DEFINIENDO TU VISIÓN

Todo el mundo se aparta cuando ve a alguien que sabe a dónde va.

Antoine de Saint-Exupéry

Ahora que tienes claro dónde empieza tu plan de escape, es momento de definir la visión de lo que será tu vida fuera de la jaula: lo que deseas ser, lo que quieres lograr y cómo quieres vivir esa nueva vida.

Para esto necesitarás claridad. Has de saber exactamente lo que quieres, antes de poder empezar a diseñar y construir.

Ya sabes cuál es tu punto de partida y cómo estás en tu vida actual porque has hecho el ejercicio de la rueda de la vida —o eso espero—, y sabes cuáles son las áreas en las que tienes que trabajar si quieres mejorar.

Ten presente que la única forma de alcanzar todo lo que te propongas en la vida es encontrando el equilibrio en sus diferentes áreas (recuerda el equilibrio en el monociclo del éxito).

Es curioso, porque una de las razones más comunes de por qué la mayoría de las personas viven una vida incompleta es porque simplemente nunca se toman el tiempo necesario para pensar exactamente qué les haría vivir una vida completa. Tienen una ligera idea, pero no saben con detalles qué quieren ni los resultados que están esperando.

De mi propia experiencia personal, te puedo decir que no saber lo que quieres te lleva a una falta de motivación, falta de enfoque, de compromiso y al final a una falta de fe.

Pero cuando sabes lo que quieres y sabes los pasos que has de dar para conseguirlo, todo empieza a cambiar para ti y te vuelves imparable. Quizá no sepas cuándo, pero eso no te hace quitar los ojos de tu objetivo y te da esperanza de que algo mejor es posible. La esperanza se transformará en fuerza y energía.

Las personas que han logrado el éxito tienen muy claro qué es lo que quieren, y eso les permite enfocarse en lo que es importante para ellas, dejando a un lado lo que no les acerca a sus objetivos.

EMPIEZA CON LO QUE NO QUIERES

Quizá no sepas lo que quieres realmente, no te preocupes, eso es algo que nos ha pasado a todos en algún momento de nuestras vidas. Pero estoy seguro de que tienes mucho más claro qué es lo que NO quieres, ¿verdad? Y sabiendo lo que no quieres, ya puedes partir de una buena base para empezar a construir tu visión.

Normalmente, las situaciones que más dolor y frustración nos causan son aquellas que más nos motivan a cambiar. Haz un repaso de situaciones duras que hayas vivido y pregúntate si esa situación la podrías haber evitado en caso de que tu vida hubiera sido de otra forma.

Veamos un ejemplo muy simple:

«Vas a la playa en verano, y al quitarte la ropa te empiezas a sentir mal con tu cuerpo. Has estado dejándote durante todo el año, y ahora que llega la hora de lucir figura, te avergüenzas porque no estás en tu mejor estado de forma y te culpas. Sabías que llegaría ese momento en verano en el que esto te podría pasar..., pero no hiciste nada por solucionarlo. Recoges la toalla y la sombrilla, y decides irte para casa».

Sé que es un caso un poco extremo, pero estoy seguro de que has captado la idea.

Ese momento de «no quiero avergonzarme de mi cuerpo» puede ser un buen motivador para ti en el futuro:

• Lo que no quieres: Tener un cuerpo feo.

• Lo que sí quieres y deberías incluir en tu visión: Estar en forma durante todo el año y tener la figura de tus sueños.

TU PROPÓSITO

La mejor forma de cambiar tu vida es saber por qué la quieres cambiar, así de «sencillo».

Ese porqué (de ahora en adelante PQ) se convierte en tu propósito y le da sentido a todo lo que tienes que hacer para lograrlo.

Has de saber que las personas normalmente hacemos las cosas por dos motivos: para evitar el dolor o para experimentar placer. Y lo cierto es que el dolor suele ser un gran motivador para la gran mayoría.

La estrella irlandesa de las artes marciales mixtas Conor McGregor (famoso luchador de UFC con el que no te gustaría tener problemas) sufrió bullying en sus años de instituto, cosa que le hizo apuntarse a artes marciales para aprender a defenderse de los matones.

Criado en una familia donde el dinero escaseaba, a temprana edad tuvo que dejar los estudios y durante un tiempo trabajar en el negocio familiar haciendo de fontanero para ayudar a su padre.

En paralelo, jugaba en un equipo de fútbol en el que era el goleador y estrella, pero un día decidió dejar el fútbol y el trabajo de fontanería para probar suerte en la MMA (artes marciales mixtas).

Su situación económica empeoró al dejar el trabajo, y su paga por desempleado de 188 euros mensuales le daba para pagar únicamente un pequeño piso de alquiler. No podía buscar trabajo porque se pasaba todo el día en el gimnasio. Había días en que ni comía, y su novia dejaba de comer para que él pudiera comer algo. Llegó a vivir de la beneficencia en Irlanda.

Cuatro años después, The Notorious, que es como se le conoce en la UFC (Ultimate Fighting Championship), es uno de los deportistas mejor pagados de todo el planeta según la lista Forbes (posición 85, año 2016) y actual campeón de peso ligero y peso pluma de esta competición.

Un gran ejemplo de cómo centrarte en lo que te causa dolor y tomar la decisión de no volver a sufrir por él nunca más. Esa decisión es tu PQ y te permite transformar algo negativo en algo positivo.

Para identificar tus PQ tienes que reflexionar sobre lo que te está causando frustración y dolor en las áreas de tu vida por mejorar. Esto te dará la determinación y convicción necesaria para jamás volver a experimentar esos sentimientos, y tu propósito tendrá sentido.

Volviendo al ejemplo de antes:

• Lo que NO quieres: Tener un cuerpo feo.

• Lo que SÍ quieres y deberías incluir en tu visión: Estar en forma durante todo el año y tener la figura de tus sueños.

• POR QUÉ lo quieres: Para no volver a sentir frustración por tu estado físico.

Tus PQ se convierten en todo aquello por lo que luchas y en el motor de tu cambio, siendo la fuerza que necesitas para no tirar la toalla. Si tus PQ no son suficientemente poderosos o llega un momento en el que no son convincentes para ti, tendrás que encontrar unos PQ nuevos más potentes, porque sin ellos tu propósito nunca sobrevivirá.

En mi caso, cuando decidí diseñar mi nueva vida, mi propósito y mis PQ fueron lo único a lo que agarrarme para no volver a hundirme.

Hay dos tipos de dolor: el que te hiere y el que te cambia.

Una ostra crea con su dolor una perla.

Anónimo

MOTIVADORES CLAVE

Dime si te suena esta situación: sabes qué es lo que quieres, sabes por qué lo quieres y sabes qué tienes que hacer para lograrlo..., pero no lo haces. ¿Cómo puede ser eso?

En muchas ocasiones tener claro lo que queremos y por qué lo queremos no es motivo suficiente para que movamos el culo.

Cuando escribí mi primer libro, El método Rocket Blogger, se me juntó la fecha en la que debía tenerlo completamente acabado y listo para maquetar con un montón de trabajo. De hecho, se acercaba la fecha límite para entregar el libro y todavía me quedaba mucho por escribir. El libro lo habían precomprado más de quinientas personas en ese momento, y no había día que no me las imaginase viniendo a buscarme una noche a mi casa con antorchas si las dejaba colgadas, sin el libro en la fecha de publicación que había marcado.

En varios momentos se me pasó por la cabeza olvidarme del libro, devolverle el dinero a los que lo habían comprado y lavarme las manos. ¡Qué fácil hubiera sido eso! Por suerte, antes de embarcarme en ese proyecto había escrito una lista de motivadores clave para darle sentido a mi porqué:

— Quiero convertirme en una autoridad en el mundo del blogging y un libro es una buena forma de lograrlo.

— Compartiré el conocimiento que he adquirido en los últimos años y ayudaré a otras personas a crear un blog de éxito.

— El libro me generará nuevas oportunidades de negocio y algunas empresas contratarán mis servicios.

— Daré más conferencias que girarán en torno a esta temática.

—Tendré un nuevo producto en mi web que me generará ingresos pasivos.

Éstos fueron los argumentos que me motivaron; los motivadores clave que se escondían en mis PQ. Se podría decir que son «el porqué del porqué». Y al releerlos conecté de nuevo con mi objetivo de publicar el libro y seguir adelante con un final feliz.

Busca los «porqués de los porqués» y no te faltarán motivos para cumplir tus sueños.

UTILIZANDO LA INGENIERÍA INVERSA PARA DEFINIR TU VISIÓN

Primero definimos el QUÉ, luego ya encontraremos el CÓMO. Pero si quieres conseguir algo, primero deberás tener una visión clara de lo que quieres conseguir. Aquí mi mejor recomendación es que no dejes que tus ideas preconcebidas de lo que es posible y lo que no lo es definan tu visión. Dicen que si tu visión no te aterra, es que no es lo suficientemente grande.

El siguiente ejercicio es tu oportunidad para jugar con tus ideas y sueños, y definir la visión de lo que quieres conseguir exactamente.

Y aquí no hay respuestas correctas o incorrectas. Esto tiene que ver con explorar dentro de ti y conectar con tus sueños más grandes, con tus deseos más fervientes, con tu visión de vida y tu propósito. No tengas miedo de soñar, porque los sueños se le cumplen a los que tienen el coraje de perseguirlos.

Te animo a ser ambicioso y pensar en grande —cuesta lo mismo que pensar en pequeño—, pero los resultados son totalmente incomparables. Crea una visión tan clara que tus miedos se vuelvan irrelevantes. Una gran visión genera excitación y momentum. Y, sobre todo, no te dejes influir por las opiniones de otros, estamos hablando de tu visión. No dejes que nadie influya con su opinión en tu visión, porque nadie vivirá tu vida por ti.

Un tigre no pierde el sueño por la opinión de las ovejas.

Refrán chino

Deberás hacerte cinco preguntas muy sencillas para empezar a crear.

Te serán muy útiles, sobre todo cuando te sientes perdido o inseguro (cosa que nos pasa a todos de vez en cuando), así que asegúrate de que una vez que las tengas respondidas, dejarlas en un lugar bien visible en tu casa o en tu despacho para no perder nunca de vista qué es lo que quieres en la vida.

MA: MOMENTO DE ACCIÓN

Ponte una música que te relaje o que te inspire, que te motive, y no te marques un límite de tiempo: necesitas que la cosa fluya.

Empieza a escribir lo que te venga a la cabeza. Y te recomiendo que aquí no seas realista (ser realista es el camino más común a la mediocridad). Piensa en lo que te gustaría conseguir de verdad, lo que más deseas por muy inalcanzable que parezca en este momento:

1. Si al dibujar tu vida supieses que se haría realidad lo que has dibujado, ¿cómo te gustaría que fuera?

Piensa en tu vida profesional, en tu vida personal, en tus relaciones, en tu salud, en tu estilo de vida, en tu tiempo libre..., en definitiva, en todas las áreas que has trabajado en la rueda de la vida. Imagina cómo quieres que sea tu casa, si tiene piscina o pista de tenis, el tipo de coche que te gustaría tener, el tipo de ropa que te gustaría vestir..., todo. Todo lo que te gustaría tener en tu vida, sea lo que sea.

2. Si pudieras diseñar tu yo actual, ¿cómo te gustaría ser?

¿Quieres ser una persona de negocios? ¿Un escritor de libros? ¿Un artista? ¿Un emprendedor o emprendedora? ¿Una persona de referencia de tu sector?...

Y, sobre todo, ¿qué tipo de persona te gustaría ser? ¿Cómo te gustaría que te percibieran los demás? ¿Cómo sería esa persona? ¿Qué te haría estar orgulloso de ti mismo?

3. Si pudieras vivir la vida como tú quisieras sin ningún tipo de limitación, ¿cómo te gustaría que fuera tu vida?

¿Cómo disfrutas de tu tiempo libre? ¿Qué hobbies practicas? ¿Qué tipo de vacaciones tienes? ¿Qué haces para divertirte? Etcétera.

4. Si tuvieras una varita mágica que cumpliera deseos, ¿qué te gustaría conseguir?

Lanzar tu propio negocio, ser tu propio jefe, escribir un libro, crear un curso, crear una ONG, lo que te venga a la mente.

5. ¿Qué te haría sentirte completo?

Formar una familia, sentir que puedes pasar el tiempo como tú deseas y con quien quieres pasarlo, sentir que estás ayudando a otras personas, no tener problemas de dinero...

Tómate tu tiempo. No pretendas responder en cinco minutos la visión de tu éxito.

Recuerda: Las personas de éxito son personas normales y corrientes, sólo que un día tuvieron grandes visiones para sus vidas.