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FOTOS, VÍDEOS, INFOGRAFÍAS, NARRACIÓN MULTIMEDIA

NORMAS GENERALES PARA LAS IMÁGENES

 

4.1. Las imágenes obtenidas no se pueden manipular, salvo para mejoras técnicas y para preservar la identidad de las personas en los casos en que así se requiera.

 

4.2. Cámara oculta. EL PAÍS trabajará con el sistema de cámara oculta solamente cuando ese sea el último recurso posible para obtener una información de indudable interés general, y siempre que ningún periodista haya suplantado una personalidad ajena, que no se allanen lugares privados y que no se vulnere el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen.

Estos criterios están en consonancia con la sentencia del Tribunal Constitucional español de 30 de enero de 2012.

El uso legítimo de la cámara oculta (grabar hechos delictivos en la vía pública, por ejemplo, para su denuncia por impunidad o falta de vigilancia; sin que el periodista intervenga en ellos o los provoque) deberá preservar en todo caso la identidad de las personas o entidades implicadas, y no ofrecer datos que conduzcan a ellas.

 

4.3. El fin principal del uso de la cámara oculta no es que el periodista acuse públicamente a una persona en concreto, sino que la autoridad competente ponga remedio a los hechos denunciados, para lo cual se usa la influencia ante la opinión pública con que cuentan los medios informativos.

Hay que diferenciar el acto de obtener información mediante cámara oculta y el de difundir su contenido. Entre una y otra acción periodística se interpone un proceso de edición que ha de ejercerse con responsabilidad. En esa segunda fase (la edición y difusión), puede decidirse incluso no publicar las imágenes obtenidas, y tal vez solamente escribir los datos que conduzcan al público a formarse una idea de los hechos, pero sin atentar contra los derechos individuales de las personas.

 

4.4. Identidad personal. No se grabará o fotografiará a menores de edad de manera que se facilite su identificación si la escena recogida puede perjudicar a su intimidad o a su propia imagen, ya sea en la actualidad o en un futuro. Sin embargo, no hacen falta estas cautelas al captar momentos de normalidad, como el comienzo del curso escolar o una competición deportiva infantil.

 

4.5. Se protegerá a los miembros de las fuerzas de seguridad y similares (escoltas, vigilantes...) de modo que no pueda identificarse su rostro.

 

4.6. No se debe mostrar esposadas a las personas que no han sido declaradas culpables.

 

4.7. Las tomas generales de manifestaciones intentarán reflejar el grado de concurrencia sin subterfugios técnicos (teleobjetivos, grandes angulares...) destinados a ofrecer una mayor o menor densidad de la real.

 

4.8. Las imágenes desagradables sólo se publicarán cuando añadan información.

 

4.9. Debe extremarse el cuidado con la publicación de imágenes de archivo utilizadas como simple ilustración de contenidos de actualidad. Los periodistas han de velar por que tal inserción, al ser extraída del entorno original, no dañe la imagen de las personas que aparezcan en ellas.

En cualquier caso, deberá expresarse siempre en el texto contiguo (pie de la fotografía o rótulos del vídeo) a qué fecha y situación corresponden.

 

4.10. Está terminantemente prohibido reproducir imágenes ajenas, así como ilustraciones de enciclopedias, revistas, etcétera, sin autorización previa de sus propietarios o agentes. En todo caso, deberá aparecer el nombre de la fuente.

 

4.11. Estas normas son extensivas, en su caso, a los gráficos e ilustraciones.

 

 

FOTOGRAFÍAS

 

4.12. La fotografía en EL PAÍS tiene valor notarial. Por tanto, queda prohibida toda manipulación que no sea estrictamente técnica (edición periodística, eliminación de deterioros o corrección de defectos de revelado o transmisión), lo cual afecta a todos los soportes (Internet, diario en papel, suplementos). Por tanto, no se puede invertir una fotografía, ya se trate de paisajes, edificios o personas. Ni siquiera con el propósito de que el personaje fotografiado dirija su vista a la información a la que acompaña. Tampoco se puede colorear una fotografía obtenida en blanco y negro, ni alterar la fisonomía o el aspecto de ninguna persona.

 

4.13. La publicación de una foto en otro periódico antes que en EL PAÍS no es motivo para dejar de publicarla o para negarle la valoración que merezca.

 

4.14. Los fotógrafos de EL PAÍS no han de olvidar los valores simbólicos de las fotografías, además de los puramente informativos. Por ello, deben tener la oportunidad de conocer a fondo los temas en los que vayan a trabajar, para extraer de la realidad una visión diferente que también contribuya a explicarla.

 

4.15. El encuadre de una fotografía selecciona por obligación la realidad ante la que el autor se encuentra, al tratarse de una imagen fija; pero esa captura parcial no debe hurtar elementos relevantes cuya ausencia distorsione el sentido que el lector infiere al mirar la imagen.

Las galerías de imágenes en elpais.com deben enfocarse a ofrecer todos los puntos de vista posibles en acontecimientos como manifestaciones o protestas, pero también en actos oficiales o artísticos.

 

4.16. El periodista gráfico está obligado a facilitar a la Redacción el mayor número de datos posible sobre las personas y los objetos retratados, así como el contexto en que fue tomada la imagen.

 

4.17. Pies de foto. Las fotografías llevarán siempre pie.

 

4.18. Los pies deben ser puramente informativos e independientes del texto al que acompañan. No es necesario reiterar lo que resulta obvio en la imagen (‘Messi golpea el balón’), pero sí explicar detalles relativos a la foto (‘Cristiano Ronaldo, durante el último partido contra el Milan en el estadio de San Siro’).

 

4.19. El pie de una foto nunca puede estar redactado como un título o una frase relacionada con el texto, y tampoco puede componerse con una frase tomada de él, salvo en estos dos casos excepcionales:

1. En las entrevistas, y aun así siempre que la foto no admita un pie noticioso.

2. En las páginas especiales —por ejemplo, en los suplementos—, cuando la fotografía sea más una ilustración que una información.

 

4.20. Las leyendas, pancartas, carteles y demás textos que aparezcan en una foto escritos en otro idioma deben traducirse en el pie.

 

4.21. Fotonoticias. La fotonoticia consiste en una imagen que tiene validez informativa por sí misma, sin una amplia información que la acompañe. En estos casos, el pie de foto podrá ser más extenso (unas 15 líneas como máximo) y llevará un título. Éste no podrá superar una línea de composición.

 

4.22. Los títulos de las fotonoticias (véase el capítulo 5) no deben tener necesariamente carácter informativo. Por tratarse de una foto como elemento noticioso en sí mismo, el título puede acompañar simplemente a la imagen. En este caso, por tanto, el redactor dispone de una mayor libertad para escoger el título.

 

4.23. Fotos en la Red. Las fotos en elpais.com de pequeño tamaño (miniaturas) deben recoger detalles muy visibles, generalmente primeros planos. Si son la reproducción de una imagen mayor que muestre una perspectiva amplia (por ejemplo, un paisaje), habrá de escogerse un detalle de la foto original, y nunca reproducirse ésta al completo. La miniatura puede no tener firma y pie, si éstas acompañan a la misma foto en mayor tamaño enlazada con ese contenido.

 

 

VÍDEOS

 

4.24. Los vídeos y las transmisiones de imágenes en directo constituyen un elemento de primer orden en elpais.com. Por regla general, se recogerán en vídeo acontecimientos que tengan un dinamismo intrínseco: manifestaciones, desfiles de moda, incendios, inundaciones, espectáculos de danza, fiestas populares, actividades deportivas..., siempre con arreglo a los derechos disponibles. Las transmisiones en directo atienden normalmente a acontecimientos en desarrollo cuyo valor es que el lector pueda asistir a ellos, aunque luego no tengan reflejo en un vídeo editado (comparecencias institucionales o conferencias de prensa de relevancia, debates parlamentarios, reuniones internacionales, congresos o seminarios...).

 

4.25. Los vídeos serán representados, junto a la noticia a la cual acompañen, mediante una imagen congelada en la que estará sobreimpresionado el logo o aviso que los simboliza. También se puede utilizar para ello una foto, siempre que esa imagen no despiste sobre el contenido del vídeo o lo desvirtúe. En ambos casos, ha de incluirse la firma de los autores de las imágenes.

 

4.26. Los vídeos se pueden insertar en formato editado o bruto, según lo requieran las circunstancias y los contenidos. Los vídeos editados pueden incorporar locución.

 

4.27. La locución de los vídeos debe acompañar a las imágenes sin describir lo que ya se ve en ellas. Sus textos se atendrán a las normas éticas y estilísticas de EL PAÍS.

 

4.28. Caso de ofrecerse una entrevista en vídeo, el personaje entrevistado deberá saber a partir de qué momento está siendo grabado y cuándo termina la grabación. No se emplearán frases o gestos tomados antes o después.

 

4.29. En los denominados ‘mudos’ (imágenes complementarias tomadas para ilustrar una información), no se podrán oír las palabras de quienes estén siendo grabados si ellos no tenían conocimiento de que tales expresiones eran registradas. Estas imágenes se archivarán tras haberles sido borrado el sonido, a fin de evitar accidentes posteriores.

 

4.30. El periodista que toma imágenes de un hecho objetivo no debe intervenir en esa realidad para alterarla (colocar a las personas, cambiar de sitio algún elemento...), salvo que se trate de un posado o una entrevista.

 

4.31. Los planos generales deben combinarse con los detalles y primeros planos, para ofrecer la visión más próxima a la realidad de lo sucedido.

 

4.32. En una entrevista, lo ideal es que los ojos del entrevistado queden a la altura del objetivo y que hable dirigiéndose a algún punto cercano a la cámara, pero no directamente a ella.

 

4.33. El texto que sirva para presentar un vídeo no debe inducir al lector a creer que encontrará imágenes distintas de las que realmente se ofrecen. (Véase el apartado 5.63, Titulares de los vídeos).

 

 

GRÁFICOS

 

4.34. Los gráficos informativos deberán ser claros, y se sacrificarán las posibilidades artísticas en aras de una mayor facilidad de comprensión.

Los nombres de lugares y personas se atendrán a lo establecido en este Libro de estilo.

 

4.35. Los pies de los gráficos, si los hubiere, podrán adoptar, según convenga en cada caso, el formato normal o bien el de fotonoticia, lo que queda a criterio de los responsables de la Redacción.

 

 

ILUSTRACIONES Y DIBUJOS

 

4.36. Las ilustraciones y dibujos (sean de humor o no) se consideran elementos de opinión y, por tanto, responden al criterio de sus autores. No obstante, no se permitirán los que ofendan la intimidad de las personas ni que ofrezcan imágenes desagradables. Tampoco los que establezcan como hechos aquellos que no han sido demostrados.

 

 

SINTAXIS MULTIMEDIA

 

4.37. La combinación de texto, vídeo, infografía, audio (en su caso) y fotografías permite elaborar informaciones multimedia con una sintaxis narrativa que pase por todos los soportes y ofrezca un relato único, coherente y sin repeticiones.

 

4.38. Las narraciones multimedia comenzarán con un texto (normalmente un titular) a partir del cual se puedan inferir el tema y el contenido. A renglón seguido se sucederán las informaciones en los demás soportes, conforme lo requiera cada caso.

Un orden posible de soportes sería el siguiente:

1. Titular en texto: ‘Incendio en el centro de Barcelona’.

2. Fotograma o fotografía del incendio, con el símbolo de vídeo sobreimpresionado.

3. Imágenes en vídeo del incendio.

4. Texto amplio con los datos del suceso.

5. Gráfico de la zona. Infografía del edificio.

6. Texto con testimonios, que introduce el siguiente fragmento de audio.

7. Audio que ofrece la conversación telefónica del periodista con el jefe de bomberos.

8. Fotografía de archivo que muestra el edificio antes del incendio.

9. Documentación sobre el inmueble y sus propietarios.

10. Documentación sobre los incendios más graves registrados anteriormente.

11. Fotos y vídeos breves de esos incendios anteriores.

El lector adquiere así cada información en el soporte más adecuado para transmitirla.

 

4.39. Esta nueva sintaxis narrativa multimedia debe enlazar cada elemento con el siguiente, y no se presenta, por tanto, como una mera yuxtaposición de soportes informativos.