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GÉNEROS PERIODÍSTICOS

NOTA EXPLICATIVA

 

3.1. La división de los géneros informativos y su correspondencia con un código tipográfico que los diferencie constituye una garantía para el lector. Se trata de permitirle distinguir qué grado de presencia personal del periodista se da en cada uno de ellos. Así, la presencia del autor de la información es mínima en la noticia; pero máxima en el artículo de opinión. Entre ambos géneros se hallan términos intermedios como las crónicas, los reportajes, las entrevistas, los análisis, las críticas..., cada cual con una menor o mayor intervención del autor, una menor o mayor influencia de su visión personal en lo que transmite. De este modo, el lector tiene la posibilidad de saber ante qué grado de subjetividad se encuentra en cada texto.

 

3.2. Los contenidos que se publican en EL PAÍS son, a rasgos generales, de doce tipos, ordenados de menor a mayor presencia personal del periodista:

INFORMACIÓN

— Noticia

— Documentación

— Entrevista de declaraciones

— Reportaje informativo

 

INTERPRETACIÓN

— Crónica

— Entrevista perfil

— Entrevista de suplementos

— Reportaje interpretativo

— Análisis

 

OPINIÓN

— Crítica

— Cartas al director y comentarios

— Artículo, columna, tribuna, blog, editorial.

 

DEFINICIONES

Noticia: información sin interpretación.

Documentación: información de antecedentes.

Entrevista de declaraciones: reproducción fiel de la conversación.

Reportaje informativo: información con descripción.

Crónica: información con interpretación.

Entrevista perfil: declaraciones más interpretación.

Entrevista de suplementos: diálogo más interpretación.

Reportaje interpretativo: descripción más interpretación.

Análisis: interpretación basada en información.

Crítica: elogio o censura de una obra artística.

Cartas, artículos, tribunas, blogs, editoriales: opinión y juicios.

 

3.3. En la información priman los hechos. En la interpretación prima el marco en que suceden los hechos. En la opinión prima el juicio que nos merecen los hechos.

 

3.4. Cada género deberá tener unos rasgos tipográficos específicos que lo diferencien de los demás; o bien definirse mediante una palabra destacada junto a la firma que diga ‘análisis’, ‘crónica’, ‘reportaje’, etcétera.

 

3.5. Las noticias tienen una mayor presencia en elpais.com, pues se trata de un medio en el que predomina la inmediatez. El lector del siglo XXI se entera de cuanto está ocurriendo en el mundo en ese momento a través de medios que ofrecen información instantánea.

 

3.6. Eso no excluye que los demás géneros tengan presencia también en la edición digital.

 

 

NORMAS GENERALES DE LA NOTICIA

 

3.7. El género noticia. La noticia es información sin interpretación. En ella se narran hechos que se supone son nuevos para el lector, mediante un relato ecuánime y sin implicación personal del periodista.

En el diario impreso, sólo se redactará con el estilo noticia la información propia que se publica en su primera ocasión.

La noticia, como la crónica, se construye sólo con hechos relevantes, y se evitan los datos accesorios (a diferencia del reportaje).

 

3.8. Pirámide. En un texto informativo, el uso de la técnica de la pirámide invertida (de mayor a menor interés) es conveniente, pero no obligatorio. Siempre se ha de comenzar por el hecho más importante, que estará recogido, a su vez, en el título. No obstante, el párrafo siguiente puede constituirlo una frase que explique la entradilla o contenga los antecedentes necesarios para comprender el resto del artículo, rompiendo así la relación de hechos. Lo mismo puede ocurrir con párrafos sucesivos.

 

3.9. Entradilla. La entrada es el primer párrafo de la noticia. Esté diferenciada tipográficamente o no, contiene lo principal del cuerpo informativo, pero no deberá constituir un resumen o un sumario de todo el artículo. Ha de ser lo suficientemente completa y autónoma como para que el lector conozca lo fundamental de la noticia sólo con leer el primer párrafo. De él se desprenderá necesariamente el título de la información. Su extensión ideal, unas 60 palabras.

 

3.10. El primer párrafo no debe contener necesariamente (aunque sí es conveniente) las clásicas respuestas a las preguntas qué, quién, cómo, dónde, cuándo y por qué. Estas seis respuestas pueden estar desgranadas a lo largo de la información —lo cual requerirá dos o, quizá, tres párrafos—, pero siempre según la mayor o menor importancia que cada una de ellas tenga en cada caso.

 

3.11. Hay algunas formas de entradilla que dificultan el enganche con el lector:

— Una larga cita entrecomillada (o entrecomillado inverso), que obliga al lector a esperar varias líneas para saber quién es el autor de la frase. Ello desvirtúa el entrecomillado, puesto que no recibe el valor que implica saber quién lo está diciendo. Sólo es válido este recurso —y aun así poco recomendable— cuando recoge una frase breve y contundente: “Es espantoso, está muerto’, sollozó Carmen Serna al acariciar el cuerpo de su marido”.

— La entradilla inversa, que ordena los elementos de manera opuesta al lenguaje más natural. Por ejemplo, este caso: ‘A pesar de las publicitadas maniobras desde las filas conservadoras contra su liderazgo, ningún observador político se arriesga a vaticinar la inminente caída de David Cameron’. En ese texto, el lector se encuentra palabras consecuentes (como ‘su liderazgo’) cuyo antecedente aún no conoce, lo cual dificulta la comprensión. Lo ideal es comenzar con el sujeto: ‘Ningún observador político se arriesga a vaticinar la inminente caída de David Cameron a pesar...’.

— La entradilla de estilo notarial de narración (descripción puramente factual de hechos). Un ejemplo es el siguiente: ‘El Consejo de Ministros decidió ayer, 30 de diciembre, conceder una ayuda de 600 millones de euros para los damnificados por las últimas inundaciones...’. Esta fórmula ha de ser sustituida por algo más imaginativo, donde se destaquen las consecuencias de los hechos; así: ‘Los damnificados por las últimas inundaciones podrán reparar sus casas sin recurrir a créditos bancarios, merced a las ayudas que aprobó ayer el Consejo de Ministros por un importe de 600 millones de euros’.

 

3.12. Lo mejor es que una información y una crónica comiencen con un sujeto, porque ello hace más fácil la primera comprensión del lector. Por tanto, una información o crónica no debe empezar con un adverbio o locución adverbial —excepto el adverbio ‘sólo’ si su cambio de orden modificase el sentido— ni con un complemento circunstancial. No porque sea algo incorrecto sino porque dificulta la lectura precisamente en el momento en que ha de producirse el enganche del lector. Posteriormente, en otros párrafos, puede emplearse con cuidado este recurso para variar la estructura de las frases y no hacerlas repetitivas.

 

3.13. En una noticia (no así en un reportaje) es conveniente escribir primero el titular, porque ello facilita la redacción de una entradilla directa y concisa. Redactores y corresponsales deben entregar sus textos encabezados por un título, independientemente de que éste se pueda modificar después en el proceso de edición.

 

3.14. Cuerpo informativo. El cuerpo de la noticia desarrolla la información con todo tipo de elementos complementarios; incluye los datos que no figuran en la entrada, explica los antecedentes y apunta las posibles consecuencias. Esto no significa que se puedan incluir opiniones partidistas o juicios de valor sobre lo que se narra.

 

3.15. Entrada y cuerpo de una información no deben superar, salvo casos excepcionales, las 900 palabras. La narración de los hechos y de los datos ha de hacerse sin pretender contarlo todo a la vez. Hay que buscar una cadencia que no dé la sensación de barullo.

 

3.16. Siempre ha de escribirse cada párrafo de una noticia como si fuera el último. Al término de cada párrafo, la noticia debe tener unidad en sí misma; no puede quedar coja o falta de alguna explicación. Esto permitirá cortar y reajustar el texto sin problemas y con rapidez en el caso de que sea necesario. La entradilla de una información de tres folios debe servir también para un breve de 12 líneas justificadas.

 

3.17. El principal objetivo al escribir una información es mantener el interés del lector hasta el final. Para ello hay que unir con suavidad, mediante las partículas apropiadas, las ideas afines.

Cada parte de un artículo, reportaje o crónica ha de ser consecuencia lógica de la parte anterior.

 

3.18. Ningún párrafo debe constar de más de 100 palabras.

 

3.19. Edición. Todos los textos informativos, salvo excepciones justificadas por la urgencia, deben ser editados (es decir, supervisados) por otro periodista. El editor de un texto debe trabajar con la mentalidad de que la información explique lo que ocurre, sin omitir detalles importantes para la correcta comprensión de quienes no conocen directamente el asunto.

 

3.20. Un texto informativo debe explicarse en sí mismo. Ha de estar concebido de manera que el lector no necesite recordar los antecedentes para comprender la información que se le ofrece. Cada noticia debe escribirse como unidad informativa, sin sobrentenderla ligada a otros textos, ni siquiera cuando figuren anejos (despieces o documentaciones).

 

3.21. Hay que ofrecer al lector todos los datos necesarios para que comprenda el entorno de los hechos que se narran. El número de habitantes de una localidad es un dato importante en cualquier información que se refiera a ella. No basta con informar de un cierre de comercios en una ciudad en protesta por un atentado, por ejemplo. Habrá que detallar cuántos comercios tiene esa población y cuántas personas están empadronadas en ella.

 

3.22. El rigor del dato es fundamental en las informaciones. No basta con escribir que un grupo de agricultores ha tomado el Ayuntamiento; habrá que precisar de cuántos se trataba. Si se informa de unas jornadas de estudio, se debe especificar el número de asistentes, los países o regiones de los que proceden. Si se escribe ‘los alumnos de tres facultades han protestado por...’, debe precisarse cuántos son en total los estudiantes afectados y cuántos de ellos han participado en la protesta. Si se indica que ‘las asociaciones de vecinos de la localidad han difundido un comunicado’, habrá de señalarse si son todas las asociaciones, o cuántas de ellas, y a cuántos vecinos representan del total de habitantes. En lugar de describir a un personaje como un hombre alto, será mejor precisar que mide 1,90 metros.

Los mismos criterios han de aplicarse para asambleas, concentraciones y reuniones masivas.

 

3.23. A la hora de informar sobre hechos de matiz político acaecidos en un municipio es primordial ofrecer la composición del Ayuntamiento y citar el partido al que pertenece el alcalde. No es lo mismo una actitud vecinal de protesta ante una medida del Gobierno central o del Gobierno vasco, como ejemplos, si los habitantes son mayoritariamente electores del PP (en el caso de que ése sea el partido en el Ejecutivo central) o si dieron sus votos al PNV.

 

3.24. Las informaciones deben personalizarse; la profesión o cargo que desempeña el protagonista de la noticia, su edad, estado civil y demás circunstancias personales son elementos noticiosos de primer orden.

 

3.25. La fría relación de personas asistentes a un acto raramente interesa, salvo que sea significativa en un caso muy concreto. (Véase el apartado 8.15, Protocolo).

 

3.26. Cuando en una noticia se mencione una sociedad u organización cuyos fines sean asistenciales, de protección o ayuda, o se anuncie un acto público de iguales características, la dirección de la sede o del local donde vaya a celebrarse tal acto deberá incluirse en la noticia, escrita entre paréntesis, como un dato informativo más. Nunca cuando pueda suponer una convocatoria por parte del periódico o parezca publicidad encubierta.

 

3.27. Los ejemplos de distancia entre dos puntos se pondrán con ciudades españolas, expresados en kilómetros por carretera; y en kilómetros en línea recta, a partir de una ciudad española, cuando el caso sobrepase los puntos extremos peninsulares. Esta norma es válida incluso en temas extranjeros o escritos por un extranjero; al lector medio español no le dice nada la distancia que hay entre Nueva York y Baltimore, o entre Moscú y Samarcanda.

 

3.28. Manifestaciones. En las manifestaciones de asistencia fácil de calcular (centenares, algunos millares) hay que incluir directamente el número de participantes, al margen de dar también las cifras facilitadas por la policía o los organizadores.

En las grandes manifestaciones, el periódico ofrecerá un cálculo propio, pero siempre explicando el método utilizado (preferentemente, el espacio ocupado por los manifestantes multiplicado por una media de personas por metro cuadrado). Esto no impide aportar también los cálculos de los organizadores y la policía, a ser posible con la fórmula que han empleado a su vez. El número de personas por metro cuadrado es muy raramente superior a dos cuando la manifestación está en marcha. Las fotos cenitales (desde edificios altos, por ejemplo) servirán de gran ayuda para establecer ese cálculo, especialmente en las zonas alejadas de la cabecera).

 

 

NORMAS PARA LA NOTICIA EN ELPAIS.COM

 

3.29. Las siguientes normas específicas para la Red se refieren al género noticia, por tratarse del más habitual en elpais.com. Pero se pueden extender sus analogías básicas a los demás géneros.

 

3.30. La noticia es el elemento fundamental de elpais.com. A ella puede llegar un lector desde la portada o desde la portadilla de la sección, pero también muchísimos lo harán por otras vías, como las redes sociales o los buscadores. Por ello, se puede acceder a la noticia sin percibir jerarquización alguna: sin saber en qué apartado se halla situada, con qué importancia se ha colocado en el lugar correspondiente, incluso de qué tipo de género informativo se trata. Por tanto, el propio medio deberá establecer algunas pistas tipográficas para que el público disponga de estos contextos.

 

3.31. Elementos del texto de la noticia en la Red. Las informaciones que se publican bajo la cabecera de EL PAÍS en Internet se rigen por los mismos criterios generales explicitados en los apartados 3.7 a 3.28.

Sin embargo, su presentación y concepción responden a ciertas características propias, que se explican a continuación.

 

3.32. Enlaces. Los hipervínculos o enlaces insertados en el texto de la noticia son uno de los elementos diferenciales en Internet: aportan más información y referencias, ayudan a la contextualización y también aumentan el tiempo de navegación. Los hipervínculos, además de a textos de EL PAÍS, pueden enlazar con otros medios o con páginas oficiales. La noticia, pues, no acaba en el texto, tiene más recorrido. Y el propio autor puede sugerir otros elementos: fotogalería, vídeo, gráfico, encuestas, entrevistas digitales, etcétera.

No obstante, el redactor o el editor han de escoger cuidadosamente los enlaces: cuando aporten información pertinente para el asunto concreto que se cuenta; cuando sirvan de referencia original para una declaración que se reproduce en el texto, y en todo caso cuando conduzcan a un punto de destino que sería difícil de hallar para el lector o le procurase cierta demora. No han de enlazarse, por tanto, páginas obvias o irrelevantes. Por ejemplo, si se cita el informe de un organismo internacional no debe incluirse la página principal que este tenga en Internet, sino el documento exacto al que se refiere la información. Y si se cita un periódico, debe enlazarse el texto concreto y no la portada.

Ha de tenerse en cuenta que los enlaces pueden desviar al lector del relato principal y, por tanto, han de usarse con comedimiento.

 

3.33. Los enlaces no siempre son neutrales, pueden tener diversos efectos de los que se ha de cuidar. Los hipervínculos constituyen, por tanto, un factor semántico, forman parte del significado que se transmite. Por ejemplo, el autor de una noticia ha sido deliberadamente ambiguo en su texto para no dañar la imagen de determinada persona (omite su nombre porque no está clara la acusación); pero el editor añade el hipervínculo de una noticia que hace explícitos los datos. De ese modo, habrá arruinado la prudencia del redactor inicial.

 

3.34. Etiquetas. Las etiquetas son el pilar de la documentación, de la navegación y del presente y futuro de una noticia. Una información bien etiquetada facilita su búsqueda y recuperación. Al etiquetar hay que responder a las preguntas básicas del periodismo: ¿quién?, ¿dónde?, ¿cómo?... y aportar un contexto. Hay etiquetas de temas, de personalidades, de organismos, de países, de regiones, de sectores. Conviene añadir la etiqueta correspondiente del tema del momento, por ejemplo el caso Bárcenas o la reforma educativa. Salvo excepciones, la noticia debe tener entre 6 y 10 etiquetas. La función informática de Inferir etiquetas puede ayudar, pero no sustituye la labor de etiquetar. El autor de la información debe ser el primero en prescribir las etiquetas de su información.

 

3.35. Actualización o corrección. Las noticias van evolucionando durante el día en elpais.com. Pero una cosa es actualizar la información con nuevos datos, otra corregir los erróneos y otra cambiar el enfoque de la noticia original. El lector tiene derecho a no ser engañado en ninguno de esos aspectos.

 

3.36. Un cambio radical de enfoque debe traducirse en la elaboración de otra noticia, sin que se pueda presentar como una actualización. Al pie de una información corregida se dará cuenta de qué datos erróneos de versiones anteriores han sido modificados. Nunca se debe actualizar una pieza de otro día.

 

3.37. La extensión de una noticia en elpais.com no estará condicionada por el espacio que ocupe en la edición impresa.

Se calcula que la lectura de un texto en un medio electrónico debe ocupar como máximo entre 3 y 5 minutos (para un texto corto, de unas 600 palabras; y para un texto más largo, de unas 1.000, respectivamente).

 

3.38. Noticias de última hora. La información en la Red precisa de una actualización continua. Las noticias importantes de última hora se deben publicar de inmediato, pero no sin que se apliquen las normas básicas de verificación, contraste y atribución de fuente.

 

3.39. Las noticias urgentes de las agencias de prestigio contratadas por EL PAÍS se publican sin necesidad de comprobación adicional, pero siempre citando su origen. Eso no impide que de inmediato se emprendan los trabajos necesarios para completarlas o contrastarlas.

 

3.40. Coberturas en directo. Las coberturas informativas en directo se dedicarán preferentemente a acontecimientos en desarrollo (debates parlamentarios trascendentes, competiciones deportivas, manifestaciones o protestas...); y normalmente incorporan imágenes en foto y vídeo.

 

3.41. Noticia río. Se denomina así a la noticia o crónica que incorpora distintas informaciones encadenadas a partir de una principal o como consecuencia de ella. El directo es compatible con la elaboración de una noticia río, en continua actualización y que finalmente pueda prevalecer cuando el directo termine.

 

3.42. Barra ‘Está pasando’. Es un elemento esencial para la actualización de la portada y las portadillas de elpais.com. Ha de responder a los asuntos del momento, reflejando la evolución de aquello que contienen la portada o las secciones en lo que concierne a los temas candentes del día.

 

3.43. La etiqueta escrita en la barra ‘Está pasando’ (en realidad un epígrafe) puede reflejar un nombre propio lo suficientemente orientativo de unos hechos en evolución (por ejemplo, ‘Siria’), pero si se ha producido una matanza en un lugar concreto (por ejemplo, ‘Homs’) esa barra debe incluir ‘Matanza en Homs’ porque refleja mejor lo que ocurre en un momento concreto y es más dinámico.

 

3.44. La barra ‘Está pasando’ reflejará también temas y personajes relativos a acontecimientos culturales o deportivos, para ofrecer una muestra plural de las informaciones que abarca elpais.com.

 

 

DOCUMENTACIÓN

 

3.45. La redacción de los textos de documentación deberá ser fluida, y no una mera concatenación de cifras o fechas (salvo en los cuadros o fichas). Como los demás artículos informativos, deberá contar con una entrada donde figure el dato más importante o el que resuma los que se faciliten a continuación.

 

3.46. Los artículos de documentación deberán citar la fuente de la que se extraen los datos. El hecho de que una cifra, nombre o fecha figure en letra impresa en un periódico impreso o digital no avala su veracidad. A ser posible, el documentalista comprobará la fiabilidad del dato. Si no lo consigue, hará constar la procedencia en el caso de que sea extraído de una publicación ajena al periódico.

 

 

ENTREVISTA DE DECLARACIONES

 

3.47. La entrevista de declaraciones es un género mediante el que se informa lo más objetivamente posible de la conversación mantenida por el periodista y un personaje de interés. Por tanto, se trata de un género informativo; no interpretativo.

 

3.48. Las declaraciones obtenidas mediante el diálogo con un personaje no siempre han de adquirir la forma de entrevista. La presentación con preguntas y respuestas debe reservarse para las entrevistas extensas y a fondo. En los demás supuestos, su presentación será la de un reportaje o, si tiene interés como información de actualidad, la de una noticia, en ambos casos con sus correspondientes entrecomillados.

 

3.49. La entrevista de declaraciones —una entrevista que se reproduce por el sistema de pregunta-respuesta— debe contar con una presentación del entrevistado en la que se refleje su personalidad, así como cuantos datos reveladores sean precisos para situarle y explicar los motivos por los cuales se le interroga. Esta presentación ha de redactarse como pieza separada, que puede ir al principio o donde convenga a la confección, pero siempre de tal manera que no haya ruptura brusca entre la presentación y el cuerpo de la entrevista.

En este tipo de entrevistas, la pregunta irá precedida de una P (salvo en la primera, en que se escribirá ‘Pregunta’), y las respuestas, de una R (salvo la contestación inicial, en que se escribirá ‘Respuesta’). Estas marcas iniciales se compondrán en negrita, seguidas de un punto (no de punto y raya), y se sangrarán.

 

3.50. En las entrevistas de declaraciones no se deben intercalar comentarios al transcribir la conversación. Este tipo de información (reacciones del entrevistado al recibir o contestar una pregunta, oposición a responder o abordar determinadas cuestiones, etcétera) puede incluirse en la presentación.

 

3.51. La finalidad de la entrevista de declaraciones es dar a conocer las opiniones e ideas del personaje entrevistado, nunca las del entrevistador.

 

3.52. Al entrevistado hay que dejarle hablar. No obstante, las respuestas extensas deben condensarse, siempre que no se mutile la idea, y aclararse convenientemente las que resulten farragosas.

 

3.53. Las preguntas han de ser breves y directas. Es mucho más sencillo de leer un diálogo con frases cortas, tanto del entrevistado como del entrevistador. Hay que evitar generalmente las preguntas que sugieren la respuesta o invitan a responder con un monosílabo.

 

3.54. Se tratará siempre de usted al interlocutor.

 

3.55. Los defectos de dicción o de construcción idiomática de un entrevistado —por tartamudez, por ser extranjero o causa similar— no se deben reproducir. Sólo cabe hacerlo en circunstancias muy excepcionales, más que nada como nota de color, pero siempre que no se ponga en ridículo a esa persona. En todo caso, se preferirá hacer mención de este defecto en la entradilla que ha de preceder a toda entrevista, de la manera más breve y respetuosa posible.

 

3.56. Cuando, por razones de diseño, sean precisos uno o más despieces, éstos tendrán unidad en sí mismos, de modo que puedan ser leídos independientemente del grueso de la entrevista. Estarán referidos a un aspecto concreto y comenzarán con una entrada de texto, tras la cual se pueden escribir preguntas y respuestas.

 

3.57. Salvo en situaciones muy excepcionales, el periódico no realiza entrevistas mediante cuestionarios previos. Y, en ese caso, ha de advertirse al lector.

 

3.58. Cuando se trate de una entrevista efectuada por un grupo reducido de periodistas y no exclusivamente por un redactor del diario impreso o digital, se hará constar en la entradilla, pues no todas las preguntas corresponden al periódico. Si el grupo es amplio, se considerará conferencia de prensa y, por tanto, una información noticiosa.

 

3.59. Nunca se situará un ladillo entre pregunta y respuesta.

 

 

REPORTAJE INFORMATIVO

 

3.60. El reportaje informativo es un texto cuyo autor aporta descripciones de personajes y lugares enfocadas desde su punto de vista, pero no añade interpretación de los hechos ni conjeturas sobre su evolución. Este género suele aplicarse a informaciones de cierta urgencia y actualidad, aunque no necesariamente a un hecho noticioso del día.

El reportaje (a diferencia de la crónica y la noticia) puede incluir datos irrelevantes y anecdóticos en sus descripciones. Se trata de un relato de hechos que los sitúa en un ámbito concreto, ya sea un espacio físico o un marco teórico. Debe incorporar fuentes adicionales y testimonios diversos. Se puede titular con frases sin verbo en forma personal.

 

3.61. La apertura. El reportaje debe abrirse con un párrafo muy atractivo, que apasione al lector. Por tratarse de un género desligado de la estricta actualidad diaria, no puede ofrecer como arranque, generalmente, un hecho noticioso. Ha de sustituirse tal arma, por tanto, con imaginación y originalidad. A la vez, el arranque debe centrar el tema para que el lector sepa desde un primer momento de qué se le va a informar.

 

3.62. Las anécdotas irrelevantes son un pobre recurso que debe evitarse. No así las que tengan un claro valor simbólico.

 

3.63. Si un personaje domina la historia, es obligado comenzar por él.

 

3.64. El relato. Tras la entradilla, el relato ha de encadenarse con estructura y lógica internas. El periodista debe emplear citas, anécdotas, ejemplos y datos de interés humano para dar vivacidad a su trabajo.

 

3.65. En los reportajes muy extensos, lo preferible es concebir grupos de varios párrafos conectados entre sí, como pequeños capítulos internos.

Esto facilita esparcir por la historia diversas entradillas falsas, que permiten mantener la tensión de lectura. Al mismo tiempo, esos grupos de párrafos conexos desde el punto de vista del relato estarán relacionados entre sí como unidades más grandes, aunque con menor intensidad en la conexión.

Algunos hechos hay que esconderlos hasta el momento adecuado en que pueden revelarse como factor sorpresa. Pero todo reportaje debe tener un hilo conductor que le dé cohesión. Finalmente, el último párrafo servirá como resumen y colofón de todo lo relatado.

 

3.66. El final. El último párrafo de un reportaje se debe escribir con sumo cuidado. Tiene que servir como remate, pero sin establecer conclusiones aventuradas o absurdamente chistosas.

El último párrafo tiene que dejar cierto regusto al lector y conectar con la idea principal. Jamás debe ser cortado el último párrafo de un reportaje por razones de espacio.

 

3.67. Fuentes. La atribución de fuentes en un reportaje no sigue los mismos criterios que en una noticia, puesto que no es preciso reiterarla. Esto haría perder viveza al relato.

Sólo se atribuirá la información a una fuente cuando el párrafo lo requiera por su especial delicadeza o cuando se trate de cita obligada por su procedencia (agencias, otros medios informativos, documentos, etcétera).

 

 

CRÓNICAS

 

3.68. La crónica es un texto de estilo interpretativo basado en una noticia, y parte por tanto de un hecho inmediato. Se trata del género con mayor presencia en el diario impreso. La crónica debe contener elementos noticiosos —será titulada por regla general como una información; es decir, con un hecho reciente— y puede incluir, tanto en el titular como en el texto, interpretaciones que no contengan juicios de valor. El autor debe, no obstante, explicar y razonar tales interpretaciones, y construirla de modo que la información prime sobre la interpretación. No es tolerable, en cambio, la coletilla que refleja opiniones personales o hipótesis aventuradas.

La crónica, como la noticia, se construye sólo con hechos relevantes, y se evitan los datos accesorios (a diferencia del reportaje).

 

3.69. Las exigencias informativas de rigor, estilo y edición en una crónica son asimilables a las indicadas en el apartado sobre los criterios generales de la noticia (3.7 y siguientes). La crónica debe mostrar un estilo ameno, a ser posible con anécdotas y curiosidades. En un estilo estrictamente noticioso, una sesión parlamentaria sería reflejada con párrafos textuales de quienes hayan intervenido. Una crónica, en cambio, explica las expresiones, las enmarca en un contexto, las evalúa, refleja las sorpresas y describe el ambiente.

 

3.70. El primer párrafo de la crónica debe contener la noticia y sostener el titular. Igual que las noticias, las crónicas deben comenzar con un sujeto, nunca con los complementos.

 

3.71. Las crónicas de acontecimientos deportivos, culturales o taurinos no deben olvidar los datos fundamentales para los lectores que no los han presenciado, aunque fueran transmitidos por radio o televisión. Admiten una mayor presencia personal del periodista en el texto, pero los eventuales juicios de valor habrán de quedar muy matizados, y apoyarse en argumentos.

 

3.72. La crónica deportiva, cinematográfica o taurina describe un acontecimiento público y puede incluir opiniones sobre lo sucedido, pero nunca sobre las personas en cuanto tales (sino sólo sobre su actividad profesional). En tanto que crónica, sigue basándose en la noticia del día, que ha de narrar. Por su mayor carga opinativa, se titularán en cursiva en el caso de la lidia y de los festivales de cine.

 

 

LA ENTREVISTA PERFIL

 

3.73. La entrevista perfil mezcla elementos del reportaje y de la entrevista de declaraciones. Puede incluir comentarios y descripciones, así como intercalar datos biográficos del personaje abordado. Admite también una mayor libertad formal, al no ser necesaria la fórmula pregunta-respuesta en todo el texto.

Las preguntas y las respuestas, si se reproducen textualmente ambas, se marcarán en este caso con una raya.

En las entrevistas perfil hay que tener cuidado con el uso incorrecto de los estilos indirecto y directo. (Véanse los apartados 12.41 y 13.32).

 

 

LA ENTREVISTA EN SUPLEMENTOS

 

3.74. La entrevista en los suplementos (dominicales u otros) podrá consistir en una mezcla de los dos tipos de entrevista reseñados más arriba. El autor tiene la oportunidad, en este caso, de escribir una extensa introducción en la que figuren algunas expresiones del entrevistado que resulten significativas y que incluso aparezcan posteriormente durante la conversación estricta. Asimismo, podrá intercalar entre los grupos de preguntas y respuestas comentarios o descripciones, documentación o datos biográficos. En este caso es viable la coletilla final, siempre que responda al contenido de la entrevista y no establezca conclusiones aventuradas o editoriales.

 

 

REPORTAJE INTERPRETATIVO

 

3.75. El reportaje interpretativo incorpora las características de estilo ya reflejadas en los apartados 3.60 a 3.67 para el reportaje informativo; y es un texto cuyo autor aporta, además de descripciones enfocadas desde su punto de vista, un estilo literario más personal, que puede incluir el repaso de las posibles causas de determinados hechos y algún comentario estilístico; pero nunca juicios de valor. Su lugar natural son los suplementos y páginas de periodicidad semanal.

 

 

ANÁLISIS

 

3.76. El análisis es la exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto.

 

3.77. El análisis excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos.

 

3.78. Se trata de interpretación que predomina sobre la información pero que se basa en ella. (La crónica conjuga interpretación e información con mayor presencia de ésta. En el análisis sucede al revés. Si bien en la crónica lo nuevo es la información, en el análisis lo nuevo es la conjetura, la hipótesis, la explicación).

 

3.79. Los datos en que se base un análisis deben estar verificados o, en otro caso, habrá de citarse su procedencia.

 

3.80. Cuando el análisis aborde un asunto controvertido que afecte a la imagen o el honor de las personas, deberán reflejarse, al menos sucintamente, las distintas opiniones encontradas.

 

3.81. Despieces. Los artículos interpretativos o de análisis que acompañen a un texto informativo (despieces) se ajustarán a las normas generales establecidas anteriormente para los textos elaborados por la Redacción. Habrán de ser concebidos siempre con unidad en sí mismos, de modo que puedan ser leídos sin necesidad de conocer antes el contenido del texto más amplio al que acompañan. Serán titulados con letra cursiva cuando así corresponda (véase el apartado 5.23, sobre titulación en función de los géneros).

 

 

CRÍTICA

 

3.82. La crítica es el género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia.

 

3.83. Las fichas. Los críticos que publican en EL PAÍS no deben olvidar que el lector espera también una mínima información sobre el hecho criticado: el precio y la editorial del libro, el horario de una exposición, la duración de la película, la dirección del restaurante, los días en que se presenta la función de teatro, etcétera. Por tanto, todas las críticas estarán encabezadas por una ficha con los datos esenciales, siempre del mismo tipo y escritos en idéntico orden.

 

3.84. La crítica de actos culturales con asistencia de público o que constituyen un hecho noticioso (danza, teatro, festivales de cine...) deberá incluir la información básica de cualquier noticia: número de asistentes, reacciones de los espectadores, incidencias sobrevenidas, etcétera.

 

 

CARTAS AL DIRECTOR Y COMENTARIOS

 

3.85. Cartas al director. Se consideran cartas al director, válidas para publicar en la sección correspondiente, sólo aquellas cartas firmadas y avaladas (número del carné de identidad, domicilio, teléfono, dirección electrónica, etcétera), de modo que puedan ser autentificadas.

Todas se deben comprobar antes de publicarse. Igualmente, se verificarán los datos de las cartas que contradigan otros publicados en el periódico (no así las opiniones). Si resultan falsos los datos aportados por el lector, la carta no será publicada.

 

3.86. Cualquiera que sea su redacción original, se sobrentiende que están dirigidas personalmente al director del periódico. Por tanto, se corregirán expresiones como ‘la noticia que publicaron ustedes’ o, en el caso de polémica con un redactor, colaborador o protagonista de una noticia, las referencias directas a esa persona. Ejemplo: ‘si usted, señor Fernández, hubiera...’, que debe corregirse: ‘si el señor Fernández hubiera...’.

 

3.87. Por regla general, las cartas al director deben ser breves (no más de 300 palabras) y, en consecuencia, condensadas en Redacción. Por sistema, hay que eliminar frases estereotipadas como ‘el periódico que usted tan bien dirige’ o ‘de su digna dirección’, y todas aquellas que supongan elogios o juicios fuera de lugar.

Se suprimirán igualmente los encabezamientos como ‘señor director’, ‘muy señor mío’ y otros análogos.

 

3.88. Se respetarán los tratamientos empleados por los firmantes, al margen de las normas de estilo, pero no las abreviaturas.

 

3.89. En el caso de referirse a una noticia o un artículo difundidos días antes, se incluirá, si no viene ya, la fecha de su publicación de acuerdo con las normas de estilo. Ejemplos: ‘el pasado día 15’, ‘el 15 de junio’ o ‘el pasado viernes’. En este caso, siempre que ese ‘pasado viernes’ sea el de la fecha del periódico impreso en que se publica.

 

3.90. Nunca se apostillarán las cartas.

 

3.91. Cuando una carta conste de varios puntos, por corresponder a una exposición articulada, éstos se separarán en párrafos distintos y se numerarán. Los números se compondrán en negra.

 

3.92. Los títulos de las cartas, que deben atenerse a lo previsto para las cabezas en las normas de estilo, se compondrán en negra cursiva.

 

3.93. Todas las cartas deben estar firmadas con el nombre y apellido o apellidos del remitente o, si ése es su deseo expreso y la razón resulta suficiente, con iniciales separadas por puntos. La firma irá a renglón seguido, separada del final del texto por un punto y una raya, y un espacio en blanco.

La firma o firmas se compondrán en negra. En cambio, el cargo o condición del remitente y, en su caso, la ciudad, la provincia o el país, así como el número de firmas que acompañan a la primera, se compondrán a punto y seguido y en redonda, en la misma línea de la firma. En los siguientes ejemplos, la negra no remite a ninguna otra palabra: ‘José Fernández. Valencia’; ‘José Fernández. San Fernando, Cádiz’; ‘José Fernández. Marsella, Francia’; ‘José Fernández. Baton Rouge, Luisiana (Estados Unidos)’; ‘José Fernández. Consejero delegado de Minas y Pozos, Sociedad Anónima. Madrid’; ‘José Fernández y 20 firmas más. Barcelona’.

 

3.94. Las cartas al director, a la hora de componerse, incluirán al pie de cada una de ellas los datos que se exigen para su publicación; esto es, número del carné de identidad del remitente, domicilio, teléfono, etcétera. Tales datos se introducirán en el sistema informatizado en párrafo aparte y de manera que se puedan conservar para una eventual consulta interna.

 

3.95. Comentarios en elpais.com. Se consideran comentarios de los lectores en elpais.com todos aquellos textos que se insertan al final de una noticia, crónica, análisis, artículo o cualquier otro contenido.

 

3.96. EL PAÍS favorece la participación de los lectores, siempre bajo una exigencia de calidad que excluye insultos, descalificaciones y consideraciones no relacionadas con el tema en cuestión. El objetivo es ofrecer al lector una plataforma de debate y discusión amparada por los siguientes principios:

1. Son bienvenidos todos los comentarios de todos los lectores que contribuyan a enriquecer el contenido y la calidad de la página web de EL PAÍS.

2. La discrepancia y el contraste de pareceres constituyen los elementos básicos de un debate. Los insultos, ataques personales, descalificaciones o cualquier expresión o contenido que se aleje de los cauces correctos de discusión no tienen cabida en EL PAÍS.

3. La política de moderación garantizará la calidad del debate, que deberá ser acorde con los principios de pluralidad y respeto de EL PAÍS recogidos en este Libro de estilo. Los responsables de la Redacción serán muy estrictos a la hora de rechazar opiniones insultantes, xenófobas, racistas, homófobas, difamatorias o de cualquier otra índole que atenten contra la dignidad de las personas, su honor, su imagen o su intimidad.

4. La dirección editorial decidirá a diario qué noticias, artículos, blogs o cualquier otro contenido se abren a comentarios. Esta selección se hará con criterios de valor informativo y siempre que resulte posible gestionar una moderación de calidad. La lista de contenidos abierta a comentarios aspirará a ser lo más amplia posible y a estar en permanente actualización.

5. Los comentarios en el Foro Abierto de EL PAÍS deberán ir acompañados del nombre y apellidos del autor.

6. Los comentarios realizados en EL PAÍS pueden publicarse simultáneamente en las principales redes sociales dentro de la aspiración a ampliar el foro a otros espacios de conversación.

7. Los mensajes publicitarios o sobre cuestiones no relacionadas con el tema del artículo en cuestión serán rechazados.

8. Los mensajes escritos en mayúsculas serán rechazados.

9. Las fotos y vídeos serán rechazados.

10. EL PAÍS se reserva el derecho de eliminar comentarios que considere inadecuados y de expulsar a aquellas personas que incumplan estas normas.

 

 

ARTÍCULOS, COLUMNAS, TRIBUNAS, BLOGS, EDITORIALES

 

3.97. Tribunas y columnas. Los artículos estrictamente de opinión (tribunas, columnas, blogs y textos opinativos en general) responden al estilo propio del autor y no serán retocados, salvo por razones de ajuste o errores flagrantes (incluidos los ortográficos).

Hay que respetar en general la grafía, puntuación, acentuación y sintaxis de los artículos de colaboración. Las únicas normas del Libro de estilo que cabe aplicar son las que se refieren a evitar las abreviaturas, a la utilización de mayúsculas o de la letra cursiva y a la conversión de pesos y medidas.

El criterio es que en tales originales debe respetarse al máximo la voluntad de su autor.

Los textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. (Véase el apartado 9.51.i).

 

3.98. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado. (Véase capítulo 6, Tipografía). Esta norma es extensible a las colaboraciones de las páginas de Opinión tanto como a las tribunas que se publiquen en las demás secciones.

 

3.99. Blogs. Los blogs o bitácoras son artículos firmados que se difunden en la Red y generalmente contienen opinión. En elpais.com, los blogueros son escogidos por el periódico y gozan de autonomía sobre sus enfoques y su redacción formal. Estos textos, que se publican en lugares ajenos a la sección de Opinión, no son supervisados ni seleccionados por la Redacción y por tanto corresponden a la exclusiva responsabilidad del autor. Sin embargo, los blogs deben cumplir con los principios éticos del presente Libro de estilo, respetar a las personas cuyos actos se puedan criticar y manejar datos comprobados. Por tanto, le es de aplicación también el apartado 3.97.

 

3.100. Editoriales. Los editoriales, que son responsabilidad del director, se ajustarán como principio general a la terminología de este Libro de estilo.