Los nombres propios se escribirán de acuerdo con las siguientes reglas, las cuales no tienen más excepciones que las expresamente recogidas en este Libro de estilo.
9.1. Nombre completo. Cuando en una información se cite por vez primera a una persona, por conocida que sea ésta, se escribirá siempre el cargo u ocupación que la identifiquen y el nombre y su primer apellido. El segundo apellido sólo es necesario cuando la persona sea conocida por los dos, o lo prefiera así, y en los casos de identificación dudosa o posible confusión. En las restantes referencias de esa misma noticia puede omitirse el nombre de pila y, si no se dan las circunstancias que aconsejan su inclusión, también el segundo apellido.
9.2. En ocasiones, la persona es más conocida por su segundo apellido, y en ese caso se empleará éste como segunda referencia. Ejemplos: ‘José Luis Rodríguez Zapatero’, ‘Zapatero’.
9.3. No es necesario aplicar estas normas en los casos de personajes universalmente famosos ya fallecidos. Ejemplos: ‘Mozart’, ‘Shakespeare’, ‘Picasso’, ‘Lenin’.
9.4. Extranjeros. Jamás debe emplearse una transcripción no castellana en los nombres de idiomas que se escriben con caracteres no latinos: el ruso, griego, árabe, hebreo, etcétera. Por ejemplo, ‘Georges’ (francés) o ‘George’ (inglés), en el caso de ‘Gueorgui’ (ruso). En estos supuestos, es preferible respetar la versión romanizada vigente en los respectivos países (como sucede en China, y con las excepciones que marca este Libro de estilo para ese caso), o efectuar la trasliteración conforme al sonido original, adaptándolo a la correspondencia entre signos y fonemas en el idioma español. Y con más razón aún cuando se trata de nombres traducidos al francés o al inglés de un idioma escrito en caracteres latinos. Ejemplos: ‘Jean’ (francés) o ‘John’ (inglés), en el caso de ‘Ian’ (polaco). En ese caso debe escribirse ‘Ian’, salvo que el personaje en cuestión haya decidido cambiar su propio nombre.
9.5. Lo correcto en el caso de idiomas escritos con caracteres no latinos es transcribir los sonidos con el alfabeto del castellano o español. No ha de caerse en el error de equivocarlos con la fonética francesa o de otros idiomas. Por ejemplo, ‘Saíd Auita’, y no ‘Said Aouita’; ‘Melina Mercuri’, y no ‘Mercouri’; ‘Papadópulos’, y no ‘Papadopoulos’. Los acentos, en este caso, han de situarse conforme señalan las reglas del español, al tratarse de una transcripción fonética.
Ejemplos: ‘Grigori Yefímovich Rasputin (1872-1916)’, no ‘Rasputín’ (favorito del zar Nicolás II y de su esposa, asesinado por los monárquicos). ‘Alés Adamóvich’ (escritor y político soviético).
9.6. Como regla general, los nombres no castellanos escritos con caracteres latinos, ya sean de personas o de lugares, se acentúan según las reglas de su idioma, y no las del español. Para las excepciones, véanse los apartados 12.108 y siguientes.
9.7. Traducción. No se traducen los nombres de personas y animales, salvo cuando correspondan a personajes históricos y el uso los haya castellanizado, o se trate de papas y miembros de familias reales. Ejemplos: ‘Carlos Garaikoetxea’, y no ‘Carlos Garaicoechea’; ‘Martín Lutero’, y no ‘Martin Luther’; ‘Carlos Marx’, y no ‘Karl Marx’; ‘Juan XXIII’, pero ‘Giovanni Spadolini’; ‘Margarita de Inglaterra’, pero ‘Margaret Thatcher’. Distinto es que sus poseedores castellanicen el nombre o el apellido, en cuyo caso ha de respetarse tal deseo. Ejemplos: ‘Andoni Goikoetxea’ (el futbolista), pero ‘Alejandro Goicoechea’ (el inventor del Talgo); ‘Sergio Busquets’, pero ‘Sergi Barjuan’ (jugadores de fútbol).
9.8. En los casos de nombre compuesto que tenga una traducción solamente parcial se respetará la grafía autóctona. Ejemplo: ‘el departamento de Midi-Pyrénées’, y no ‘Mediodía-Pirineos’ ni ‘Midi-Pirineos’.
9.9. Históricos y de ficción. En cuanto a personajes históricos, el nombre que debe emplearse es aquel que se le ha venido dando tradicionalmente en castellano. Ejemplos: ‘Zumalacárregui’, y no ‘Zumalakarregi’; ‘Averroes’, y no ‘Ibn Rushd’; ‘Chiang Kai-chek’, y no ‘Jian Jieshi’. En el caso de personajes cuyo nombre es conocido en dos lenguas debe facilitarse la identificación: ‘Wifredo el Velloso’ (en catalán, ‘Guifré el Pilós’) o ‘Pere III el Cerimoniós’ (en castellano, ‘Pedro III el Ceremonioso’).
9.10. Los nombres de ficción, cuando sean de personas o animales antropomorfos, se escriben en redonda. Ejemplos: ‘Sancho Panza’, ‘Mickey Mouse’. Pero en cursiva cuando correspondan a animales en general. Por ejemplo, ‘Rocinante’. Se escriben con mayúscula inicial los tratamientos, cargos y adjetivos que formen parte de tales nombres. Ejemplos: ‘Don Quijote’, ‘el Capitán Trueno’, ‘el Lobo Feroz’.
9.11. Apodos y alias. Los apodos se escriben con mayúscula inicial y en redonda, salvo que acompañen al nombre, en cuyo caso van en cursiva. El mismo tratamiento recibirán los alias, que se escriben con mayúscula inicial en el artículo (pues se considera parte de un nombre propio): y éste no se contrae delante de las preposiciones a y de. Ejemplos: ‘Rafael Gómez, El Gallo’, pero ‘así toreaba El Gallo’ y ‘la maestría de El Gallo’; ‘Ángel Pérez, El Chato’, pero ‘ha sido detenido El Chato’ y ‘los compinches de El Chato’. El apodo y el alias no deben confundirse con el seudónimo, en el cual queda oculta la identidad real.
9.12. No ha de emplearse la cursiva cuando se trate de apelativos o denominaciones familiares, siempre que formen parte del nombre aceptado públicamente por el personaje que se cite. Por tanto, debe escribirse ‘Sito Pons’, y no ‘Sito Pons’. Y ‘Txiki Benegas’, pero no ‘Txiki Benegas’. En estos casos, el diario debe optar por una denominación habitual, de modo que siempre se hable, por ejemplo, de ‘Antxon Etxebeste’, y no de ‘Eugenio Etxebeste’, evitando fórmulas como ‘Alfonso, Sito, Pons’ o ‘Domingo Iturbe Abasolo, Txomin’, puesto que Sito y Txomin son simplemente diminutivos o equivalentes de Alfonso y Domingo. Ello no impide que en reportajes, entrevistas y otro tipo de informaciones amplias se explique el nombre oficial que recoge el documento de identidad.
9.13. No se emplearán en cursiva las palabras con que se designe a los seguidores de un político o de una doctrina. Ejemplo: ‘los suaristas’, ‘los marxistas’, ‘los franquistas’, ‘los carrillistas’, ‘los mitterrandistas’. No obstante, deberá quedar claro en la información a quién se refiere la palabra cuando el nombre no figure como antecedente claro. Ejemplo: ‘los sabinianos (que se consideran herederos políticos de Sabino Arana, el fundador del PNV) han elaborado un nuevo documento’.
9.14. Tampoco se escribirán en cursiva las palabras referidas a los seguidores de un partido político, siempre y cuando sean asumidas por la organización: ‘socialistas’, ‘convergentes’, ‘populares’, ‘comunistas’. En el caso de que esta palabra se forme a partir de sílabas, se escribirá en redonda si se trata de un vocablo con unas raíces históricas que lo hayan convertido en palabra común: ‘cenetistas’, ‘ugetistas’, ‘peneuvistas’. Pero no se podría escribir en redonda, por ejemplo, ‘pesoístas’.
9.15. Lugares y productos. Los nombres de personas o de lugares aplicados a cosas se escriben con minúscula inicial cuando se refieren a todos los objetos de una misma especie. Ejemplo: ‘champaña’, vino espumoso que debe su nombre a una región francesa, la Champaña, aunque no proceda de ella. Sin embargo, conservan la mayúscula inicial los nombres que, como si se tratara de un apellido, se aplican a cierto número, pero no a la totalidad, de los de su especie. Ejemplos: ‘un Renault’, ‘un Rolex de oro’.
(En cambio, recuérdese que se escriben con minúscula y en cursiva cuando se trate de ganaderías y obras de arte: ‘los miuras’, ‘cinco goyas’).
9.16. El plural. Los apellidos se emplearán en forma plural y en redonda si dan nombre a una dinastía (ejemplos: ‘los Austrias’, ‘los Borbones’).
9.17. Si definen un colectivo en el que la coincidencia del apellido o del nombre va ligada a unas características comunes, irán en cursiva: ‘los Garcías’ (jugadores del Real Madrid en la época del entrenador Bujadín Boskov), ‘los Lópeces’ (ministros de Franco miembros del Opus Dei), ‘los Albertos’ (los empresarios Alberto Cortina y Alberto Alcocer). Esta norma no es extensiva cuando se cite a los miembros contemporáneos de una misma familia: ‘los Bengoechea’ o ‘los hermanos Bengoechea’ (procesados en el sumario del síndrome tóxico), pero no ‘los Bengoecheas’; ‘los Llorente’ o ‘los hermanos Llorente’ (deportistas de distintos equipos españoles de fútbol y baloncesto), pero no ‘los Llorentes’.
9.18. Los nombres de marcas comerciales o modelos industriales, equipos deportivos, etcétera, jamás se escribirán en forma plural. Ejemplos: ‘tres Citroën’, pero no ‘tres Citroëns’; ‘tres fusiles Kaláshnikov’, pero no ‘tres Kaláshnikovs’.
9.19. Los nombres de toros derivados del correspondiente a su ganadería o propietario podrán emplearse en plural, pero en cursiva y con minúscula: ‘los victorinos’, pero no ‘los Victorinos’ ni ‘los Victorino’; ‘los pablorromeros’, pero no ‘los Pablo Romero’.
9.20. En el caso de dos sustantivos unidos, el segundo de los cuales desempeña una función de adjetivo respecto del primero (aposición), la norma es que sólo recibe la terminación de plural el primero. Ejemplos: ‘ciudades dormitorio’, ‘hombres rana’, ‘pisos piloto’, ‘personas clave’.
Pueden escribirse en plural los nombres propios de naciones cuando el uso haya implantado esta posibilidad: ‘hacer las Américas’, ‘las dos Españas’, ‘las dos Coreas’, ‘las dos Alemanias’ (como referencia histórica); pero no ‘los dos Yémenes’ sino ‘los dos Yemen’; y no ‘los dos Vietnams’, sino ‘los dos Vietnam’.
9.21. Organismos y reuniones. El nombre de entidades, organismos, reuniones y ponencias, españoles o extranjeros, debe escribirse completo la primera vez que se mencione en una información, salvo las excepciones previstas en este Libro de estilo. A este nombre le han de seguir las siglas del organismo o entidad, encerradas entre paréntesis, pero sólo cuando se vayan a emplear más adelante. En las siguientes citas de la misma información pueden usarse sólo las siglas, o abreviarse el nombre utilizando la palabra o palabras más características de su denominación completa (y siempre las mismas). Ejemplos: ‘Naciones Unidas’, en vez de ‘Organización de las Naciones Unidas’, pero no ‘Organización de Naciones’; ‘Poder Judicial’, en lugar de ‘Consejo General del Poder Judicial’, pero no ‘Consejo Judicial’.
9.22. En las informaciones sobre actos públicos (un congreso, una asamblea, un simposio, etcétera), el nombre oficial de la reunión debe escribirse completo la primera vez que se mencione, por extenso que sea. En las referencias siguientes puede abreviarse en una o dos palabras, o puede utilizarse un sinónimo. Si la primera vez se transcribe bien el nombre oficial de una reunión, nunca podrá ocurrir que el cambio de una palabra (‘conferencia’ por ‘simposio’) haga dudar al lector, de un día para otro, de si se trata de dos reuniones diferentes.
9.23. Los nombres de organismos, reuniones y ponencias que se escriban originalmente en un idioma distinto al castellano se traducirán siempre a éste. No así sus siglas, las cuales se conservarán en el idioma original, salvo cuando el uso las haya castellanizado.
9.24. No se traducen, en cambio, los nombres de naves, cohetes, edificios, empresas, marcas comerciales o modelos industriales. Ejemplos: ‘Apollo 12’, y no ‘Apolo 12’; ‘Empire State Building’, y no ‘Edificio del Estado Imperial’; ‘British Broadcasting Corporation’, y no ‘Corporación Británica de Transmisiones’.
9.25. Los nombres de marcas comerciales se escribirán excepcionalmente en cursiva y todo en minúsculas cuando se utilicen en tanto que unidades de ese producto. Ejemplos: ‘nos tomamos unas coca-colas’, ‘recorrió la finca en un jeep’, ‘de niño me gustaban los donuts’, ‘se limpió con un kleenex’, ‘tomó una viagra antes de salir’, ‘le escribió el aviso en un post-it’, ‘le envió un tweet’. Se establece aquí una analogía con el nombre de un autor y sus obras: ‘Pablo Picasso’, pero ‘compró dos picassos’. Y también con el nombre propio de los ganaderos y el común de sus toros. ‘Victorino Martín’, pero ‘se lidiaron seis victorinos’. Sobre productos con denominación de origen, véase el apartado 6.35.
9.26. Los nombres de entidades u organismos se escriben con mayúscula inicial, y los de cargos, con minúscula, salvo en el caso de dignidades de carácter único. Ejemplos: ‘Ministerio de Industria’, pero ‘ministro de Industria’; ‘el Papa’, pero ‘el papa Juan Pablo II’; ‘el Rey’, pero ‘el rey Juan Carlos I’.
9.27. Países. Cuando una ciudad, país o entidad haya cambiado de nombre recientemente, el anterior se citará siempre, entre paréntesis. Ejemplo: ‘Burkina Faso’ (antes, Alto Volta); ‘La Unión de Myanmar’ (antes, Birmania).
9.28. Debe evitarse en EL PAÍS el uso de artículo antes del nombre propio de una nación, ya sea actual o histórico, excepto en los siguientes casos (si lo requiere la estructura de la frase): ‘la Unión Soviética’, ‘el Reino Unido’, ‘la India’, ‘los Países Bajos’ (aquí, con la concordancia en plural).
9.29. Se puede mantener el artículo en ciertos casos, pero teniendo en cuenta que ello cambia el sentido. Ejemplo: ‘las (islas) Filipinas’. (En ese supuesto, se referirá al ámbito geográfico, no político, y el verbo concordante ha de escribirse en plural). También se utilizará el artículo cuando forme parte del nombre propio y, por tanto, vaya con mayúscula inicial: ‘El Salvador’, ‘La Unión de Myanmar’.
9.30. Por tanto, en EL PAÍS no debe escribirse ‘Los Estados Unidos’, ni ‘los Estados Unidos’ —y mucho menos ‘los Estados Unidos votó en contra’—, ni ‘el Perú’, ni ‘la Argentina’.
9.31. Poblaciones. Los nombres de poblaciones poco conocidas deberán ir seguidos del que corresponda al Estado, provincia, departamento o cualquier otra división territorial. Para facilitar su localización puede recurrirse, además, a una referencia geográfica o a los puntos cardinales. Ejemplos: ‘Capileira (Granada)’; ‘Capileira, en la Alpujarra granadina’; ‘Capileira, al sureste de Granada capital’.
9.32. En el caso de las poblaciones catalanas, el nombre de las comarcas —división territorial inusual fuera de esta comunidad autónoma— sólo podrá utilizarse en las páginas específicas de la edición de Cataluña.
9.33. Fechas históricas. Las fechas históricas o las que figuren en el nombre de una organización se escribirán con todas las letras y con mayúsculas iniciales. Ejemplos: ‘el Primero de Mayo’ (no ‘el Uno de Mayo’), ‘el Dieciocho de Julio’, ‘el Onze de Setembre’, ‘el Movimiento Veintiséis de Octubre’.
9.34. Cargos y títulos. Los nombres de cargos y títulos no castellanos, así como los tratamientos —cuando se empleen a título excepcional—, llevarán minúscula inicial sea cual fuere la forma con que se escriban en sus respectivos idiomas. Ejemplos: ‘premier’, ‘attorney general’, ‘herr’, ‘sir’, ‘lord’.
9.35. Calles y edificios. Las palabras que designan accidentes geográficos, edificios o locales públicos, así como vías urbanas, salvo que formen parte de un nombre propio, se escribirán con minúsculas. Ejemplos: ‘mar Egeo’, ‘palacio de Santa Cruz’, ‘cine Narváez’, ‘avenida de Valladolid’, pero ‘la Quinta Avenida neoyorquina’, ‘el barco Cabo San Vicente’, ‘el Teatro Real’.
9.36. No es correcto escribir los nombres de calles, plazas y avenidas en forma yuxtapuesta. Ejemplos: ‘calle de Alcalá’, pero no ‘calle Alcalá’; ‘avenida de la Reina Victoria’, pero no ‘avenida Reina Victoria’; salvo que se trate de adjetivos: ‘calle Mayor’.
9.37. Repetición de signos. Nunca se entrecomillarán o se compondrán en cursiva los nombres de fenómenos meteorológicos; maniobras y operaciones militares; los de programas y planes; los de yacimientos, edificios, fincas, campamentos y urbanizaciones; los de organismos, entidades comerciales, firmas industriales y formaciones políticas, ni siquiera las clandestinas; los de agencias de noticias, nacionales o extranjeras, ni los de calles, plazas, edificios, entidades, organismos o partidos escritos en un idioma distinto al castellano. Es decir, todos aquellos nombres en los que una mayúscula inicial evita la repetición de otros signos tipográficos diferenciadores, como la cursiva o las comillas. Ejemplos: ‘el tifón Juana’, ‘Torrespaña’, ‘Villa Teresita’, ‘urbanización Los Chopos’, ‘Sendero Luminoso’, ‘Grupo de Contadora’, ‘Operación Ogro’, ‘Comando Madrid’, ‘Efe’, ‘France Presse’, ‘Via Veneto’, ‘Quai d’Orsay’, ‘Trans World Airlines’, ‘Kneset’, ‘Presídium’, ‘Fianna Fáil’. (Véase el apartado siguiente, Naves).
9.38. Naves. En cuanto a los nombres de barcos, aviones, misiles o naves espaciales, hay que distinguir entre el propio de una individualidad, que va en cursiva, y el que corresponde a un conjunto (marca, serie o modelo), que va en redonda. Pero en ambos casos, con mayúscula inicial. Ejemplos: ‘el destructor Bedford, del tipo Liberty’, ‘el Boeing 747 Virgen de los Ángeles’.
9.39. Cuando se trate del nombre propio de un avión o nave espacial, este nombre no se traducirá. Ejemplos: ‘el Apollo 12’; ‘el Spirit of St. Louis, de Lindbergh’; ‘el Air Force One, avión del presidente de Estados Unidos’.
9.40. Excepcionalmente, y puesto que así lo ha impuesto el uso, en estos nombres no se empleará la numeración romana, propia de los ordinales. Se escribirá, pues, ‘Apollo 12’ o ‘Queen Elizabeth 2’ (en este caso, por ser el segundo barco con este nombre).
9.41. En los nombres de aviones, naves espaciales o cohetes, así como en los de acontecimientos deportivos, festivales, exposiciones, entidades, marcas o modelos, no se empleará guion cuando al nombre le siga un número, y menos el apóstrofo del genitivo sajón. Ejemplos: ‘Boeing 747’, ‘Mundial 90’, ‘Radio 2’, pero no ‘Grec ’89’ ni ‘Liber ’89’. Sí debe usarse guion, en cambio, cuando se trate simplemente de iniciales o de siglas, siempre que éstas no se hayan convertido en palabra común. Ejemplos: ‘B-747’, ‘DC-10’, ‘TVE-2’, pero ‘Seat 600’ y ‘Mig 23’. En el caso de darse números y letras a la vez, éstos se escribirán juntos (‘Mig 21S’, ‘C-5A’).
9.42. Obras artísticas. Los títulos de obras artísticas —libros, películas, piezas teatrales, cuadros, esculturas, canciones o composiciones musicales— no van entrecomillados, sino en cursiva. Y, salvo en los nombres propios que formen parte del título de la obra, todo en minúsculas, cualesquiera que sean las normas del idioma en que estén escritos. Ejemplos: ‘Las meninas’, ‘Cien años de soledad’, ‘Ciudadano Kane’, ‘Lo que el viento se llevó’, ‘La CIA y el culto del espionaje’ (‘The CIA and the Cult of Intelligence’).
9.43. Deportes, razas, idiomas. Los nombres no castellanos de deportes, razas, sectas, tribus, idiomas o dialectos, unidades de medida y monedas se escriben todo en minúsculas y en redonda.
9.44. Animales y plantas. Los nombres propios de animales se escriben en cursiva y con mayúscula inicial; los de raza, en redonda y todo en minúsculas. En ambos casos, sin distinción de género entre el masculino y el femenino. Ejemplo: ‘las dos son perras: Tara, una hembra de mastín; Micky, una yorkshire terrier’.
9.45. Los nombres de toros derivados del correspondiente a su ganadería o propietario podrán emplearse en plural, pero en cursiva y con minúscula: ‘los victorinos’, pero no ‘los Victorinos’ ni ‘los Victorino’; ‘los pablorromeros’, pero no ‘los Pablo Romero’.
9.46. Los nombres científicos (zoología, botánica, etcétera) están formados por una, dos o tres palabras, dependiendo de que se emplee sólo el nombre genérico, de que a éste se le añada el específico o, lo que es menos frecuente, de que se incluya también el nombre subespecífico. Así, por ejemplo, el nombre genérico de la ardilla es Sciurus; el de la especie, Sciurus vulgaris, y el de una subespecie, Sciurus vulgaris infuscatus. La norma es que estos nombres sólo lleven mayúscula inicial en el nombre genérico —a excepción de algunas plantas, dedicadas a personas—, que se escriban en cursiva y, aunque se trate de palabras latinas, que vayan sin acento, pues ésa es la práctica internacional.
Al nombre científico suele seguirle el del autor que describió la especie, normalmente en abreviatura, y el año en que se hizo tal descripción. Es más, la inclusión de tales datos entre paréntesis indica que el nombre de la especie ha sido modificado posteriormente a su descripción. Pero todos estos detalles, por ser más propios de publicaciones especializadas, se omitirán en EL PAÍS.
9.47. Gastronomía. Los nombres de especialidades culinarias de zonas no castellanohablantes deben escribirse en cursiva y en su lengua de origen: ‘marmitako’, ‘escudella i carn d’olla’, ‘arròs amb fesols i naps’. Excepciones: aquellos platos y alimentos cuya popularidad ha hecho que se extienda su nombre en castellano, o con grafía castellana, a veces recogida por la propia Academia Española. Ejemplos: ‘alioli”, y no ‘all i oli’ (también es válido ‘ajiaceite’); ‘cocochas’, y no ‘kokotxas’; ‘chipirones’, y no ‘txipirones’; ‘anchoas’, y no ‘antxoas’.
9.48. Salvo cuando formen parte de platos o recetas en lenguas distintas al castellano (en tal caso se escribirán en cursiva), los nombres de productos naturales —muy en particular pescados, mariscos, frutas y legumbres— se darán siempre en castellano y en redonda. Ejemplos: ‘bogavante’, y no ‘lubrigante’ (gallego), ‘misera’ (euskera) u ‘homard’ (francés).
9.49. Algunos productos tienen varios nombres castellanos según las zonas, y en el ámbito geográfico adecuado pueden usarse esos distintos nombres. Por ejemplo, la escorpena o escorpina, un pez comestible, se llama ‘cabracho’ en el Cantábrico y ‘gallina’ en el Mediterráneo. No se debe utilizar, en cambio (salvo en una receta y en cursiva), el vocablo vascuence ‘kabrarroka’.
9.50. Ciertos nombres de productos o platos de origen extranjero están tan extendidos en España que es apropiado castellanizar del todo su grafía. Son éstos: ‘entrecó’ o ‘entrecot’ (y no ‘entrecôte’), ‘turnedó’ (y no ‘tournedos’), ‘vermú’ o ‘vermut’ (y no ‘vermouth’), ‘chucrú’ o ‘chucrut’ (y no ‘choucroute’ ni ‘sauerkraut’), ‘coñá’ o ‘coñac’ (y no ‘cognac’), ‘yogur’ (y no ‘yoghourt’, ‘yogurt’ ni ‘yaourt’), ‘espaguetis’ (y no ‘spaghetti’). Los demás productos o platos con nombre extranjero deben darse en su lengua de origen y en cursiva. Ejemplos: ‘chateaubriand’, ‘tafelspitz’, ‘vitello tonnato’, ‘clam chowder’, ‘nasi goreng’.
NOMBRES CATALANES, GALLEGOS Y VASCOS
9.51. Por regla general, no deben utilizarse palabras de lenguas distintas a aquella en la que se escribe, mientras existan otras sinónimas. Esta norma no tiene más excepciones que las expresamente recogidas en este libro.
El criterio seguido en tales casos ha sido aceptar las palabras no castellanas impuestas por su uso generalizado, de las cuales gran parte incluso se escriben en redonda (por ejemplo, ‘squash’); las que no tienen una traducción exacta (por ejemplo, el ‘green’ del golf) y las que, de ser traducidas, perderían parte de sus connotaciones (por ejemplo, ‘ikastola’, ‘geisha’, ‘calçots’).
Para los textos escritos en castellano, los nombres de poblaciones españolas deberán escribirse según la grafía aceptada oficialmente por el correspondiente Gobierno autónomo, que no siempre es la castellana. Las excepciones a esta norma son sólo las recogidas en este Libro de estilo; entre ellas figuran los nombres de todas las comunidades autónomas, regiones, provincias o capitales de provincia. Por ejemplo, se escribirá ‘Cataluña’, y no ‘Catalunya’. No contarán entre estas excepciones los nombres catalanes de Lérida y Gerona, que se escribirán según la grafía catalana (es decir, ‘Lleida’ y ‘Girona’); ni los de Orense y La Coruña (‘Ourense’ y ‘A Coruña’).
En caso de ser igualmente válidas las dos grafías, la castellana y la del otro idioma oficial de la comunidad, se optará por la primera, como sucede, por ejemplo, con Vitoria (‘Vitoria-Gasteiz’).
Respecto al uso de nombres en los otros idiomas de España, se establecen las siguientes reglas:
a) Los gentilicios irán siempre en castellano.
b) Los nombres de accidentes geográficos que superen el ámbito de una comunidad —ríos, montañas, cordilleras, valles, etcétera— se escribirán siempre en castellano, cualquiera que sea su versión en otro idioma de España. Ejemplo: ‘río Júcar’, y no ‘río Xúquer’.
Los accidentes geográficos de tipo local se escribirán con la grafía autóctona. Ejemplos: ‘Montjuïc’, y no ‘Monyuich’ ni ‘Montjuich’. Cuestión distinta es que un topónimo forme parte del nombre de una entidad, en cuyo caso se respetará la versión no castellana. Ejemplo: ‘restaurante Pirineus’, y no ‘restaurante Pirineos’.
No se consideran accidentes geográficos locales los cabos, bahías, deltas, golfos, islas, rías y estrechos (es decir, los que forman parte del contorno geográfico de España). Ejemplos: ‘golfo de Rosas’, y no ‘golfo de Roses’; ‘cabo de Finisterre’, y no ‘Fisterra’; ‘delta del Ebro’, y no ‘delta de l’Ebre’; ‘Ibiza’, y no ‘Eivissa’; ‘ría de Bilbao’, y no ‘ría de Bilbo’; ‘isla de Arosa’, y no ‘isla de Arousa’, pero sí ‘Vilagarcía de Arousa’.
c) Los nombres comunes que preceden al nombre propio de accidentes geográficos (bahía, valle, golfo, cabo, estrecho, etcétera) o del callejero (plaza, calle, avenida, rambla, etcétera) irán siempre en castellano (y con minúscula inicial). Así, se escribirá ‘calle Ample’, y no ‘carrer Ample’; ‘calle del Villar’, y no ‘rua do Villar’; ‘el valle de Aran’ (sin acento), y no ‘el Vall d’Aran’ (pero ‘la comarca de La Vall d’Aran’); ‘paseo de Sabin Arana’, y no ‘Sabin Arana etorbidea’.
d) Las palabras escritas en un idioma distinto serán precedidas por el artículo que les correspondería en castellano, salvo que forme parte del nombre propio. En euskera, el artículo es a y se incorpora al final de palabra. En consecuencia, se respetará. Así, habrá de escribirse ‘Osasuna’, y no ‘el Osasuna’. Igualmente, y pese a la norma usada en catalán, en los nombres de las localidades y comarcas precedidas de artículo —que forma parte del nombre propio—, éste se escribirá en mayúscula: ‘L’Hospitalet’, ‘La Bisbal’, ‘Les Garrigues’.
e) Los nombres y apellidos en cualquiera de los idiomas peninsulares se acentuarán según las normas ortográficas de la lengua correspondiente, y no las castellanas. Ejemplo: ‘Juan Echevarría’, pero ‘Jon Etxebarria’. Ahora bien, si en el nombre se utiliza la grafía castellana, y la otra en el apellido, cada uno de ellos se acentuará con las normas que le corresponden. Ejemplos: ‘Josep Maria Fernández’, pero ‘José María Marques’.
Distinto es cuando un determinado nombre tiene la misma grafía en castellano y en el otro idioma. En tales supuestos, se respetará la versión que utilice su titular, si es que se conoce (por ejemplo, ‘Maria Aurèlia Capmany’); cuando no sea así, se empleará la castellana.
f) No se usarán los topónimos catalanes o vascos de lugares franceses, sino los castellanos. Ejemplo: ‘Perpiñán’, pero no ‘Perpinyà’ ni ‘Perpignan’.
En los casos de nombre compuesto que tenga una traducción solamente parcial, se respetará la grafía autóctona. Ejemplo: ‘el departamento de Midi-Pyrénées’, y no ‘Mediodía-Pirineos’ ni ‘Midi-Pirineos’.
g) Los nombres de instituciones se continuarán escribiendo en su versión castellana, salvo las excepciones previstas en este Libro de estilo. Ejemplos: ‘Consejo Ejecutivo de Vizcaya’, y no ‘Bizkai Buru Batzar’; pero ‘Xunta’, y no ‘Junta’; ‘Generalitat’, y no ‘Generalidad’.
h) Los nombres de santos, los tratamientos honoríficos y los títulos nobiliarios sólo se usarán en su forma no castellana cuando formen parte de un nombre propio. Ejemplos: ‘mercado de Santa Caterina’, ‘calle del Comte Borrell’, ‘plaza de Mossèn Cinto Verdaguer’.
i) Los artículos de opinión y las colaboraciones literarias no se adaptan obligatoriamente a estas reglas sobre topónimos españoles no castellanos y quedarán a criterio de su autor. Tampoco se adaptarán a estas reglas toponímicas las citas textuales entrecomilladas.
NOMBRES EN LATÍN
9.52. Debe evitarse el empleo de palabras o locuciones latinas, sobre todo en textos noticiosos. Constituyen un modo de hablar erudito, hoy poco conocido, si no en franco desuso, sólo permisible en artículos de colaboración. En todo caso, las palabras latinas incorporadas al uso común se acentuarán de acuerdo con las leyes fonéticas para las voces españolas —salvo que formen parte de nombres científicos— y se escribirán en redonda. Sin embargo, las locuciones (formadas por al menos dos vocablos) se escribirán en cursiva y sin tildes, como corresponde al latín: in itinere, in pectore.
NOMBRES ALEMANES
9.53. El empleo de palabras alemanas plantea problemas respecto a dos signos: la letra eszet y el acento umlaut.
La eszet, letra muy parecida en su dibujo a la beta griega, debe sustituirse por una doble ese. Ejemplo: ‘Franz Josef Strauss’.
En cuanto al umlaut, este acento germano es de apariencia idéntica (dos puntos en horizontal sobre una vocal) a la diéresis, pero de efecto marcadamente distinto, ya que transforma la pronunciación de esa vocal (ä, ö, ü). En alemán es correcto colocar una e detrás de la vocal para sustituir al acento: se puede escribir, indistintamente, ‘Düsseldorf’ o ‘Duesseldorf’. Pero es preferible colocar el umlaut, y así se hará en EL PAÍS.
Atención, sin embargo, a los abusos del umlaut: es ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’, y no ‘Frankfürter Allgemeine Zeitung’; es ‘Helmut Kohl’, y no ‘Helmut Köhl’.
NOMBRES ÁRABES
9.54. En árabe, el nombre completo de una persona consta de tres o cuatro palabras: el nombre propio, el nombre del padre y el nombre del abuelo y en ocasiones el nombre del clan, de la tribu o el gentilicio. Normalmente, el último equivale a nuestro apellido o nombre de familia. Así pues, en las segundas referencias basta con escribir este, pues es el que hace las funciones de apellido. De hecho, muchos árabes prescinden del segundo nombre o lo reducen a una inicial (‘Naser M. Alí’) para adecuarlos a los usos anglosajones.
Sin embargo, los reyes, emires, jeques e imames son conocidos por un solo nombre, pero éste puede ser, indistintamente, el primero o el último (‘el rey Jaled’, y no ‘Jaled Bin Abdelasís Ben Abderramán al Saúd’; ‘el jeque Yamani’, y no ‘Ahmed Saki Yamani’). Por tanto, hay que atenerse a como ellos prefieran ser conocidos.
Algunos nombres árabes van acompañados del artículo al o de las partículas ibn, bin o bint, que significan ‘hijo de’ o ‘hija de’. Forman parte del artículo y equivalen a nuestros de, del, de la; von, van, etcétera.
La palabra abu (‘padre de’) que precede a algunos nombres no corresponde, en contra de lo que suele decirse en los medios de comunicación occidentales, al nombre de guerra, sino a una denominación familiar del individuo.
Los artículos el o al de algunos nombres propios irán en minúscula cuando éstos se escriban completos (‘Ahmed Hasan el Bakr’, ‘Yaafar Mohamed el Numeiri’, ‘Ras al Jaima’) y con mayúscula inicial en las demás referencias (‘El Bakr’, ‘El Numeiri’). Ahora bien, no todos aquellos cuyo apellido lleva artículo cuando se escribe el nombre completo lo usan después con éste (‘Anuar el Sadat’ o ‘Sadat’, pero no ‘El Sadat’). Así pues, también en este caso hay que atenerse a los gustos personales.
Las palabras ibn, bin o ben —que significan ‘hijo de’—, o también abu —cuyo significado es ‘padre de’—, a menudo forman parte del apellido al que preceden y en EL PAÍS se escriben siempre con mayúscula inicial (‘Ben Saúd’, ‘Abdul Yaafar Bin Baba’, ‘Ahmed Ben Bella’, ‘Neguib Abu Haidar’). Con una diferencia: mientras que ibn, ben, bin y bint hay quien lo omite cuando escribe su apellido solo (tan correcto es ‘Saúd’ como ‘Bin Saúd’), en cambio no sucede así con abu (‘Abu Haidar’).
De cualquier forma, el, al, ibn, bin, ben y abu nunca se escribirán unidos por un guion al nombre que los sigue.
El grupo ibn no debe transcribirse nunca así, pues en español es impronunciable. Empléese en estos casos la palabra ben.
Para la transcripción al español de nombres árabes tomados del inglés o del francés se seguirán las siguientes normas:
1. Suprimir la e y la h a final de palabra. Ejemplos: ‘Bumedián’, y no ‘Boumedienne’; ‘Alá’, y no ‘Allah’.
2. No transcribir el apóstrofo, que en árabe corresponde a dos letras: la ayn y la hamza. Ejemplo: ‘Al Mumin’, y no ‘Al’ Mu’min’.
3. No hay una equivalencia exacta entre las cinco vocales del castellano y las tres del árabe (a-e, e-i, oi-u), y esto suele producir cierta vacilación vocálica en las trasliteraciones, máxime cuando no en todas las regiones se pronuncian igual de abiertas o de cerradas. Ésa es la razón de que un mismo artículo se escriba de dos formas (el o al) y de que exista una doble grafía para nombres muy comunes (‘Hussein’ o ‘Hussain’, ‘Mohamed’ o ‘Muhamad’). La cuestión se complica no sólo por la presencia de vocales largas y breves, sino, sobre todo, por el uso. Así pues, salvo en los casos impuestos por la costumbre, se tenderá a la supresión de la e y la o.
4. Los diptongos ay y ey, aunque se adecuan mejor al árabe, se escribirán con i, puesto que en castellano se pronuncian igual y responden perfectamente a la pronunciación en árabe. Ejemplo: ‘Hussein’, y no ‘Husseyn’.
5. El diptongo ie se sustituye por una i.
6. La kh pasa a ser una j. Ejemplo: ‘Jartum’, y no ‘Khartum’.
7. La dj se cambia por una y. Ejemplo:‘Yamena’, y no ‘Djamena’.
8. El diptongo ou se reduce a una u. Ejemplo: ‘Abu Simbel’, y no ‘Abou Simbel’; ‘Saíd Auita’ y no ‘Said Aouita’.
9. La j se transforma en y. Ejemplo: ‘Yaafar’, y no ‘Jaafar’.
10. La g y la gh equivalen a gu. Ejemplo: ‘Naguib’, y no ‘Nagib’.
11. Las consonantes duplicadas ll, nn, ss se deben simplificar en una sola. En ocasiones, sin embargo, la doble s ha de mantenerse por dos razones: porque se trata de nombres propios ya conocidos con determinada grafía (‘Hassan II de Marruecos’ o ‘Hussein de Jordania’) y porque en determinados casos responden a una palabra original árabe con dos eses en su pronunciación original (‘Nasser’).
12. Los adjetivos franceses terminados en ite o ide tienen perfecta expresión en español mediante la terminación í, no ita. Ejemplos: ‘saudí’, ‘hachemí’, ‘suní’ o ‘shií’, y no ‘saudita’, ‘hachemita’, ‘sunita’ o ‘shiita’. Véanse israelita y maronita.
13. La Academia ha adoptado la grafía ‘Catar’ para el país cuyo nombre se escribió tradicionalmente en español con una q inicial: Qatar. EL PAÍS no secunda esta decisión académica, y mantiene las grafías de nombres en árabe con q como las de la organización terrorista Al Qaeda, el emirato Um al Qaiwain, la ciudad de Quneitra o el partido Istiqlal.
NOMBRES CHINOS
9.55. Desde el 1 de enero de 1979 está en vigor un nuevo sistema de escritura fonética del chino, según se pronuncia en lengua mandarín. Este sistema, llamado pinyin (literalmente, unificación de sonidos), tiene al menos esa ventaja: unificar la transcripción.
Así, una conocida ciudad, cuyo nombre se escribía al menos de tres maneras diferentes (‘Suchou’, en español; ‘Soochow’, en inglés, o ‘Soutcheou’, en francés), tiene desde entonces una sola transcripción: ‘Suzhou’. La ventaja del pinyin queda todavía más patente si, siguiendo con el ejemplo, ya no se corre el riesgo de confundir a Suzhou con Xuzhou, población para la que existían otros tantos modos de escribir su nombre: ‘Siutcheou’, en francés; ‘Hsuchou’, en inglés, y ‘Suchou’ (¡este último, el mismo en castellano que para ‘Suzhou’!).
El sistema pinyin, empleado en EL PAÍS, no tiene acentos —sólo algunas diéresis o apóstrofos, y en contados casos— y se basa en una regla de oro: no se puede eliminar ningún signo, por superfluo que parezca (suprimir una a en el nombre de la provincia de Shaanxi llevaría a confundirla con su vecina Shanxi), ni se pueden unir o separar palabras a capricho (‘Heilongjian’ es el nombre de una provincia, y ‘Heilong Jian’, el de un río, conocido en Occidente como ‘Amur’). El pinyin, por lo demás, establece dos importantes excepciones:
1. Los nombres de personas y lugares históricos o geográficos que tengan ya una ortografía habitual en otros idiomas pueden conservarla. Así, en EL PAÍS se seguirá escribiendo ‘China’, ‘Tíbet’, ‘Mongolia Interior’, ‘Pekín’, ‘Hong Kong’, ‘Cantón’, ‘Formosa’ (en sus acepciones geográficas, no en la política), ‘archipiélago de Pescadores’, ‘isla de Macao’, o ‘Confucio’ y ‘Mencio’, y no sus equivalentes en pinyin. Las excepciones son sólo las recogidas en este Libro de estilo.
2. Los nombres de los chinos de ultramar (es decir, de Taiwán, Hong Kong, Singapur y demás comunidades chinas del mundo) se escribirán de acuerdo con la ortografía que ellos mismos acostumbren a usar. En este caso, hay que tener en cuenta que, cuando se trate de nombres de tres palabras, las dos últimas se escribirán unidas por un guion y con mayúscula inicial sólo en la primera. Ejemplos: ‘Kuomintang’ (grafía clásica del Partido Nacionalista de Taiwán); ‘Taipéi’, y no ‘Taibei’; ‘Chiang Kai-chek’, y no ‘Jiang Jieshi’.
Como norma general, conviene recordar que en los nombres chinos la primera palabra corresponde al apellido. Por tanto, después de haber escrito completo el nombre de la persona la primera vez que se le cite en una información, esa palabra inicial es la que debe usarse en las segundas referencias.
NOMBRES RUSOS
9.56. La transcripción de los nombres rusos al alfabeto castellano es fonética, puesto que en su idioma original se escriben con caracteres cirílicos. Esta transcripción fonética origina que en inglés, francés y castellano un mismo nombre ruso se represente gráficamente de distinta manera.
Para transcribir al español nombres rusos escritos en inglés o francés —grafías utilizadas principalmente en los teletipos de agencias extranjeras— han de seguirse las siguientes normas:
1. Toda y que no vaya a comienzo de palabra o que esté situada entre vocales debe ser sustituida por una i. (‘Biriukova’, en lugar de ‘Biryukova’; ‘Soloviov’, en lugar de ‘Solovyov’).
2. El grupo kh del inglés y el francés debe transcribirse como una j. (‘Sájarov’, en lugar de ‘Sakharov’).
3. La letra cirílica ë tiene un sonido muy similar a la o del castellano, pese a ser transcrita como e en el inglés y el francés por su parecido gráfico. Deberá trasladarse como o. (‘Gorbachov’, y no ‘Gorbachev’).
4. La e cirílica —no confundir con la ë— tiene un sonido ie, pese a coincidir gráficamente con la e latina. Deberá transcribirse Ye. (‘Yeltsin’, y no ‘Eltsin’; ‘Yevtushenko’, y no ‘Evtushenko’).
5. El grupo gh debe transcribirse como gu.
6. El grupo dj —del francés— debe trasladarse como y.
7. La grafía oo (inglés) y ou (francés), como u.
8. El grupo zh representa un sonido que no existe en español, parecido a la j francesa o catalana, y debe conservarse como zh, sin simplificarlo (‘Rizhkov’, ‘Olzhás’).
9. Las letras sh se pronuncian como el correspondiente sonido inglés, que no existe en español. Se transcribirán, por tanto, sh. (‘Shostakóvich’).
10. El grupo shch produce un sonido sh más suave, y también debe transcribirse como sh. (‘Shcherbitski’).
11. La terminación eev en los apellidos es siempre éiev. (‘Alexéiev’, y no ‘Alexeev’).
12. Los apellidos armenios terminados en ián son siempre palabras agudas y llevan tilde (‘Jachaturián’, ‘Arutiunián’).
13. La transcripción incluye los acentos que correspondan según las reglas del español.
Los nombres estonios, lituanos y letones no se transcriben, ya que los idiomas de las repúblicas bálticas emplean el alfabeto romano, y no el cirílico.
NOMBRES ITALIANOS
9.57. Los nombres de equipos deportivos de Italia (excepto los que fueron fundados con la denominación en inglés) tienen género femenino en italiano (por la palabra squadra, equipo). Así, en Italia se habla de ‘la Juventus’, ‘la Sampdoria’, ‘la Scavolini’, ‘la Lazio’. En castellano se escribirá el artículo en masculino: ‘el Roma’, ‘el Juventus’, ‘el Lazio’. Únicamente, y por su uso generalizado en la jerga futbolística, puede escribirse ‘la Juve’, apocopado y en cursiva, como segunda referencia del equipo turinés.
CABECERAS DE PERIÓDICOS
9.58. Las cabeceras o nombres de las publicaciones —diarios y revistas— se escribirán de acuerdo con las siguientes normas:
1. En cursiva y, salvo las preposiciones o artículos intercalados en la cabecera, con mayúscula inicial en todas las palabras.
2. Cuando una cabecera comience con un artículo, éste nunca debe omitirse. Tampoco se contraerá ante las preposiciones a o de. Ejemplos: ‘ha declarado a EL PAÍS’, pero no ‘ha declarado al PAÍS’. La misma regla vale en el caso de publicaciones extranjeras, con la salvedad de que el artículo no debe sustituirse por su equivalente castellano. Ejemplos: ‘The New York Times’, y no ‘el New York Times’; ‘el diario romano La Repubblica’, y no ‘el diario romano Repubblica’.
3. Siempre se indicará el nombre de la ciudad en la que se edita el periódico, salvo que figure en la propia cabecera; en ocasiones, incluso, habrá que mencionar el país y la orientación política del diario cuando éstos no sean sobradamente conocidos.
4. No se respetarán las licencias gráficas que puedan darse en algunas cabeceras: supresión de acentos, letra inicial en minúsculas, mayúscula intercalada en un título que va todo él en minúsculas, etcétera. Así pues, se escribirá ‘Interviú’, y no ‘Interviu’; ‘Abc’, y no ‘ABC’, como lo hace el diario madrileño, o ‘abc color’, como prefiere su homónimo de Asunción (Paraguay).
5. Nunca se traducirá la cabecera de un periódico, salvo cuando éste tenga una edición en español y castellanice su cabecera. Ejemplos: ‘Beijing Ribao’, y no ‘Diario de Pekín’; ‘la revista soviética Tiempos Nuevos’, y no ‘la revista soviética Novoye Vremya’.
6. La cabecera de EL PAÍS irá siempre en versales y sin entrecomillar. En cambio, los nombres de sus suplementos o los de otros medios relacionados empresarialmente con él se escribirán en minúsculas —salvo las letras iniciales— y, cuando corresponda, según la norma general, en cursiva. Ejemplos: ‘EL PAÍS’, ‘El País Semanal’, ‘Quadern’, pero ‘Cinco Días’ o ‘Ediciones El País’. ‘El País Semanal’ se escribirá así incluso en las páginas de ‘El País Semanal’.
La marca EL PAÍS abarca en sentido amplio todos sus productos. Para las referencias específicas a la edición digital se usará la grafía elpais.com, con un espacio de separación previo a cualquier signo ortográfico.
7. No hay que abusar de frases como ‘declararon a EL PAÍS’, ‘según ha podido saber EL PAÍS’ o, en un titular, ‘Declaraciones a EL PAÍS de...’. Expresiones como éstas deben reservarse para las informaciones de carácter exclusivo o excepcional.
NOMBRES DE JUEGOS Y APLICACIONES INFORMÁTICOS
9.59. Los nombres de juegos informáticos, aplicaciones y productos concretos se escribirán en cursiva. No así las empresas que los fabriquen: ‘Nintendo lanzará en mayo el videojuego El profesor Layton y el legado de los ashalanti’.