Si has llegado hasta aquí y has realizado los ejercicios que te he propuesto, estás muy cerca de aprender a hacer sangrado libre, puesto que ya has hecho lo más difícil: descubrir cómo funciona la evacuación de la regla, saber que el sangrado libre es posible, y recuperar tu útero y tu menstruación.
Antes de darte algunos consejos para ayudarte a practicarlo déjame recordarte que el objetivo del sangrado libre no es dejar de usar completamente compresas o copa (que es muy útil para ir a la playa o hacer deporte), sino conseguir notar la señal de que necesitas evacuar la regla y hacerlo en el inodoro siempre que sea posible.
Cada mujer tiene su manera de practicar el sangrado libre. Algunas solo lo hacen cuando están en casa. Otras, durante los últimos días de regla. Otras siempre llevan un salvaslip cuando salen, por si acaso. Otras se ponen unas braguitas oscuras, para que no queden manchas con los restos de menstruación que puedan aparecer.
Para aprender a hacer sangrado libre tienes que estar atenta a las señales corporales que indican que el útero quiere evacuar la regla e ir rápidamente al baño cuando estas aparezcan. Al principio no sabrás si lo que notas te está indicando que quieres evacuar o no, de modo que tendrás que ir probando.
Cuando adviertas algo que pueda parecer una señal, ve al baño y comprueba si sale menstruación. Poco a poco, irás aprendiendo a detectar las señales correctas, hasta que un buen día tendrás la certeza de que necesitas ir a menstruar.
Desde el principio ya habrá evacuaciones que las harás en el inodoro. Cuando se te empiece a escapar la regla, ve enseguida al baño y termina de evacuar allí. Después, analiza qué acción ha precedido a esa evacuación. Quizá hayas esperado demasiado rato desde que has recibido el aviso (hay que ir rápido, no se puede aguantar tanto como con la orina). Quizá te hayas desconectado totalmente del bajo vientre. Quizá lo has presionado, has estornudado o has expelido una ventosidad.
Para practicar, debes ir el máximo de tiempo posible sin tampón ni copa menstrual, porque cuando usas estos productos no notas nada. Si estás en casa, prueba a ir sin compresa o sin bragas (desnuda o con falda), así prestarás más atención, notarás mejor tu vulva y será más difícil que te desconectes.
Bebe mucha agua cuando estés en casa para ir más a menudo al baño. Es frecuente que con la evacuación de la orina también salga menstruación. Así tu cuerpo se irá acostumbrando a menstruar en el váter y a no hacérselo encima. Es muy fácil de decir, pero no es tan sencillo llevarlo a cabo.
Ten la misma paciencia que se tendría con un niño o una niña que está aprendiendo a hacer pipí, que puede conseguirlo en unos meses o tardar años en dejar de orinarse encima.
Practica sin pausa pero sin prisa y, sobre todo, sin presiones ni autoexigencias.
Cada vez te saldrá mejor, y llegará un momento que te atreverás a salir a la calle solo con un salvaslip, o incluso ir así a trabajar o a cenar fuera. Pero poco a poco. Eso ocurre cuando ya estás completamente segura de que dominas el sangrado libre en casa, que es tu espacio de seguridad.
Y eso es todo lo que debes saber. Empieza a practicar y encuentra tu propia manera, la que te sea más útil y fácil en estos momentos. Por poco que logres, ya serán compresas que ahorrarás y un pasito más hacia el sentir bienestar menstruando y el conocerte mejor. ¡No tienes nada que perder!