Rosario Castellanos nació el 25 de mayo de 1925 en la ciudad de México. Recién nacida fue llevada a Comitán, Chiapas, donde transcurrieron su infancia y su adolescencia, escenarios esenciales de su universo novelesco. A los 16 años regresó al Distrito Federal para continuar su educación hasta graduarse en 1950 como maestra en filosofía. Fue promotora de cultura en el Instituto de Artes y Ciencias de Chiapas, trabajó en el Centro Coordinador del Instituto Indigenista de San Cristóbal Las Casas, fue jefa de información y prensa de la Universidad Nacional Autónoma de México, impartió cátedra en la misma institución y desempeñó el cargo de embajadora de México en Israel, donde falleció el 7 de agosto de 1974.
La obra completa de Rosario Castellanos –escribió poesía, cuento, novela, teatro y ensayo y crítica literaria y política– está aquí reunida en tres tomos. Este volumen comprende su obra narrativa; el segundo, su labor poética y dramática; el tercero, su prosa crítica.
Su narrativa corresponde, en su mayoría, al llamado “Ciclo de Chiapas”, donde el realismo indigenista de la Revolución Mexicana se funde con el realismo mágico latinoamericano de los años cincuenta y sesenta. A su primera novela, Balún-Canán (1957), prodigioso retrato de la vida indígena en Chiapas, le siguieron los cuentos de Ciudad Real (1960), Los convidados de agosto (1968), Álbum de familia (1971) y su segunda y última novela, Oficio de tinieblas (1964). Escribió, pero no publicó, una tercera novela, Rito de iniciación. Al parecer, destruyó los originales.
La prosa de ficción de Rosario Castellanos desterró para siempre la mirada exógena y paternalista que caracterizó a buena parte del indigenismo mexicano. En sus libros el indígena ya no aparece como encarnación de la otredad ni su mundo es un trasunto folclórico, pues Rosario Castellanos escribió una saga donde los indios de México son individuos universales al tiempo que componentes de una civilización compleja, rica y, sin duda, injusta.
Este volumen reúne tres narraciones no incluidas en volumen alguno. Su localización e investigación hemerográfica (que se incluirá en le tercer tomo), debe mucho a la ayuda de, entre otros, Raúl Ortiz y Ortiz, José Emilio Pacheco, Magdalena Altamirano, y a las excelentes bibliotecas de la UNAM y de El Colegio de México.