Presentación

Este libro no es un libro de historia del jazz ni un conjunto de anécdotas expuestas una tras otra. Aquí hallaremos algunas anécdotas, por supuesto, y curiosidades e historias del jazz y sus protagonistas pero esperamos que el lector encuentre aquí algo más.Y ese algo más es más bien modesto: pretendemos, simplemente, que el lector halle aquí unos cuantos escritos, todo ellos más bien breves, que despierten interés hacia una música fascinante. Pero si el lector ya es un aficionado al jazz, probablemente encuentre también aquí algún interés en estos textos. Asimismo pretendemos que el lector, sea cual sea su relación con el jazz y su afecto por esta música, sonría e incluso que ría abiertamente, aunque en estos textos también hay lugar para la tristeza pues el jazz es, desde sus mismos orígenes, una música llena de tristeza, aunque no siempre lo parezca.

Paul Witheman, músico blanco que destacó por su intento de crear el llamado jazz sinfónico y que aunque sólo fuera por ser el responsable de que Gershwin escribiera la genial Rhapsody in Blue ya merecería pasar a la historia, decía que «hace trescientos años el jazz llegó a América encadenado». Es innegable que el origen del jazz está en los esclavos que llegaron a América desde África pero en el Nuevo Mundo entró en contacto con diversas músicas y terminó por desarrollarse algo nuevo y genuino, el jazz.

Y es que el jazz de los primeros tiempos puede ser —o parecer— alegre pero tras esa alegría se esconde una inmensa tristeza, fruto de la vida de sus artífices y de la situación en que se encuentran, a menudo sin expectativas. Puede ser, por tanto, una música que, en sí misma, llegue a ser todo un mundo, y como tal puede ser inmensa, casi inabarcable. Sus protagonistas, asimismo, pueden ser tan distintos entre sí como la música a la que se consagran o se han consagrado. En el jazz encontraremos intérpretes netamente populares e incluso folklóricos pero también auténticos genios equiparables a las más grandes figuras de la música del siglo XX. Aunque también, por su propia naturaleza, en el jazz podemos hallar músicos extraordinariamente populares y a la vez geniales y de gran trascendencia e influencia. El caso de Louis Armstrong es, a este respecto, emblemático. Y es que Armstrong representa la quintaesencia del jazz para muchos, incluso el propio jazz surge de él para no pocos músicos que han consagrado su vida a esta música. El gran trompetista y compositor Dizzy Gillespie ya dijo en la celebración del setenta cumpleaños de Louis Armstrong: «De no haber sido por él, ninguno de nosotros estaría aquí. Quiero dar las gracias al señor Louis Armstrong por mi medio de vida». Pero hay otras muchas figuras además de Armstrong, por supuesto, figuras que merecen atención y acerca de las cuales se han dicho cosas agradables o desagradables, músicos que han generado anécdotas, adhesiones y rechazos... Y tanto entre las grandes como entre las no tan grandes.

Expresar todo esto es el modesto objetivo de este libro, siempre a través de textos que explican curiosidades y anécdotas del jazz y sus protagonistas. De algún modo es la pequeña historia del jazz y, esperamos, un modo de animar al lector a escuchar jazz y a interesarse por sus protagonistas desde una perspectiva desenfadada y un tanto lúdica, en fiel correspondencia con aquello que decía otro genio del jazz, Duke Ellington: «Nadie se toma tan en serio la música como un músico de jazz».