image
image
image

Capítulo Dos:  Adán y Eva

image

(Génesis, 2-3)

La niebla cubrió la tierra y los mares, Dios insufló Su Espíritu al barro, y Adán fue creado. Aunque Dios le otorgó el control de la tierra a Adán, Él quería que Adán tuviera un lugar especial para vivir. Dios plantó hermosas flores, y árboles de deliciosas frutas. Él llamó Edén a este jardín especial. Cuatro ríos alimentaban a este jardín; Dios tomó a Adán, y lo llevó al Edén. Le pidió que cuidara del jardín, así que necesitaba plantar más árboles para obtener más comida.

Dios trajo a los animales que había creado para que ayudaran a Adán. Dios sintió que esto no era suficiente: ¡Adán necesitaba un semejante! Así que Dios puso en un sueño profundo a Adán, y le sacó una de sus costillas; lo curó de inmediato, y Adán no sintió dolor. De la costilla, Dios formó a una mujer, y la llamó Eva. Dios le presentó a Eva a Adán. Eva sería la esposa de Adán. Aunque los dos estaban desnudos, no sentían vergüenza.

Adán y Eva, como tenían el control del Jardín del Edén, comían todo lo que querían. Dios les dio una única regla: no podían comer, o siquiera tocar, los frutos del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal.

Una serpiente vivía en el Jardín del Edén con Adán y Eva. La serpiente le habló a Eva, diciéndole que debería comer del árbol del Conocimiento. La serpiente aseguró que los frutos le darían todo el conocimiento que poseía Dios: lo conocería todo sobre el Bien y el Mal. Eva se convenció, y comió la fruta, compartiéndola con Adán. La fruta les abrió los ojos, ¡y se dieron cuenta que estaban desnudos! Adán y Eva trataron de hacerse ropa con las hojas de una higuera.

Cuando Adán y Eva vieron a Dios dando un paseo por el Jardín del Edén, sintieron miedo y se escondieron. Viendo que se avergonzaban, Dios supo que lo habían desobedecido. Ellos trataron de explicarle a Dios que la serpiente los había engañado para que comieran la fruta.

Dios castigó a Adán, Eva y la serpiente por sus acciones. El castigo de la serpiente, y todos sus descendientes, sería arrastrarse por toda la eternidad por la tierra. Déjame explicarte que los descendientes, son los hijos, de los hijos, de los hijos de alguien. Los humanos le tendrían miedo a las serpientes, y tratarían de hacerles daño. El castigo de Eva fue que daría luz a los bebés con mucho dolor, y que su esposo mandaría sobre ella. El castigo de Adán, sería que ahora tendría que cultivarse su propia comida, y la de su familia; trabajaría la tierra con sus propias manos.

“Maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás tierra por todos los días de tu vida. Él te pisará la cabeza, y tú morderás su talón... Incrementaré los dolores de parto... Siempre necesitarás a un hombre, y él te dominará... Del trabajo comerás, todos los días de tu vida... Y comerás los productos del campo.” (Nueva Biblia Americana Estándar, Génesis, 3:14-18)

Finalmente, Dios creó ropas para que Adán y Eva se vistieran. Fueron forzados a abandonar el Jardín del Edén. Dios colocó a un ángel con una espada para que guardara la entrada al Edén. Adán, Eva y sus hijos, jamás podrían regresar.

Dios estaba triste de hacer que Adán y Eva abandonaran el Jardín del Edén. Él los amaba, y les había creado un paraíso en la tierra para que viviesen. Pero Dios no tuvo elección: se habían escondido de Él, al desobedecerlo. Desde este día, Dios no estaría tan cercano a los humanos que creó.