Agradecimientos

Quiero dar las gracias a mis padres por enseñarme lo que es importante y por apoyarme en todo lo que me ha sucedido en esta vida. A mis hijos Sam y Charlie, que continúan enseñándome cómo ser el mejor padre y la mejor persona que pueda, un día sí y otro también.

A los miembros y al personal del Augusta National, que dirigen el torneo más impresionante del mundo. Agradezco su esfuerzo por conseguir que el Masters sea el mejor torneo, por mejorarlo año tras año y por su ayuda en este libro.

También quiero dar las gracias a los patrocinadores del Masters. Me han apoyado desde el primer Masters que jugué, en 1995, y todas las veces que lo he disputado desde entonces.

Mis compañeros profesionales, en especial a Mark O’Meara y a Notah Begay, han sido buenos amigos y han compartido su sabiduría conmigo. He sido muy afortunado al poder consultarles a lo largo de los años.

Mi caddie, Mike, Fluff, Cowan, fue importantísimo cuando jugué el Masters de 1997. Sus consejos y su habilidad para decir la frase adecuada en el momento preciso son inestimables.

Mi fundación y los niños que participan en sus programas me inspiran. Algunos de los momentos más memorables fuera de los campos de golf los he pasado con ellos.

Me gustaría dar las gracias a Mark Steinberg, mi agente, y al equipo de TGR, de los que me enorgullezco todos los días.

Jerry Chang, Mikey Gout y Kathy Battaglia se aseguraron de que todo fuera bien en la casa en la que estuvimos durante el Masters de 1997.

Butch Harmon me ha enseñado mucho y me ayudó a sacar lo mejor de mí.

También quiero darle las gracias a Phil Knight, que se arriesgó con un niño gamberro cuando se hizo profesional.

A Tim Carroll, que nos ofreció su tiempo, conocimiento y experiencia.

Finalmente, quiero dar las gracias a Lorne Rubenstein por convertir mis ideas e historias en este libro, y a mi editora, Gretchen Young, y a su ayudante, Katherine Stopa, de Grand Central Publishing. Gracias también a la presidenta y directora de Grand Central, Jamie Raab; al editor asociado, Brian McLendon; y al director de publicidad, Jimmy Franco. Disfruté mucho trabajando con ellos.