25

Volvió a actuar este perrito días después, y sigo creyendo que hay engaño. El perrito lleva el collar puesto en la actuación, y me parece que esa es la explicación. Pueden llegarle, por medio del collar, pequeñas vibraciones eléctricas que su amo le manda con un emisor, que acciona imperceptiblemente; cuando el perro nota el cosquilleo, ladra una vez. O su dueño puede emitir, también, sonidos de muy alta frecuencia con un pequeño aparato, inaudibles para el oído humano, que el perro capta sin que nadie más los oiga.

Desde pequeño, busco el truco de lo asombroso, porque mi padre era mago, ilusionista, y mi hermano lo es actualmente. Cuando yo tenía cinco años, me metían en un saco que mi padre cerraba con una cuerda, haciendo varios nudos. El saco y la cuerda se daban antes al público para comprobar; luego, lo tapaban con una tela, y yo salía de él en tres segundos (uno, dos y tres, ¡hale hop!) sin alterar las ataduras, y me quedaba con el saco vacío en la mano y los nudos intactos.

Resultan espectaculares esas cosas, y la gente no sabe cómo se hacen, pero al final son trucos muy sencillos.

Se han hecho experimentos científicos con perros, para demostrar que distinguen hasta doscientas palabras, que previamente han ido aprendiendo, correspondientes a objetos que les son familiares. Después, ponen muchos de estos objetos en el suelo de una habitación, sin que los vea el perro. El dueño y el perro están en otra. El dueño le dice:

—Trae el hueso.

El perro va a buscarlo y lo trae.

—Ahora, trae la rana.

Y así, hasta doscientos objetos. Eso me hace perseverar en que Botón aprenda a leer y que llegue a distinguir las herramientas. Más tarde, empezaremos con las ecuaciones.