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Mauro

copas

Aquel señor no bailaba demasiado. Mauro se preguntaba si podía. ¿Sufría de ciática? ¿O qué edad tendría realmente? A decir verdad, no habían hablado mucho; era como si aquel señor solo quisiera charlar de vez en cuando, cada tres o cuatro canciones... Mauro lo había cronometrado. Eso sí, no se sentía incómodo a su lado y, en realidad, le venía bien que le pagara alguna que otra copa en aquel lugar.

Cuando al cabo de un rato Rafael se acercó un poco más a Mauro, rozándole la cintura con la mano, este se preguntó si quería que pasara algo.

Sexo. Con ese señor.

¿Sería posible?

El mundo de Mauro comenzó a girar. Solo había mantenido relaciones sexuales con Héctor, las cuales habían conseguido abrirle la mente y que comprendiera lo equivocado que había estado con todo el tema de la virginidad. Era un invento, ¿verdad? Qué más daba.

Y qué más daba en aquel momento todo eso.

La mano de Rafael continuaba sobre su cadera y al ver que Mauro no la había rechazado, se había acomodado. El hombre se acercó un poco más con una sonrisa de medio lado.

—Eres como un osito —le dijo. Por la forma en la que pronunció aquellas palabras y su mirada, Mauro no lo interpretó como un ataque, sino como algo incluso cariñoso, así que sonrió.

—Gracias —replicó escuetamente.

¿Tengo que devolver el piropo? ¡Es un señor!

Pero el siguiente paso lo dio él, aproximándose más y más a Mauro, hasta cerrar los ojos y buscarle con un beso. Fue un pico, el primer acercamiento, con el que debía de asentar las bases, tener cuidado. Mauro no sintió nada, a diferencia de lo que había sentido cuando besó a Iker.

Iker.

Iker.

Iker.

Ay, madre mía. Se preguntó dónde se encontraría y si estaría bien. Quizá pasar la noche con Rafael no estaba siendo la mejor idea, pues no quería que ni Iker ni ninguno de sus amigos se enfadara.

De pronto, Mauro se imaginó a Iker enrollándose con alguien. Con quien fuera, daba igual. Allí había demasiados hombres como él: altos, musculados. Entre ellos se atraían como imanes, porque parecían tener algún tipo de morbo turbio por tirarse a sus versiones idénticas. Alguna vez había leído algo del estilo en internet.

Mauro trató de concentrarse en el presente. Rafael lo miraba como si el siguiente paso tuviera que darlo él, lo cual era lógico en cierto modo. Sin embargo, antes de eso, necesitaba aclarar un poco las ideas.

—Voy al baño un momento, enseguida vuelvo —le anunció al señor. Este asintió con la cabeza, normal.

Bien, no le molesta.

Ya en el baño, Mauro escuchó ruido proveniente del fondo. Aspavientos, bufidos, rugidos. ¿Qué había ahí, un puto animal? No quiso acercarse demasiado, aunque... Vale, sí, por la parte de abajo se veían pies. Dos pares de pies. Decidió hacer oídos sordos y meterse en uno de los cubículos. Sacó el teléfono para hablar por el chat grupal.

MAURO

Chicos

Dónde estáis?

Nos hemos perdido todos o qué?

Pasaron un par de minutos en lo que Mauro orinó y se apoyó contra la pared, esperando respuesta. Una sensación de soledad comenzó a recorrerle el pecho y pensó en Rafael, aguardándole.

IKER

Todo bien

Tú?

El resto?

MAURO

En el baño

ANDRÉS

S.O.S.

RESCATADME

MAURO

Qué pasa?

Foto de tu ubicación

ANDRÉS

[Foto]

Cayetanas

Miedo

Pijos

¡!!

IKER

JAJAJAJA

Qué esperas en Ibiza?

Venga, haz caso a Mauro

Y voy para allá

Aunque estoy ocupado...

Necesito unos minutos

GAEL

Yo acabo de salir del baño

Os veo luego

MAURO

Anda...

GAEL

Mauro contuvo una sonrisa y decidió dejar correr el tema. ¿Serían Gael y Oasis los que hacía unos minutos estaban montando esa bulla? Sería una coincidencia graciosa... Aunque le recorrió un escalofrío.

Puaj. Le has escuchado follar.

Sí, mucho puaj, pero te recuerdo que ya le has visto la polla.

Intentando evitar que su mente continuara por esos derroteros propios del alcohol, se volvió a centrar en el grupo.

MAURO

Yo igual puedo ir a rescatarte

Pero estoy con el señor

IKER

El sugar

MAURO

No sé

ANDRÉS

Hija, claro

El papá de azúcar

MAURO

No sé

IKER

Deja de hacerte el tonto

Maurito, Maurito...

MAURO

Bueno, le distraigo
O igual quiere venirse

Os importa?

IKER

Qué, estáis casados?

Madre mía

Has venido a la fiesta con nosotros xd

MAURO

Exacto

Y te has pirado

Lo de siempre, vamos...

ANDRÉS

Toma, nena
Pa que hables

IKER

Os odio

Enseguida voy

Termino una cosa

Y me aparezco ahí

MAURO

Muy ocupado?

IKER

No te importa

MAURO

Lo que yo haga tampoco

ANDRÉS

OMG

No voy a ser yo quien lo diga

MAURO

??

IKER

??

ANDRÉS

corazones #IKAURO corazones

Mauro tardó un rato en comprender aquello, pero en cuanto lo hizo quiso lanzar el teléfono por el retrete. Volvió a leerlo. Una, dos, tres veces. Incluso una cuarta, que fue cuando asumió lo que podía significar. ¿Era realmente la unión de su nombre con el de Iker? Le sonaba de haber visto en algún foro de los suyos de fantasía palabras así, que surgían uniendo el principio y final de los nombres o combinándolos de diferentes maneras... No se podía creer que Andrés hubiera puesto eso EN EL MALDITO CHAT GRUPAL.

Pagaría dinero por ver la cara de Iker. Le ayudaría a entender qué estaba pasando entre ellos (si es que estaba pasando algo, claro). ¿Hasta qué punto había cosas en la mente de Mauro que eran o no eran reales?

Necesitaba aclarar sus dudas.

Se preguntaba si esa noche podría hacerlo.