Deseo dar las gracias a todas las personas que han abierto su corazón en mis actividades y han compartido, desde un profundo y admirable respeto a la diversidad de pensamiento, sus experiencias, sus dudas, sus reflexiones, su vida.
Agradezco a mis editoras Olga, Mireia y Ana su iniciativa, escucha y propuestas en estos tiempos tan extraños en los que todo es incierto y cuesta tres veces más.
Siento un gran agradecimiento por contar con la colaboración de Cristina, no solo por su mágica habilidad de transformar mis ideas en ilustraciones directas y amorosas, sino también porque trabajar con ella siempre me pone de buen humor.
Quiero mandarle un enorme gracias a Ginesta por encargarse de la programación de mis actividades, permitiéndome tener tiempo para escribir y cuidarme. Gracias por tu compañía, por tu apoyo y por tanto orden.
También me apetece agradecer a mi hijo Noak y a mi hija Laila su amor y paciencia cuando transito el huracán emocional que me acompaña en la escritura de cada libro. Gracias por escucharme cuando hablo sin parar sobre las ideas que se me ocurren o cuando os leo párrafos y títulos que me gustan. Gracias por aguantar mi mal humor cuando me atasco, cuando estoy agotada, cuando me reclamáis en pleno acto creativo. Gracias por emocionaros conmigo cuando miramos juntos cada nueva ilustración, cuando abrimos la primera caja.
Finalmente, deseo expresar mi agradecimiento a mi pareja, Pontus, sin cuyo apoyo a todos los niveles no habría sido posible este viaje. Gracias por tu escucha, tus ideas, tu sanadora admiración por los procesos sexuales femeninos, tus ganas de revisarte y crecer juntos, tu amor sereno, tu arte en la escritura y la música. Gracias por embarcarte conmigo en esta aventura y ayudarme cada día a hacer posible mi propósito.