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GERMINADOS DE SEMILLAS

Los brotes por mucho tiempo han venido ganando popularidad y hoy son reconocidos como alimentos saludables. Muchas investigaciones han demostrado que los aminoácidos, especialmente los contenidos en los germinados de alfalfa, son beneficiosos, especialmente para las personas que tienen cáncer de páncreas y de intestinos. También se dice que los brotes de semillas aumentan la masa ósea, produciendo huesos fuertes.

Los germinados contienen grandes cantidades de clorofila, que es muy importante para limpiar las impurezas de la sangre. Los germinados pueden ser utilizados de muchas maneras. Por ejemplo, agregándolos a los jugos verdes y a las ensaladas, en vez de usar lechuga. Para obtener el mayor beneficio, tienen que ser consumidos frescos para evitar cualquier tipo de contaminación. Si no tiene tiempo de hacerlos germinar usted mismo, asegúrese de lavarlos muy bien con agua oxigenada de grado de comidas.

La mejor manera de asegurarse de su calidad es haciendo los germinados usted mismo; son muy fáciles de producir. Lo único que va a necesitar es un recipiente de vidrio, agua fresca y pura, un lienzo fino (tipo gaza), para permitir la entrada de oxígeno y semillas orgánicas. Las mejores semillas para germinar son las de alfalfa, girasol, lentejas, fríjol mongo y brócoli.

El proceso de germinar los fríjoles mongo:

Para germinar los fríjoles hay que lavarlos bien y dejarlos remojando por doce horas. Al día siguiente hay que enjuagarlos y dejarlos en un recipiente sin agua y tapados con un lienzo que deje circular el aire y les permita escurrir. Después hay que enjuagarlos y colarlos todos los días, dependiendo del clima para que conserven la humedad y no se sequen. Cuando el brote tenga entre 3 y 5 cm estará listo para ser consumido. La mayoría de semillas germinan en este proceso.

Proceso de semillas de girasol:

Remojar las semillas por 12 horas y esperar que salga el brote. Después hacer un amasijo con tierra orgánica. Poner una capa de tierra, sembrarlas, poner agua y otra capa de tierra y taparlas con un lienzo, agregándoles más agua. Una vez que salga el brote verde, retire el lienzo y póngalo afuera sin que le dé el sol directo por cuatro días, para que crezca. Asegúrese de regarlos con agua para que la tierra no se seque, tampoco los deje crecer mucho, porque se perderá el valor nutritivo. Los brotes representan el milagro del nacimiento.




En la Biblia, en el Libro de Daniel, se lee que cuando Dios le dio a Nabucodonosor la victoria sobre el rey Juaquín de Judá en 605 a.C., el monarca Babilónico tomó algunos de los príncipes, jóvenes bien parecidos, saludables e instruidos, a fin de enseñarles la cultura y el idioma de los caldeos, y, de ese modo, hacer que fueran útiles al servicio del rey. Entre ellos estaban Daniel y sus tres amigos. Daniel se propuso no contaminarse con la comida que le ofrecían de la mesa del rey; le dijo al encargado de la cocina que por diez días solo le sirvieran legumbres y vegetales para comer y agua para beber. Pasados los diez días, fueron presentados ante el rey y fueron hallados diez veces más sabios, inteligentes y saludables que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.