(a ti, tramposo)
Tantos meses eludiendo la trampa:
tantos meses.
La rodeas por los bordes,
por encima de ella.
Más aún,
logras alejarte varios pasos
y hasta por segundos felices
separarla de tu vista, entrever
ráfagas
de verde prado.
Y de súbito el deseo demente
de llegar a la trampa,
hundirte entre sus paredes.
Golpearte, golpear
caer
y caer.
Llegar al fondo.