Epílogo: Charla con el japonés Uzu, inventor del Boedismo Zen

Dicen que a Jimmy Page le salió mal una brujería y por eso se murió Tarac, el hijo de Plant, dice Uzu.

¿Se llamaba Tarac o Tarek?, digo.

No sé. Pero de lo que estoy seguro es que el tipo se dedica a la brujería. ¿No viste los signos que usa en la ropa y en los discos de Zeppelin?

Zoso.

Ese, Zoso, que es una especie de invocación satánica. ¿Dónde tenés Zeppelin Dos?

En la otra pila.

Japón, ¿Viste qué bueno ese chaleco que tiene el hijo de puta... ese que dice en letras grandes Zoso?

Es de Page, yo se lo vi a Page.

Ese. Me duele como la puta madre... Anoche no podía dormir del dolor...

¿Te hicieron radiografías?

Sí, de la cabeza y del brazo y creo que del tórax también.

Lo que pasa es que vos quedaste justo en el medio. Acá está.

¿Puedo ponerlo bajo?

Sí.

Este Winco. ¿Quién lo pintó de blanco?

Lo pintamos con el tano Fuzzaro una vez que nos dimos vuelta con Talasa. ¡Está bueno!

Para mí este disco es uno de los más grandes de la historia del rock, es como el Sargent Pepper... vas a ver que lo van a copiar hasta el año dos mil...

Me parece que nos volvimos locos, no tendríamos que haber salido todos a la vez... Y ese Vainilla que parecía tan malo al final se metió en ese quiosco y se hacía el que compraba cosas...

¿En qué quiosco?

En uno de avenida La Plata, cuando empezamos a retroceder corriendo...

Pero vos ahí te paraste en seco y encaraste a ese animal del cinto.

Sí, fue medio loco.

¿Qué le dijiste?

No me acuerdo. Pero ahí me empezaron a pegar de todos lados y Máximo me gritó algo pero no sé qué. Japón, ¿sabés que de golpe tengo una sensación extraña? Como si perdiera el sentido de las cosas. Es como si de golpe me sumergiera en el fondo del agua y escucho todo bajo esa campana de silencio que hay cuando uno está nadando al ras del piso de la pileta, ¿viste?

Le dijiste eso al médico.

Sí, me dijo que podía ser por el shock de la pelea y los golpes. Me hizo un electroencefalograma pero salió todo bien.

Yo lo vi a Máximo gritando como loco y se metió en el medio donde te estaban pegando a vos con un palo que no sé de dónde lo sacó...

Dulce grande estaba tirado boca abajo, sobre la calle, ¿estábamos sobre la calle?

Ustedes sí, yo venía detrás, yo vi los patrulleros y a esas viejas que empezaron a gritar... pero al tal Chopper no lo vi por ningún lado.

Ni a Chamorro.

Anda diciendo que va a ir él solo al parque. Que vaya. Lo van a matar.

Nosotros empezamos a correr por Venezuela cuando cayó la yuta.

A mí me agarró Máximo y me metió en un taxi. Estaba aturdido. Máximo sangraba por toda la cara.

¿Fueron al Ramos Mejía?

No. No teníamos plata para pagar y ni bien salimos de ese quilombo, Máximo le dijo al tipo que no teníamos un mango y nos hizo bajar. Yo bajé por un lado y Máximo por el otro. Pero no lo volví a ver.

¿Cómo puede ser?

Como te digo. El taxi arrancó y yo estaba solo. Máximo, Máximo grité. Pensé que se había quedado en el taxi, pero me acuerdo que los dos bajamos a la vez. De ahí volví caminando hasta casa. A medida que me enfriaba me dolía el alma.

El misterio de Bruce Lee.

Lo mataron porque estaba dando a conocer los secretos de las artes marciales, ¿no?

Sí. Lo mataron con un golpe.

Cómo.

Un tipo se lo cruzó por la calle y apenas lo tocó. Pero como era un experto, con ese golpe bastó para que a la semana Bruce se muriera.

Se parece a lo que me contaste la otra vez con el maestro de té.

Es así. Si vos sos un maestro de té, impecable en el arte de la preparación del té, también podés pelear con cualquiera y matarlo a golpes porque sos impecable. Tenés impecabilidad.

¿Es decir que si yo fuera un maestro del té podría haber fajado a todo el parque Rivadavia?

Exacto.

Voy a poner Zeppelin uno. Este también está rebueno. Es genial. Igual que House of the holy.

O Physical Graffiti.

Ese es mortal. ¿Y Máximo?

Nadie lo vio. Ya va a aparecer. Seguro que anda en Padua. Máximo es impecable.

Sí.