No se trata de ser perfecto.
Se trata de ser mejor de lo que eras ayer.
Anónimo
En muchas ocasiones, afrontar un cambio de vida y diseñar tu plan de escape requerirá una mejor versión de ti mismo, capaz de afrontar los retos a los que te enfrentarás. Una nueva forma de pensar, sentir y actuar diferente a la actual que te asegure el éxito. Tu personalidad te ha llevado hasta donde estás ahora, y no hay nada de malo en ello. Pero una nueva personalidad moldeada con las características de la persona que te gustaría ser te permitirá dejar atrás las barreras y limitaciones que te ha creado tu yo actual.
Joe Dispenza en su libro Deja de ser tú propone un ejercicio que consiste en diseñar tu nuevo yo sobre la base de la forma de pensar, sentir y actuar de personas que te pueden servir de modelo de conducta. Es un método de aprendizaje por imitación.
Este ejercicio activa las neuronas espejo de tu cerebro y te permite copiar las acciones que has visualizado en otras personas, y gracias a la ejecución y la repetición, aprender e interiorizar dichas acciones. En mi caso, moldear un nuevo yo me ha sido tremendamente útil en numerosas ocasiones en las que he tenido que afrontar un nuevo reto.
En una de mis primeras conferencias me propusieron que hablara ante más de 700 personas. Me excitaba muchísimo la idea de poder compartir mi mensaje frente a tantas personas. Sólo había un problema: hablar frente a tanta gente me aterraba. Imaginar el momento me ponía de los nervios y me preocupaba especialmente el hecho de ser disléxico. Y es que desde muy joven he tenido problemas con la lectura y el habla (sobre todo problemas de dicción).
Recuerdo que de pequeño acompañaba a mi padre en algún que otro viaje en su camión cuando no transportaba mercancías peligrosas, y él se lo pasaba bomba conmigo haciéndome leer los nombres de los pueblos que yo no había visto en mi vida. San Sebastián se podía convertir perfectamente en un cómico «San Sestabián». Al principio mi padre se pensaba que lo hacía de cachondeo, pero luego se dio cuenta de que mi «lengua de trapo» era debido a una ligera dislexia.
Como te he dicho, esta dislexia no sólo me afectaba al leer; también al hablar. En realidad, actualmente cuando hablo necesito pensar muy bien qué quiero decir para no irme por las ramas. Pero esto, lejos de ser un impedimento para mí, ha sido un reto emocionante y jamás lo he vivido como un problema. Dar conferencias frente a cientos de personas, dar clases en universidades y escuelas de negocios, tener un podcast, escribir artículos para mi blog o incluso escribir este libro son sólo algunos retos a los que he podido enfrentarme y salir victorioso.
Saber que el miedo a hablar en público es uno de los mayores miedos del ser humano no me consolaba en absoluto (por eso de mal de muchos, consuelo de tontos). Así que siendo muy consciente de que aquello era una gran oportunidad para mí y que dar conferencias era uno de mis mayores objetivos, decidí aceptar el reto.
Una vez que tuve preparado el contenido de la conferencia, dediqué una cantidad ingente de horas visualizando charlas de los conferenciantes que más me inspiraban. Cómo se movían, cómo se expresaban, cómo gesticulaban o cómo interactuaban con el público. Puse mis neuronas espejo a trabajar a toda máquina.
Después dediqué otra gran cantidad de horas a ensayar. Por mucho que veas a otras personas hacer algo, no culminarás tu aprendizaje hasta que no te pongas a repetir lo que has visto. Por las noches antes de dormir me visualizaba a mí mismo repitiendo todo aquello que había visto decenas de veces en los vídeos.
El día de la conferencia todo salió de maravilla. Era de esperar, yo ya había repetido y visualizado aquella charla más de veinte veces antes.
Crear tu nuevo yo te ayudará a vivir una nueva realidad muy distinta a la que estás viviendo actualmente. Si piensas, sientes y actúas como una persona diferente de la que eres, el resultado sólo puede ser distinto. Y no se trata de olvidar quién eres o hacer algo que no encaja dentro de tus valores. Se trata de mejorar quién eres adquiriendo lo mejor de otras personas que te pueden servir de modelo. Imitar cómo afrontan situaciones determinadas las personas cuyas cualidades admiras, hasta que esa forma de ser se convierta en tu nuevo yo.
Para este ejercicio deberás darle un nombre a tu nueva personalidad para hacerla creíble. Algo parecido a un alter ego. Si te enfrentas a un reto o problema con tu yo actual, seguramente acabes haciendo lo mismo que harías en la actualidad. Has de crear un alter ego porque esa persona que quieres ser no eres tú todavía, por lo que este ejercicio no funcionaría si lo hicieras con tu nombre principalmente porque tu subconsciente te diría que tú no eres esa persona.
Pero ¿qué pasa cuando ese mismo reto o problema lo afrontas con tu alter ego? En ese momento no eres tú quien actúa, lo hace la persona que quieres llegar a ser y que acabarás siendo algún día gracias a la repetición de este ejercicio. Utilizando un alter ego estamos haciendo un role play; es decir, vamos a ponernos en la piel de otra persona y vamos a actuar como si fuéramos ella.
Lo primero es darle un nombre a tu alter ego, seguido de definir cómo piensa, siente y actúa esa personalidad que estás creando. Recuerda que esa nueva personalidad siempre ha de estar definida bajo tus valores, ya que te resultaría imposible pensar, sentir o decir algo que no está alineado con ellos.
Te ayudará hacer una lista de las personas a las que te gustaría imitar. Para definir estos tres puntos puedes basarte en las personas que más admiras y moldear tu alter ego con sus rasgos. Personas que te inspiren, que te generen admiración pura o que alguna vez hayas deseado ser como ellas.
A continuación escribe:
• ¿Cómo piensa mi alter ego?
—¿Cómo ve las situaciones cuando se enfrenta a un reto o problema?
—¿Cómo es su actitud?
—¿Cómo le ven los demás?
• ¿Cómo actúa?
—¿Qué es lo que hace?
—¿Cómo se comporta?
—¿Cómo habla?
—¿Cómo se mueve?
• ¿Cómo se siente?
—¿Qué es lo que transmite en sus acciones?
—¿Qué sentirías en caso de ser esa persona?
—¿Cómo lo perciben?
—¿Cómo es su energía?
CÓMO CREAR LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO
Cuanto más clara y definida esté la personalidad que quieres crear, más fácil te será utilizarla. Una vez que la tengas definida, trata de interiorizarla y usarla cuando afrontes cualquier momento de tu vida. Visualízate cada noche siendo esa persona. Imagina cómo pensaría, sentiría y actuaría tu alter ego en cada pequeño desafío y situación: en el trabajo, con la familia o con tus amigos, por ejemplo.
Este ejercicio te dará resultados cuanto más lo interiorices y cuanto más lo pongas en práctica. La repetición de esta nueva forma de sentir, actuar y pensar irá reemplazando tu yo actual por tu mejor versión. Con el paso de los días tu nuevo yo se irá haciendo un hueco en tu ser, pero ya no tendrás que actuar como si fueras él porque serás tú mismo. Te adelanto que realizar esta práctica no es tarea sencilla, pero si la llevas a cabo poco a poco verás que cada vez te resulta más y más fácil.