Epílogo

—¡Hola, abuela Dee! ¡Hola, abuelo Jeff! ¡Soy yo, Wren! Pero supongo que ya lo veis. Sé que todavía estáis de safari y que no tendréis wifi hasta dentro de unos días, pero estoy grabando este vídeo con el teléfono de papá, así que os estará esperando cuando tengáis cobertura. Como siempre nos echáis de menos cuando estáis de viaje, mamá y papá han estado de acuerdo en que así la separación será más fácil.

»Como veis, estoy en la casa del árbol. Me tenía que alejar de casa, la verdad. Los gemelos no hacen otra cosa que correr por todas partes, jugando a los ninjas. Algo que vuelve loco a Naricitas, que no para de ladrar hasta que te estalla la cabeza, y papá se pone a gritar para que deje de ladrar; y mamá está vomitando otra vez como durante el primer trimestre de embarazo de los gemelos. ¡Más vale que esta vez sea una niña! Papá dice que no tenemos una familia, que tenemos un zoo.

»Ah, y los carpinteros están aquí, trabajando en la nueva ampliación. Papá dice que, si la escuela sigue creciendo, se convertirá en una universidad.

»Sé que os preocupa que mamá trabaje tanto, pero las nuevas comadronas de la clínica la están ayudando mucho. Y la madre de Eli se ha hecho cargo de las charlas con los adolescentes, así que mamá tiene mucho más tiempo libre.

»¿Y recordáis que os dije que Savannah dijo que podía estar en la habitación cuando tuviera al bebé? Sucedió hace dos días. Zoro no quería entrar, pero yo sí, y tuve que ayudar a mamá. ¡Fue tan asqueroso y emocionante! Creo que cuando sea mayor quiero ser matrona. O a lo mejor doctora. O guardabosques. No quiero ser artista como papá, pintar no hace que mi corazón cante como dice él que le pasa cuando termina un nuevo lienzo o mural o una de sus grandes instalaciones de luz.

»A él no puedo decírselo porque se preocuparía, pero me gustaría que no fuera tan famoso. Cuando vamos a Nueva York, a veces la gente me pregunta qué se siente al ser su hija, y eso me da muchísima vergüenza. Solo es mi padre.

»Otra cosa que empieza a ser molesta… Ya sabéis que a mamá y a papá les gusta hablarme de Bianca, mi madre biológica, para que no la olvide. Siempre me dicen cuánto me quería y lo artística que era, y todo ese tipo de cosas, bla, bla, bla… Pero no soy tonta, y sé que era una especie de bohemia alocada. Quizá podríais contarme más sobre ella la próxima vez que vengáis a visitarnos. Aun así, ¡espero parecerme a ella algún día!

»¿Qué más puedo deciros? Zoro, John y yo vamos a ir hoy a casa de Eli. Dijo que nos enseñaría a buscar salamandras, pero he tenido que prometerle que dejaría de hacer tantas preguntas sobre aquella vez que me secuestró. Aunque ya es un adolescente, le molesta. Pero me gusta oír los detalles. Es genial lo valiente que fue.

»Heather me ha invitado a mí sola a una fiesta de pijamas mañana por la noche. Siempre hacemos manualidades divertidas y cosas de yoga juntas, pero me toca tener cuidado cuando ceno allí porque nunca sé lo que me va a dar de comer.

»Phish está saliendo con esa mujer que le presentó la señora Kelly, pero a ella no le gustan tanto como a él los Grateful Dead, así que nadie cree que vayan a durar.

»La señora Kelly abrió un despacho más grande en Knoxville, pero sigue viniendo a Tempest casi todos los fines de semana para quedarse con el señor Brad. La gente de La Chimenea Rota siempre dice que están casados, pero no del todo casados, así que se lo pregunté a Ava la última vez que vino de Atlanta, y ella me contó que su padre está locamente enamorado de su madre, pero que a su madre le gusta la independencia. Eso me dejó preocupada, así que lo hablé con mi madre ayer por la noche, y le pregunté por qué ella no quiere independencia como la señora Kelly, y me contó que es porque papá hace que su corazón se ponga a cantar. Papá la oyó decir eso, la levantó del suelo y empezó a besarla, y los gemelos se pusieron a correr alrededor de ellos, y Snuffles a ladrar, y luego mamá puso música, y bueno, ya habéis estado aquí cuando eso pasa, así que sabéis perfectamente lo que hicimos a continuación. ¡Aunque estaba lloviendo! Todos tuvimos que salir corriendo y empezar a bailar.

»Adiós. Estoy deseando que volváis.

»¡Ah, y una cosa más! Espero que nadie nos vea nunca bailar así, porque me daría muchísima vergüenza.