1La frecuente utilización de las técnicas de decoración como criterio de diferenciación en la tipología de las vasijas cerámicas nos obliga a tener gran cuidado en su representación. Entre más compleja será la decoración, más detalles explicativos serán necesarios. Tendremos no sólo que solucionar los problemas de representación sino también de reconstitución. La mayor dificultad vendrá de los motivos realizados sobre formas particularmente complejas. El dibujante deberá plasmarlos por medio de varias vistas de la pieza y con desplegados. Para el dibujo de las decoraciones de las vasijas se aplicará el mismo principio que para el dibujo de las formas: precisión y claridad en la ejecución.
2Para el lector en general será el momento de apreciar la gran riqueza creativa que nos legaron las culturas del pasado, las ideas múltiples que nutrieron su imaginación y las técnicas muy variadas que pusieron al servicio de su quehacer artístico.
3No se trata en este manual de obligar a los arqueólogos y a los dibujantes a seguir estrictamente un código único de representación ni de estilo, pero sí, frente a tanta diversidad, de aclarar ciertas normas mínimas para poder comparar los resultados obtenidos. La fidelidad del dibujo vendrá de una buena observación directa y de la toma exacta de medidas, ayudándose, si es necesario, con fotocopias de los objetos (tepalcates planos), con fotografías o calcando los motivos. Las mismas reflexiones que hicimos a propósito de la utilización de las fotografías como documentos de estudio son válidas para la observación de la decoración de las vasijas.
4La fotografía de una vasija completa o de un tepalcate puede dar una muy buena idea del conjunto de la decoración ejecutada, sobre todo si tiene efectos de superposición de pinceladas muy difíciles de traducir en el dibujo (Fig. 89).
Fig. 89- Utilización de las fotografías para mostrar las decoraciones de una vasija
5Pero hay que tomar siempre en cuenta el resultado final en las láminas ilustrativas y, para su buena lectura, son preferibles grupos de dibujos que faciliten la comparación visual inmediata que unos dibujos mezclados con fotografías (Fig. 90).
6Hablaremos más de este problema en el capítulo iii: “La Difusión”.
Fig. 90- Un dibujo tramado y la fotografía de la misma pieza
MANERA DE DISPONER LAS PARTES DECORADAS SOBRE LAS FORMAS
7Antes de empezar con la descripción de los diferentes tipos de decoración y de cómo dibujarlos, hablaremos de la manera de situar las partes decoradas en las formas. El motivo decorado puede ser sencillo sobre forma sencilla (Fig. 91a), sencillo sobre forma compleja (Fig. 91b), complejo sobre forma compleja (Fig. 91c), complejo sobre forma sencilla (Fig. 91d).
Fig. 91- Motivo sencillo o complejo sobre una forma sencilla o compleja
El disponer la decoración sobre la forma general de la vasija, sobre varias vistas de la misma, en un diseño aparte o en un desplegado, está condicionado por la posibilidad de tolerancia a la deformación que implica cada problema. Nos encontramos con cuatro casos diferentes:
Primer caso: formas cilindricas o ligeramente abiertas (vasos, cuencos, escudillas), con paredes poco divergentes o convergentes
8El decorado se indicará sobre el dibujo de la forma y será considerado como completo únicamente si el motivo es repetitivo (Fig. 92a), si la decoración se ve completa en la vista frontal (Fig. 92b) o si son simples líneas (Fig. 92c).
9Si el motivo decorativo es sencillo o repetitivo, no amerita un desplegado. Lo representamos en su realidad, dispuesto en su lugar sobre la forma general del lado del perfil (derecha), a pesar de su leve deformación hacia la línea de perfil de la pieza. Cabe aquí subrayar que se admite una ligera falsedad para no volver totalmente incomprensible el motivo al llegar éste a su máxima deformación.
Fig. 92- Deformación de los motivos decorados con el volumen de la vasija
10En una forma cilindrica sencilla o ligeramente curva (cuenco), el diseño se deformará levemente hacia la línea de perfil de la vasija. En estas formas, se puede considerar que las líneas verticales de los motivos decorativos no son deformadas con la perspectiva, pero se estrecha el espacio entre ellas, del centro hacía el exterior, desfigurando los motivos. Los cuadrados se vuelven rectángulos y los círculos, óvalos (Fig. 93).
Fig. 93- Motivo decorado sencillo repetitivo
11Si la decoración de una vasija cilindrica o ligeramente abierta es compleja, entonces necesita un desplegado. El interés del dibujo es que permite presentar en una sola vista el motivo general. Tomando la medida exacta de la circunferencia de la vasija cerámica, la pasamos al papel, desenrollándola en plano. Con la ayuda del calibrador o de una cinta métrica, se sitúan los puntos principales de los motivos y se dibujan entre dos líneas paralelas horizontales (Fig. 94).
Fig. 94- Desplegado de una vasija cilindrica
12Se han hecho trabajos de investigación en fotografía para poder realizar este tipo de desplegado ( véase Justin Kerr, Lords of the Underworld: Masterpieces of Classic Maya Ceramics, Michael D.Coe, Princeton University Press 1978), pero no todos los laboratorios disponen de un buen fotógrafo ni del material apropiado (Fig. 95).
Fig. 95- Las fotografías en movimiento de Justin Kerr
13En muchos casos serán consideradas como cilindricas las vasijas con ligera curvatura de cuerpo (Fig. 96a, b), de paredes recto-divergentes (Fig. 96c), de paredes recto-convergentes (Fig. 96d) o con decorado en la parte más ancha del cuerpo (Fig. 96e).
Fig. 96- Vasijas que se consideran cilindricas
14Si no se quiere deformar ligeramente el motivo decorativo para situarlo entre dos líneas paralelas, se escoge dibujarlo con su curvatura real, acercándose al tercer caso que veremos más adelante, la proyección cónica (Fig. 97). En el ejemplo de la figura 97d no se justifica la curvatura del desplegado.
Fig. 97- Decoración situada en las paredes divergentes o convergentes del cuerpo de una vasija
15Varios autores han optado por desenrollar el motivo a partir de la misma forma, a la derecha de su línea de perfil (Fig. 98).
Fig. 98- El desplegado sin indicación de línea de perfil
16Puede ser válido siempre y cuando se indique claramente la línea del perfil de la pieza (Fig. 99).
Fig. 99- El desplegado con indicación de línea de perfil
17Pero preferimos situar primero el dibujo sobre la forma general y aparte realizar el desplegado, como se ve en los ejemplos anteriores (véanse Figs. 96 y 97). En el dibujo de la figura 100, no se situó la decoración sobre la forma general; no es lo adecuado.
Fig. 100- El desplegado cilindrico: su dibujo al lado de la forma general sin indicación del motivo decorativo en la forma general
18Si el motivo no amerita un desarrollo completo, pero rebasa la mitad de la forma de la vasija que convencionalmente se dibujó por mitad a la derecha del eje, se puede ganar espacio hacia la izquierda de la línea del eje perfil-corte para completarlo (Fig. 101).
Fig. 101- El motivo decorado gana espacio a la izquierda del eje
19Para no multiplicar las vistas conviene situar en un mismo dibujo la decoración exterior y la decoración interior de una pieza (Fig. 102).
Fig. 102- Decoración interior, decoración exterior en un solo dibujo
20Si la decoración interior es repetitiva se puede indicar sólo un tramo de la banda decorada (Fig. 103).
Fig. 103- Decoración interior repetitiva
Segundo caso: formas muy abiertas, formas planas, fondos
21La decoración hecha sobre formas muy abiertas (Fig. 104a), sobre labios (Fig. 104b), sobre fondos (Fig. 104c), sobre bases (Fig. 104d) y sobre las partes superiores del hombro (Fig. 104e,f), es poco legible en el dibujo general de la vista frontal de la vasija (Fig. 104).
Fig. 104- Decoración poco visible sobre formas muy abiertas, formas planas o fondos
22Para entender mejor, se traza entonces el círculo de la circunferencia máxima de la pieza y dentro de este círculo se sitúa la decoración, arriba del perfil general si se trata de la decoración interior, abajo si es la decoración exterior. Los motivos tendrán una ligera deformación hacia el círculo trazado (Fig. 105).
Fig. 105- Representación de las decoraciones sobre formas muy abiertas, formas planas o fondos
23En los casos de cuencos y escudillas, para poder apreciar un motivo decorativo en su conjunto, puede ser necesario realizar un tipo de desplegado particular que consiste en desenrollar aparte en plano los motivos que se deformaron hacia los bordes de ésta (Fig. 106a) o escoger una orientación adecuada de representación (Fig. 106b).
Fig. 106- Representación de motivos deformados por la perspectiva
24Otra forma de ayuda puede ser prolongar los motivos en plano de la parte que no se logra ver, lo que no respetará la medida del diámetro de la vasija si se trata de una decoración en una escudilla por ejemplo (Fig. 107a,b) o desarrollar horizontalmente los motivos pintados en varias partes de la vasija. (Fig. 107c).
Fig. 107- Representación en plano de decoraciones hechas sobre superficies curvas o complejas
Tercer caso: formas globulares
25Sobre volúmenes cónicos, hemisféricos o parabólicos, la decoración se deforma de manera considerable si tratamos de situarla sobre la vista general frontal de la vasija. Los problemas de los desplegados de la decoración de esas vasijas se asimilan a los que plantea la vista plana del globo terráqueo. La traducción de un volumen en plano provoca distorsiones. Se puede adoptar la proyección cilindrica de Mercator (Fig. 108a), la proyección elíptica de Boggs y Goode Ho-molosine (Fig. 108b) o la proyección cónica simple (véase Fig. 110).
Fig. 108- Desplegado lineal de formas globulares
26En el caso de la proyección cilindrica, se considera como parte plana de la vasija la parte central de la curvatura del perfil. Se sitúa la parte decorada entre dos líneas paralelas horizontales correspondientes al plan de borde y al plan de base de la vasija. Esta franja continua no toma en cuenta la curvatura de la pieza, lo que hace aparecer unos falsos intervalos blancos entre los motivos correspondientes a la parte más curva, aquí, entre los motivos escalonados del fondo (Fig. 109).
Fig. 109- Proyección cilindrica
27Para la proyección cónica simple, se sitúan en el perfil de la vasija dos puntos B y C que delimitan una porción de la decoración considerada como plana. Se traza una línea BC que se prolonga hasta su intersección con el trazo del eje de la pieza (punto D). Se prolonga una línea recta desde la parte superior de la franja del motivo hasta esta diagonal (AA'). Con el compás se fija el punto D como centro y se trazan dos círculos paralelos, uno de rayo DA y otro de rayo DC. Se obtiene así el emplazamiento del motivo en la franja AC. Para precisar los límites de la proyección circular, se calcula AA' y A'D y, para conocer el ángulo EDE', se aplica la fórmula siguiente:
Fig. 110- Cálculo de la proyección cónica
28Con la fórmula citada, no se evita totalmente una cierta deformación pero este trazo tiene la ventaja de presentar el motivo decorativo completo de la vasija en un solo dibujo (Fig. 111).
29Otra solución puede consistir en multiplicar las vistas: varios perfiles, dibujo de la parte de abajo de la pieza, de la parte de arriba, según los casos, como hemos dicho anteriormente.
Fig. 111- Varios ejemplos de proyección cónica
Cuarto caso: las decoraciones complejas sobre formas complejas
30Si ciertas vasijas presentan decoraciones sumamente complejas en sus soportes, agarraderas, vertederas, y si tienen formas compuestas complicadas, se necesitarán varios dibujos para poder mostrar todos los motivos (Fig. 112).
Fig. 112- Decoración compleja en formas complejas
31Para trabajos comparativos, puede ser interesante aislar ciertos motivos y clasificarlos en cuadros (Fig. 113).
Fig. 113- Cuadros comparativos de motivos decorativos
LOS DIFERENTES TIPOS DE DECORACIÓN
32Aquí hablaremos conjuntamente de decorados sobre piezas completas y sobre tepalcates, subrayando algunas particularidades para cada problema, y aparte trataremos de las reconstituciones de los motivos.
33Para la clasificación de las decoraciones nos hemos basado en el libro: Normas para la descripción de vasijas cerámicas, de Hélène Balfet, Marie-France Fauvet-Berthelot et Susana Monzón, México, cemca 1992. Recordaremos aquí que no se tomaron en cuenta las respectivas escalas de las vasijas.
34Hemos dividido los diferentes tipos de decoración en tres grupos principales: decoración en plano, decoración en hueco, decoración en relieve. Anotaremos que éstos tipos se combinan muchas veces entre sí: pintura con esgrafiado, pintura con pastillaje, champlevé con grabado etc. Es en estas superposiciones de decoraciones donde el dibujo encuentra las mayores dificultades de representación.
35Ya hemos señalado que en la vista general frontal de la forma, los motivos decorativos se deforman con la perspectiva desde el eje hacia la línea del perfil. Si los motivos son sencillos o repetitivos, no ameritan varias vistas ni un desplegado. Si al contrario son complejos y si la forma es compleja también, se procede a realizar varios dibujos hechos bajo diversos ángulos o se hacen desplegados siguiendo las fórmulas ya descritas.
36Si la vasija tiene decoración interior y exterior, seguiremos igualmente los métodos descritos: ilustración de los motivos en la forma general, los motivos externos en la parte derecha, del lado del perfil, los motivos internos en la parte izquierda, del lado del corte, dejando un blanco de I mm entre la decoración y la línea del espesor de la pieza; desplegados por separados: vista de arriba para una decoración interior de vasija abierta y de abajo para su decoración exterior; vistas complementarias para decoraciones complejas (véanse Figs. 102, 105, 109, 111, 112).
37En el caso de los tepalcates como dijimos (véase Fig. 82), no olvidar que se sitúa su lado interior a la derecha del corte, del lado de la abertura del borde (Fig. 114a), y su lado exterior a la izquierda (Fig. 114b,c,d); si es un tepalcate de fondo, su parte interior se sitúa arriba de su corte (Fig. 114e) y su parte exterior abajo (Fig. 114f).
Fig. 114- ¿Cómo situar la vista exterior, el corte, la vista interior de un tepalcate?
38No se respeta la inclinación del mismo si se quiere apreciar un motivo decorativo en su totalidad( (Fig. 115).
Fig. 115- Enderezar la sición del tepalcate para apreciar una decoración
DECORACIÓN EN PLANO
Pintura
Negativo
Pulido, alisado, lustrado, encobado, bruñido
Estucado
Pintura
39Antes de empezar a estudiar una decoración pintada, hay que definir un código de colores con tramas de rayas y puntos para reemplazar los variados colores de la cerámica. En efecto, se podrían trabajar las decoraciones con colores, pero difícilmente se conseguirá la oportunidad de publicar los resultados a color al momento de su impresión.
40Un cuadro de tramas de substitución puede ser el que aparece en la figura 116, adoptado por muchos arqueólogos. Sería importante unificar esos códigos para todas las publicaciones.
Fig. 116- Representación de los colores con tramas
Pintura monocroma
41Los colores más comunes son el rojo, el naranja, el crema o el negro. Se ha optado casi siempre, cuando se trata de un engobe que cubre por completo la pieza, por no representarlo, indicando únicamente el color en el texto de la leyenda (Fig. 117). La de la figura 117a dice: engobe pulido color café oscuro; para la figura 117b, indica: vasija tripode negra en forma de barril; la 117c: cuenco rojo inciso; la figura 117d está descrita como rojo pulido, la 117e como cuenco chico café, la 117f, negro pulido.
Fig. 117- Decoración monocroma que no se representa en tramado
42Si se escoge indicar el color uniforme de la vasija con su trama correspondiente, es preferible dar entonces ciertos efectos de sombreados del volumen (Fig. 118). Las figuras 118e y 118f no fueron sombreadas y no dan buen resultado.
Fig. 118- Decoración monocroma representada con tramado
43Si la pintura cubre parcialmente la vasija, ya sea en el interior o exterior de ella, se indica con una trama (Fig. 119).
Fig. 119- Pintura monocroma que cubre parcialmente una vasija
44Para simplificar, si la pintura interior es uniforme, se indica el color con una banda-esquema de l cm de ancho (Fig. 120).
Fig. 120- Simplificación en la representación de un color
Motivos de un solo color sobre un fondo monocromo
45Para facilitar la lectura o para trabajos comparativos de iconografía, en el caso de motivos decorativos pintados en un solo color, se procede muchas veces a representarlos en negro (Fig. 121).
46Si se trata de bicromía, muchas veces no se representa el color del fondo.
Fig. 121- Representación de un solo color, en este caso el rojo
47Para indicar motivos blancos sobre un engobe de color, entonces hay que indicar este último con una trama. Un ligero sombreado puede dibujarse abajo de esta trama de fondo (Fig. 122).
Fig. 122- Bicromía
Tricromía y policromía
48La representación de la tricromía y de la policromía con tramas de rayas y puntos negros nunca será plenamente satisfactoria para la buena interpretación de los colores. Es un código que, en la medida de lo posible, podemos acercar a la intensidad de los tonos, nada más: rayas más cerradas para un rojo oscuro, más abiertas para un naranja claro, etc. Se trata de imitar lo mejor posible las gamas de medios tonos del original (Fig. 123). Por ejemplo, en la figura 123f, la descripción menciona: “arcilla roja con decoración policromada en rojo, rosa y verde con revestimento de estuco”. Por falta de conocimiento, el dibujante no escogió bien sus tramas y forzó demasiado el sombreado.
Fig. 123- Tricromía y policromía
49A veces, deliberadamente, se debe eliminar el color del fondo, el cual se indicará en la leyenda: fondo naranja, fondo crema (Fig. 124).
50Se escogerá el blanco para un color claro o el negro para un color oscuro, siempre y cuando se indique claramente en la figura o en el texto el cambio en la leyenda correspondiente (veremos en el capítulo lll que la leyenda de las tramas se sitúa a veces demasiado lejos de las ilustraciones).
Fig. 124- No se representa el color de fondo de una vasija
51Una dificultad mayor en la representación de los colores con tramas viene del hecho de que ciertos motivos decorativos muy finos se presentan en el sentido de las rayas de la trama, lo que imposibilita definir sus contornos con exactitud. Tendremos que ayudarnos con fotografías o admitir cierto margen de indefinición en ellos (Fig. 125).
Fig. 125- La dificultad para escoger bien las tramas
52Cuando la pintura de los motivos se haya hecho en dos etapas, primero realizando un trazo y después rellenándolo, o cuando hayan quedado gruesas pinceladas de pigmentos, tal vez la utilización de fotografías resulte ser más apropiada. Se añadirá solamente el corte en dibujo. Utilizar fotografías puede ser una buena solución para ilustrar ciercos casos, sobre todo si se trata de tepalcates planos, recordando siempre la problemática de la publicación futura y la necesidad de disponerlas sobre un fondo blanco (Fig. 126).
Fig. 126- Utilización de fotografías
Negativo
53La decoración en reserva o negativo es aquélla en la cual la pintura recubre el fondo, dejando los motivos en reserva, lo que se puede lograr protegiéndolos al recubrirlos con un material temporal fácil de eliminar (cera).
54Convencionalmente, se ha decidido realizar con puntitos muy regulares y cercanos la representación del motivo en negativo, dejando en blanco el fondo que lo rodea o aplicando una trama si es necesario para indicar un color. El efecto de gris óptico obtenido es laborioso en su ejecución, pero da bastante bien el resultado de esta técnica de decoración (Fig. 127).
Fig. 127- La decoración en negativo
55En el dibujo del negativo, se van a presentar ciertas dificultades cuando, sobre este mismo, se han pintado otros motivos de diferentes colores o los motivos se han realizado, por ejemplo con rojo o café. En este caso, si no se tiene una fotografía nítida y si el arqueólogo se interesa en los detalles iconográficos, será necesario a veces dibujar los motivos diferentes por separado, con sus tramas respectivas (Fig. 128).
Fig. 128- Negativo más color
56En ciertas ocasiones, el decorado en negativo aparece únicamente mojando la pieza cerámica. Remojando constantemente la vasija, se aplica un papel acetato muy transparente encima del motivo para poder calcarlo (Fig. 129).
Fig. 129- Dificultad en ver el negativo sobre una pieza
Pulido, alisado, engobado, lustrado, bruñido
57El acabado en el tratamiento de superficie de la pasta de una vasija que el arqueólogo indica en su texto descriptivo de las técnicas de fabricación de los objetos no necesita una representación gráfica, sea este un alisado, un pulido, un engobado, un lustrado o un bruñido, sobre todo cuando no modifica visualmente el relieve de la superficie.
58Sin embargo, para mejor comprensión del dibujo, se puede indicar el efecto de brillo de cierto pulido para diferenciarlo de otra parte de la superficie no tratada o para compararlo con otra pieza no pulida.
59El pulido se define como “acción de emparejar, total o parcialmente, la superficie de una pieza cerámica por frotamientos repetidos al final del proceso de secado. Esta operación, que comprime y orienta las partículas de arcilla, da a la superficie un efecto de brillantez (Balfet, Fauvet-Berthelot y Monzón 1992). Ciertos autores emplean el término de lustrado en lugar de pulido. Se utiliza a veces para recalcar el brillo de una decoración sobre un fondo mate. El pulido se puede indicar por medio de puntos finos y regulares, cerrándolos más hacia la línea de perfil de la vasija, dando así cierta interpretación del volumen, dejando un blanco de 1 mm antes de la línea del perfil para dar un efecto de brillo. También se ha logrado el efecto del pulido con rayitas paralelas horizontales finas, cerradas del lado de la línea de perfil y desvanecidas hacia el eje central (Fig. 130).
Fig. 130- Tratamiento de superficie: el pulido
60El alisado, definido por las autoras como “acción de emparejar total o parcialmente la superficie de una pieza cerámica cuando está húmeda, la cual permite obtener una superficie lisa y mate”, puede ameritar una interpretación gráfica para tratar de indicar el sentido de los movimientos ejecutados para su realización y permitir a veces traducir los efectos de los rastros dejados por los instrumentos empleados (como sería el alisado de palillo). Pero es casi imposible su representación (Fig. 131).
Fig. 131- Tratamiento de superficie: el alisado
61El pulido o el alisado se utilizan a veces para trazar una decoración que se destaca por su brillo sobre un fondo mate o para diferenciar dos franjas (Fig. 132).
Fig. 132- Tratamiento de superficie: brillo sobre mate
62El engobado, definido en el mismo manual como “acción de recubrir, antes de la cocción, la totalidad o una parte de la superficie del objeto cerámico con un revestimiento de naturaleza arcillosa que se llama engobe. Puede dejarse sin ningún tratamiento posterior o puede servir de fondo a una decoración pintada o a elementos ornamentales. Cuando la arcilla empleada es de color diferente del de la superficie de la pieza cerámica (se utiliza con frecuencia engobe blanco o rojo), se distingue fácilmente la línea de contacto. Cuando se utiliza el mismo color, es muy difícil observar la presencia de un engobe”. Si hay tiempo para su ejecución, el dibujo del engobe se hará con puntos muy finos recubriendo toda la superficie de la vasija, dando efectos de sombra para interpretar el volumen, pero lo más común es no representar el engobe (Fig. 133).
Fig. 133- Tratamiento de superficie: el engobado
Estucado
63En general, se opta por imprimir en color las decoraciones estucadas, pues su análisis en tramas es de lo más complejo. Si no se utiliza el color, se emplearán las tramas como las utilizadas en las decoraciones policromadas. En el ejemplo escogido en la figura 134a, se reproduce en blanco y negro una decoración estucada que ha sido ejecutada en acuarela a color (Fig. 134).
Fig. 134- El estucado
64En su libro Normalisation du dessin en céramologie. Documents d'ar-chéologie méridionale, Montpellier, France, 1979, Patrice Arcelin describe, en su “Representación gráfica de los aspectos de tratamientos de superficie de las cerámicas”, cinco aspectos diferentes: pulido, alisado fino, alisado burdo, escobillado y modelado de la pasta, y ofrece una interpretación gráfica para cada una de estas técnicas. Anotaremos aquí' que el escobillado lo trataremos con la decoración en hueco. A propósito del pulido normal, Arcelin aconseja dejarlo en blanco, mientras que el pulido fino, lo interpreta con un punteado fino, al igual que el alisado, haciendo este último con puntos más irregulares. Su última categoría, el modelado de superficie, es interesante porque en ella recomienda traducir por medio de un dibujo realista los diferentes efectos que dejaron las huellas de los dedos o el aspecto tosco de la superficie. En esta categoría podemos incluir las vasijas que dejan ver las huellas del enrollado de la pasta (c) (Fig. 135).
Fig. 135- El modelado de la pasta
DECORACIÓN EN HUECO
Raspado estriado, escobillado, escobeteado
Acanalado
Inciso, grabado, rasguñado, escarificado, esgrafiado
Exciso, excavado, champlevé
Impreso, repujado, punzonado
65La decoración en hueco es la que modifica la superficie de una vasija cerámica ahuecando la pasta con instrumentos variados. Se combina este tipo de decoración con la de relieve cuando, al momento de marcar la superficie con un instrumento puntiagudo, éste deja rebaba o relieve al remover la pasta.
66Lo que hemos descrito anteriormente para la representación de los motivos decorativos sobre una pieza completa, una incompleta o un tepalcate es válido para la decoración en hueco: motivos simples o repetidos sencillos, motivos complejos que ameritan ciertos dibujos aparte, desplegados, vistas múltiples etc. También la fuente de luz, arriba y a la izquierda, que ilumina el objeto, se respeta aquí para los efectos de sombreado.
67La mayor parte de las alteraciones de la superficie de una vasija son bastante difíciles de ilustrar, sobre todo si el dibujo de la forma general va a reducirse posteriormente. A veces, una buena fotografía podrá resaltar mejor ciertas técnicas de raspado, de rugosidad por cepillado o por escobeteado fino, y siempre el dibujante tendrá que referirse a la descripción minuciosa que hará de ellas el arqueólogo en su texto.
68Analizaremos entonces los diferentes tipos de decoración en hueco y sus posibilidades de interpretación en dibujo.
Raspado, estriado, escobillado o escobeteado
69Estas técnicas dan un aspecto rugoso a la superficie de la pasta, modificación que se obtiene raspando la vasija cuando está casi seca o sobre su superficie ya alisada. En general el instrumento utilizado deja huellas. En cierta medida, cualquier dibujo que trata de interpretar el escobillado o la rugosidad que deja este trabajo es un poco forzado. Se puede interpretar con rayitas finas interrumpidas y puntos separados alineados irregularmente (en caso de una pieza completa, no olvidar sombrear ligeramente la parte extrema derecha del perfil con puntos regulares). Si la superficie deja ver las huellas de la orientación del ritmo de los movimientos que fueron empleados para modificar la pasta de la vasija, se interpretan de manera realista estas orientaciones de huellas (Fig. 136).
Fig. 136- El raspado, estriado, escobillado
Acanalado
70Existen múltiples variantes de decoración acanalada. Las acanaladuras pueden ser verticales, horizontales u oblicuas, poco pronunciadas o muy hondas, con canales abiertos o cerrados. Puede ser que la misma pasta de la vasija ha sido modelada en forma acanalada, lo que deja relieves y huecos bastante pronunciados, hasta llegar a la forma conocida como media caña (Fig. 137h). Estas variantes tienen que aparecer en los dibujos. Si es poco marcado el acanalado, se dibujará con un sombreado ligero de puntos en la parte izquierda de la depresión. El sombreado se reforzará según se agudice la profundidad de los canales. El dibujo de los espesores de los cortes será de mucha importancia. A veces la pieza o el tepalcate necesitarán un corte transversal o una vista desde arriba para apreciar bien la forma (Fig. 137).
Fig. 137- El acanalado
Decoración incisa, grabada, rasguñada, escarificada, esgrafiada
71La decoración incisa se trabaja en barro crudo. La incisión puede ser triangular o redondeada, según el instrumento empleado y a veces estas incisiones son paralelas, hechas con peines.
72La decoración incisa es muy difícil de diferenciar de la decoración grabada, la cual se ejecuta en el barro ya cocido o al menos duro, cuando éste ha perdido su plasticidad. En la decoración grabada se nota una ausencia de rebaba y de crestas en los bordes de los trazos y a veces se logra distinguir una diferencia de color entre la superficie de la vasija (color del engobe) y el fondo del trazo (color del barro).
73Es aquí donde la descripción del arqueólogo se vuelve importante. Como lo define Dominique Michelet en su libro Río Verde, San Luis Potosí, cemca, 1996, pág. 235:
En ceramología, la línea de división entre incisión y grabado opone normalmente una decoración ejecutada sobre pasta plástica y otra realizada sobre pasta seca. Esta diferencia, que se aprecia, más que todo, según la regularidad de los motivos y las desconchaduras que su ejecución implica, no es fácil de discernir de otra forma que con lupa binocular, salvo casos excepcionales. Ello conduce pues al analista a proceder con observaciones bastante largas y ,en parte, aleatorias ya que existe toda una gama de situaciones intermedias en el grado de secado de la pasta al momento de la realización de la decoración, lo que torna la clasificación delicada. Además, según la herramienta utilizada, el resultado obtenido puede conducir a confusiones... Por esas razones renunciamos a elevar a rango de criterio un atributo tecnológico tan poco fácil de comprender.
74Este tipo de decoración se realizará por medio de líneas paralelas muy finas o con una línea fina del lado de la fuente de luz y una línea paralela a esta hecha de puntos alineados regularmente también finos (Fig. 138).
Fig. 138- Decoración incisa o grabada?
75Si la incisión o el grabado son particularmente finos, se traza una sola línea, indicando a veces solamente el ancho del grabado con puntos finos a la derecha de la línea (Fig. 139). Las figuras 139a y 139b presentan trazos llamados rasguños.
Fig. 139- Decoración incisa fina, rasguño
76Si son incisiones medianas o profundas, se refuerza con negro la línea izquierda y la línea superior correspondientes al lado de la fuente de luz y a veces se puntea con negro la sombra que deja en su hueco la incisión, dejando un blanco del lado opuesto, antes de la línea paralela ya trazada (Fig. 140).
Fig. 140- Decoración incisa ancha y profunda
77Si se optó por trabajar con puntos la superficie de la vasija o si hay tramas de color, no se traza la línea de la derecha delimitando la incisión, se deja un blanco (Fig. 141).
Fig. 141- Interpretación de las incisiones
El dibujo y sobre todo el entintado de este tipo de decoración es muy meticuloso. Se trata de plasmar los movimientos que hicieron posible el diseño de esas líneas curvas o quebradas, con sus imperfecciones e irregularidades, y de trasmitir una imagen bastante fidedigna de la profundidad de tales incisiones.
Decoración excisa, escavada, champlevé
78La excisión es la acción de retirar una parte de la pasta de la vasija cerámica, arrancándola o recortándola. Se define como champlevé o excavado cuando la superficie de excisión es importante. La separación entre incisión y excisión no es siempre fácil de determinar. En general, el motivo exciso se realiza haciendo un primer trazo inciso y se retira la materia de la zona delimitada por esas incisiones. Los rastros de las incisiones se logran ver (rebaba, trazos repetidos).
79El fondo de la excisión deja ver irregularidades a consecuencia del instrumento que sirvió para retirar la materia. A veces, este mismo fondo, sobre todo en el caso del champlevé, es retrabajado con incisiones y grabados así como la superficie dejada en relieve. Dice Dominique Michelet (op. cit.):
Los tepalcates excisos o con una decoración en champlevé se distinguieron, en nuestra clasificación, de los fragmentos incisos-grabados. De hecho, se ha considerado que, aunque estén muy claramente emparentados con los tepalcates incisos, su ejecución implica una técnica particular. En el caso de los tepalcates excisos, los recortes de la pasta son generalmente precisos, profundos y amplios, de tal suerte que los motivos aparecen en relieve, conservando la superficie original. En realidad, la separación entre incisión y excisión no es siempre tan clara como pudiera desearse. Además, en algunos tepalcates, pudimos constatar que las dos técnicas estaban a veces combinadas. Los tepalcates mixtos fueron clasificados en definitiva con los excisos, en función de una jerarquía de criterios fundada sobre el grado de elaboración de las técnicas.
80El dibujo de interpretación de esas técnicas se realiza de una manera similar a la que hemos descrito para la decoración incisa y grabada. Una combinación de excisiones e incisiones, realizada después del pulido, confirma las irregularidades de los trazos (Fig. 142).
Fig. 142- Decoración excisa, excavada o champlevé
81Ciertas excisiones muy anchas y recortadas tienen formas redondas u ovaladas. Se delineará su límite de superficie con mucho cuidado y se sombreará el hueco imaginando como siempre la fuente de luz arriba y a la izquierda. La mayoría de las veces corresponden esas excisiones a fondos de molcajetes y entran en la definición de decoración punzonada (Fig. 143).
Fig. 143- Excisiones anchas y recortadas
Decoración impresa, punzonada
82Este tipo de decoración se obtiene presionando un instrumento en la superficie todavía fresca de una vasija cerámica. Puede ser un estampado sencillo donde la forma del instrumento empleado deja una hendidura específica y rebaba a los lados del hueco. Se reconoce fácilmente la huella. El arqueólogo puede querer una ampliación de esa huella. El caso más común de impresión simple es el que se realiza en los molcajetes. Esos motivos decorativos se obtienen con conchas, cañas, punzones, tela; las uñas, las yemas de los dedos o unos simples palillos. En esta categoría entra también el trabajo del repujado (Fig. 144). Las ilustraciones c y d de la figura 144 muestran una decoración punzonada.
83Otro tipo de impresión se logra con un rodillo o con un sello. El rodillo, la ruleta o el sello cilindrico pueden mostrar motivos excavados o en relieve y a veces es difícil diferenciar la huella de las que fueron hechas con molde.
84También aquí citaremos el trabajo de moldeado que puede ser empleado para una decoración en hueco, aunque hemos clasificado este tipo de técnica en las decoraciones en relieve.
Fig. 144- Decoración impresa, punzonada
85En esos variados casos de decoración en hueco que acabamos de describir, el espesor del corte será de gran importancia y su me dida requerirá de una gran atención. Se ayudará el dibujante con pe-dacitos de cartón o tiritas de metal (Fig. 145a) para medir bien los huecos porque el conformador a veces no penetra de manera justa en las huellas dejadas por el instrumento utilizado (Fig. 145).
Fig. 145- La precisión en los cortes de las decoraciones en hueco
DECORACIÓN EN RELIEVE
Pastillaje
Modelado
Moldeado
Formas añadidas
86La decoración en relieve es un trabajo que añade un elemento a la superficie de una vasija o que transforma la pasta misma de ésta por modelado o utilización de molde.
87Ya hemos visto en el capítulo de la decoración en hueco los tratamientos de superficie: escobeteado, estriado, raspado, que al mismo tiempo dejan huellas en hueco y en relieve (la rebaba). Si el dibujante quiere aproximarse al efecto final de este tipo de modificación de superficie, tiene que hacerlo con mucho cuidado y no recargar demasiado el dibujo (Fig. 146).
Fig. 146- Decoración en relieve: tratamiento de superficie
Pastillaje
88El pastillaje es la acción de pegar, generalmente antes de la cocción, un elemento decorativo de pequeña dimensión. Esta aplicación se puede hacer en forma separada con bolitas ovaladas o redondas, de tamaños variables, como en los ejemplos de la figura 147d, o en forma de tiras retrabajadas, el pastillaje de banda (Fig. 147e,g,h,j,q,r). Muchas veces, el pastillaje se redecora con incisiones. Para el dibujo de esta técnica de decoración, se trata de observar con gran minucia el trabajo ejecutado a fin de transmitir la forma exacta de los relieves y de sombrearlos de tal manera que se pueda apreciar el tamaño del volumen que proporcionan o del hueco que dejan. En este caso, la exactitud del espesor del corte será de mucha importancia.
89Recordemos aquí que, al momento de entintar los cortes, se debe dividir el espesor de la forma general del espesor del pastillaje añadido con un blanco de 1 mm, pero no hay que hacerlo si el relieve dejado por los pastillajes es mínimo (Fig. 147).
Fig. 147- El pastillaje?
Modelado
90La decoración modelada se hace modificando el relieve de la pasta de una pieza cerámica. Esta modificación puede afectar el espesor total de la vasija o solamente su superficie. La decoración resultante da relieves y huecos y se nota una gran irregularidad en las formas y los espesores.
91Las formas pueden presentar abultamientos mínimos o relieves acentuados que se concretizan en la manera de sombrear la pieza (Fig. 148).
Fig. 148- El modelado
92Para el dibujo de ciertos modelados complejos, el dibujante se podrá ayudar con fotografías, pero sobre todo tendrá que utilizar una buena fuente de luz situada en el lugar indicado, armando una caja de luz (Fig. 149).
Fig. 149- El sombreado de los motivos modelados
93Un derivado del modelado es la decoración de media caña, abulta-mientos paralelos generalmente verticales más o menos marcados, realizados al momento de la fabricación de la vasija, modificando la forma de su cuerpo (véase Fig. 137k) y los abultamientos mínimos que presentan ciertas piezas, los que se dibujan con un sombreado muy ligero y que se aprecian en la vista superior o inferior de la pieza (Fig. 150).
Fig. 150- Decoración de media caña
Moldeado
94Es la acción de decorar una vasija cerámica durante el proceso de fabricación, por presión en un molde. El resultado puede ser una decoración en relieve o en hueco.
95Los motivos aparecen en general bastante nítidos, sin rastros de dedos, y su sombreado requiere de un buen trabajo de observación. El arqueólogo puede decidir interesarse únicamente por la línea exterior del motivo si es que tiene como meta un estudio iconográfico (Fig. 151).
Fig. 151- El moldeado
Formas añadidas
96Es la acción de dar forma a un elemento que se añade posteriormente a la vasija antes de su cocción o de aplicar a aquella una forma moldeada. Los cortes serán una buena indicación del trabajo realizado (Fig. 152).
Fig. 152- Formas añadidas
RECONSTITUCIÓN DE LOS MOTIVOS
97La reconstitución de una decoración en parte borrada o en parte fragmentada por causa de fracturas de la pieza o fragmentación de ésta en varios tepalcates, puede interesar al arqueólogo para su trabajo.
98Ciertas reconstituciones son muy fáciles de realizar: el motivo es repetitivo, está formado por unas simples líneas o su simetría es evidente. Otras ameritan un análisis más profundo y varios estudios comparativos que permitan al arqueólogo decidir el procedimiento de su ejecución.
99En el caso más sencillo de una fácil reconstitución, resultado de lo obvio del motivo, se completa el diseño con puntos finos trazando los límites de la forma del motivo (Fig. 153).
Fig. 153- La reconstitución de motivos incompletos por medio de líneas punteadas
100En un caso más complejo como sería no saber el número de motivos, si no aparecen en su totalidad en una forma rota, podemos calcular su número y su emplazamiento conociendo el diámetro de la pieza cerámica. Trazando el círculo correspondiente a la medida del diámetro máximo de la pieza o el desplegado de su altura si es una vasija cilindrica, se sitúan en la forma así delimitada las partes decoradas y por medio de cálculos se procede a trazar las partes faltan-tes. Para mayor facilidad, el dibujante puede adoptar un trazo relleno de negro para la parte existente y una simple doble línea paralela para la parte reconstituida (Fig. 154).
Fig. 154- La reconstitución de motivos incompletos por medio de trazos finos
101Un caso extremo viene siendo el de algunos tepalcates dispersos que no podemos juntar ni pegar para definir una forma. Un tepalcate de borde puede dar la medida del diámetro de la vasija y la inclinación de su pared, definiendo en cierta medida una forma. Es la misma operación que se realizó para restaurar una forma. Se trata entonces de disponer los tepalcates decorados en este esquema base y de reconstruir el motivo (Fig. 155). La decoración de la escudilla a fue reconstruida con diez tepalcates de diversas piezas y con el tiempo, el arqueólogo encontró un cuenco completo (6) que confirmó la buena interpretación de la reconstitución.
Fig. 155- La reconstitución de motivos complejos a partir de tepalcates
CONCLUSIÓN
102Como hemos visto en este capítulo, el dibujo de las decoraciones de las vasijas cerámicas es un trabajo meticuloso de gran observación y de ingeniosidad en su ejecución.
103El problema se complica cuando varios tipos de decoración se superponen y se complementan en una misma pieza. Entonces la variedad de posibilidades se torna casi infinita. Aquí solamente hemos abordado algunos ejemplos, basándonos en sus dibujos respectivos. En realidad, la parte más dificultosa se presentará al entintar tales dibujos, lo que veremos en el capítulo siguiente, aunque podemos adelantar varios ejemplos con sus soluciones; figura 156a: vaso cilindrico con decoración aplicada e incisa, rojo sobre natural; figura 156b: decoración roja sobre relieve y natural; figura 156c: rojo más negativo sobre natural e impresiones; figura 156d: rojo más esgrafia-do sobre natural con pastillaje; figura 156e: policromía roja, naranja y negra; figura 156f: olla con pintura naranja, lustrada y esgrafiada; figura 156g: rojo y blanco sobre café claro; figura 156h: cajete trípode, alisado con pintura roja e incisiones; figura 156i: inciso fino sobre modelado; 156j: pintura roja y negativo.
Fig. 156- Varios tipos de decoración superpuestos en una misma vasija