal la buena nutrición a base de plantas. Esto nos lleva a un nuevo proyecto –muy lindo, por cierto– que es hacer retiros en la Hacienda Horizonte (propiedad de Draco) en Puerto Rico. Es un lugar realmente mágico y maravilloso, un paraíso donde podremos compartir personalmente la experiencia de aprender las virtudes de la alimentación sana contenida en este libro, poder preparar las recetas con los visitantes y, adicionalmente, disfrutar de los espacios de meditación y el contacto directo con la naturaleza, para poder perdernos en su belleza y sentir su poder, alejados del bullicio de las ciudades.
Nena Niessen
Ajo
Los beneficios del ajo en la salud se fundamentan en una gran cantidad de información que confirma sus propiedades antivirales, antibacterianas y antifúngicas. También es un poderoso antioxidante y estimulante inmunológico con propiedades antiinflamatorias. Varios estudios han demostrado que el extracto de ajo mejora el sistema inmunológico, impulsando nuestras defensas naturales y ayudándonos a conservar buenos niveles de antioxidantes en nuestro organismo.
Albahaca
Se sabe que la albahaca produce una serie de efectos saludables, particularmente en el sistema cardiovascular. Por ser una buena fuente de vitamina A, se afirma que esta hierba ayuda en el mantenimiento de una buena visión y un cabello y una piel saludables.
Anís
El anís ha sido utilizado por siglos tanto en comidas como en medicina. Los antiguos griegos y romanos lo recomendaban para la tos. Actúa como digestivo y ayuda a aliviar los gases intestinales.
Canela
La canela puede ayudar a las personas con diabetes tipo 2 a controlar los niveles de azúcar en la sangre y a reducir significativamente el colesterol ¨malo¨, LDL, el colesterol total y los triglicéridos (ácidos grasos en la sangre). En algunos estudios, la canela ha demostrado su capacidad de detener la infección producida por la levadura resistente a medicamentos. En un estudio publicado por investigadores del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en Maryland, la canela redujo la proliferación de las células cancerosas de leucemia y linfoma. También tiene un efecto anticoagulante en la sangre.
Cardamomo
El cardamomo aumenta el apetito y alivia la membrana mucosa. También alivia los gases (eructos) y el ardor en el estómago causado por el ajo y la cebolla. Mejora la digestión y estimula el metabolismo. La semilla de cardamomo, mezclada con jengibre, clavo de olor y cilantro, es un remedio efectivo para la indigestión.
Cilantro
El cilantro es un poderoso agente natural de limpieza. Ha sido utilizado con eficacia para ayudar a eliminar metales pesados y otras sustancias tóxicas del cuerpo. Su poderoso beneficio antiinflamatorio puede aliviar los síntomas de la artritis. El cilantro ayuda a reducir las náuseas, alivia los gases estomacales y es bueno para el proceso digestivo en general.
Clavos de olor
Los clavos de olor son estimulantes y tienen propiedades antibacterianas, antivirales, antifúngicas y antisépticas. Son también un anestésico natural, debido a su contenido de aceite de eugenol. En los siglos pasados, se utilizaban a menudo en procedimientos dentales y todavía hoy algunas culturas los usan para aliviar el dolor de muelas. El eugenol compuesto previene los coágulos de sangre y ayuda a mantener una buena circulación sanguínea.
Comino
El comino se ha utilizado para el alivio de trastornos digestivos a lo largo de la historia. Puede ayudar con la flatulencia, la indigestión, la diarrea, las náuseas y las molestias matutinas. También se cree que es una poderosa hierba para el hígado y el riñón y puede ayudar a estimular su sistema inmunológico.
Cúrcuma
Los beneficios que la cúrcuma nos ofrece en la salud provienen de un ingrediente activo llamado curcumina. Este poderoso compuesto le da a la cúrcuma sus beneficios terapéuticos, su color amarillo y su sabor picante. Más específicamente, la curcumina puede tener efectos antioxidentes, antiinflamatorios y antibacteriales, que relajan el estómago y protegen el hígado y el corazón. La cúrcuma reduce la inflamación, dado que reduce los niveles de histamina y a la vez estimula las glándulas suprarrenales para aumentar la producción de una hormona que reduce la inflamación.
Diente de león
El diente de león ayuda a desintoxicar el cuerpo. Es también excelente para limpiar el hígado y, por lo tanto, muchas recetas lo usan para apoyar procesos de desintoxicación. El diente de león también posee propiedades antiinflamatorias.
Eneldo
El eneldo es rico en sustancias conocidas como monoterpenos, que han demostrado tener propiedades que ayudan a prevenir el cáncer. Los monoterpenos ejercen sus efectos a través de una variedad de mecanismos, entre los que se destaca la activación de enzimas que eliminan las sustancias que causan cáncer. Esto indica que el eneldo puede ayudar a contrarrestar algunos de los efectos carcinogénicos de la exposición diaria a contaminantes y sustancias químicas. El eneldo aumenta la cantidad de orina y, por lo tanto, ayuda al cuerpo a deshacerse de elementos tóxicos.
Estragón
El estragón actúa como un diurético natural y ayuda la digestión. Promueve la producción de bilis por el hígado. Esto favorece la digestión y acelera el proceso de eliminar tóxicos en el cuerpo. Se cree que esta planta es extremadamente valiosa para combatir las lombrices intestinales. Ofrece propiedades curativas para el estómago y el hígado. Ayuda a combatir la fatiga y calma los nervios. Las personas con presión alta pueden usar esta planta como un sustituto de la sal.
Hinojo
El hinojo es una gran fuente de vitaminas, minerales y fibras dietéticas. Las semillas, hojas y raíces de la planta de hinojo se han usado como agentes medicinales desde la antigua China. Se usa para la congestión, la conjuntivitis, la estimulación del apetito, la prevención de espasmos musculares, y para ayudar en el alivio de gases y el malestar estomacal. Es un antiespasmódico, un diurético, un expectorante y un estimulante. También se usa para pacientes con cáncer después del tratamiento de radiación y quimioterapia para ayudar a reconstituir el sistema digestivo.
Hoja de laurel
La hoja de laurel se utiliza como un remedio de hierbas para los dolores de cabeza. Contiene componentes llamados partenólidos (matricaria), que han demostrado ser útiles en el tratamiento de las migrañas. La hoja de laurel también ha demostrado ayudar al cuerpo a procesar la insulina de manera más eficiente, lo que lleva a reducir los niveles de azúcar. También se utiliza para reducir los efectos de las úlceras de estómago.
Jengibre
El jengibre ha tenido un uso medicinal por más de 5000 años. Uno de los beneficios más pregonados del jengibre es que alivia las enfermedades digestivas. Puede ayudar a digerir los alimentos grasos y a descomponer las proteínas. Es excelente en reducir los gases. Los aceites volátiles del jengibre, a los que se debe su sabor picante, causan la producción de más enzimas digestivas, lo que ayuda con el proceso digestivo en general y neutraliza los ácidos que causan náuseas, calambres e incluso diarrea.
Lavanda
Se alaba con frecuencia a la lavanda como un remedio natural para una gran variedad de padecimientos. Se usa primordialmente para combatir el insomnio, la depresión, la ansiedad y las alteraciones del estado de ánimo. Esto se debe a que, según varios estudios, la lavanda es efectiva para producir efectos calmantes, relajantes y anticonvulsivos en quienes la consumen. Su aceite se puede usar externamente o de manera tópica para una gran variedad de padecimientos. Los aromaterapeutas la utilizan con frecuencia como un tónico en terapias de inhalación para ayudar en trastornos nerviosos y el agotamiento.
Mejorana
Se considera que la mejorana tiene la mejor fragancia de aceite esencial entre todas las hierbas y se usa ampliamente en aromaterapia. También se usa como un aceite para masajes cálidos y relajantes que brindan alivio a dolores musculares. La hoja de la mejorana se usa para aflojar la flema. Es un descongestionante útil en caso de bronquitis, sinusitis y dolores de cabeza. Usada como tónico para el sistema nervioso, se cree que relaja más que el orégano, dado que se usa para relajar los nervios y reducir la tensión y el estrés. Su consumo también tiene la bondad de promover una digestión saludable y trata desórdenes gastrointestinales simples como la pérdida del apetito, la indigestión, la náusea y la flatulencia.
Menta
La menta contiene muchas vitaminas y minerales vitales para mantener un cuerpo saludable y también es un poderoso antioxidante. Esta hierba fresca es rica en vitamina A, C, B12, tiamina, ácido fólico y riboflavina. El ácido fólico es importante para las mujeres, ya que tiene relación con el funcionamiento óptimo de las hormonas. Los cambios de humor pueden estar directamente relacionados con la deficiencia del ácido fólico. La menta se utiliza para facilitar y desbloquear las vías respiratorias, aliviando la congestión, los resfriados y los dolores de cabeza.
Orégano
El orégano es conocido por tener fuertes propiedades antibacterianas, quizás como resultado de los aceites volátiles que contiene, como el timol y el carvacrol. Se ha demostrado que ambas sustancias inhiben el crecimiento de muchos tipos de bacterias, incluyendo algunas que causan serias enfermedades transmitidas por los alimentos. Se ha demostrado que el orégano tiene más de 42 veces la función antioxidante de la manzana, 30 veces más que la de la papa y 12 veces más que la de la naranja.
Perejil
El perejil es un diurético natural y una excelente fuente de dos nutrientes vitales que son también importantes para la prevención de muchas enfermedades: la vitamina C y la vitamina A. También es rico en ácido fólico, un nutriente crítico para una apropiada división celular, y por lo tanto vitalmente importante para la prevención del cáncer en dos áreas del cuerpo que contienen células de rápida división: el colon y el cérvix.
Pimienta de cayena
La pimienta de cayena aumenta el metabolismo, dado que actúa de inmediato sobre la estructura venosa. Es increíble ver sus efectos sobre el sistema ya que, por un lado, alimenta a los elementos vitales en la estructura celular de los capilares, las venas y las arterias, y, por otro lado, ayuda a ajustar la presión arterial a niveles normales. Así mismo, la pimienta de cayena limpia las arterias, ayudando a eliminar del cuerpo el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos. También es ideal para el estómago y el intestino.
Romero
El romero tiene abundantes propiedades para promover el bienestar: es analgésico, antiséptico, antidepresivo, antiinflamatorio, expectorante, antiviral, afrodisíaco y desinfectante. Sus elementos activos tienen excelentes efectos de limpieza: estimulan la secreción biliar, eliminándola en los intestinos; destruyen microorganismos e incrementan la cantidad de orina eliminada; mejoran el fluido sanguíneo y refrescan y energizan la mente. Estudios indican que el romero es un estimulante ideal de la memoria para adultos y estudiantes. Contiene una serie de elementos secundarios como el carnosol y el ácido carnósico, que actúan para inhibir los radicales libres.
Salvia
La salvia se ha utilizado para una gran variedad de propósitos culinarios y medicinales por miles de años. Se ha usado para aliviar torceduras, inflamaciones, úlceras y sangrados. Como té, la salvia ha sido administrada para mitigar los dolores de garganta y la tos. Los expertos en hierbas también han usado la salvia para tratar el reumatismo, el sangrado menstrual, fortalecer el sistema nervioso, mejorar la memoria y agudizar los sentidos. Estudios clínicos indican que las sustancias que se encuentran en el aceite de la salvia también pueden ofrecer efectos antibacterianos, antifúngicos y antivirales, lo que explica su amplio uso en la medicina.
Tomillo
El tomillo contiene un aceite esencial que es rico en timol, un poderoso antiséptico con cualidades antibacterianas y antioxidantes. El aceite del tomillo se usa en enjuagues bucales para tratar inflamaciones de la boca e infecciones de la garganta. Es un componente común en pastillas para la tos. El tomillo posee propiedades expectorantes, bronquiales y antiespasmódicas, que lo hacen útil en el tratamiento de la bronquitis aguda y crónica, la tos ferina y la inflamación de las vías respiratorias superiores. Todos los miembros de la familia de la menta, incluyendo el tomillo, poseen terpenoides reconocidos por sus propiedades que ayudan a prevenir el cáncer.